Sin duda, Amazon es una empresa que apunta a ser vanguardista. No obstante, su idea de cambiar la forma en al que se realiza la mensajería parece correr peligro de extinción.

Es de público conocimiento que la mensajería tradicional de reparto se haga mediante vehículos, pero Amazon tenía el sueño de entregar paquetes a sus clientes a través de drones. Sin embargo, no está yendo bastante bien su idea en el Reino Unido, donde el proyecto de ‘Amazon Prime Air’ tiene un futuro bastante difícil.

¿Qué pasó?

Hace cinco años atrás, el gigante ecommerce hablaba de cómo empezaban las pruebas de envío en dicho país, teniendo en cuenta que la idea parecía factible debido a que también se creó un sistema de autodestrucción para evitar que los drones provocasen daños a la población en caso de caída.

Dos años más tarde de los primeros comentarios, se supo que Amazon había desarrollado una nueva versión del dron mensajero que poseía sistemas de inteligencia artificial, no obstante, el proyecto apenas ha avanzado desde entonces.

Según se conoció, algunos empleados anónimos han querido confirmar que Amazon ha despedido a más 100 empleados que pertenecían al proyecto Amazon Prime Air.

Esta idea empezó a peligrar a finales de 2019 cuando las rotaciones de los empleados y directivos se hicieron frecuentes, además, empezó a surgir otro problema con los drones, cada vez eran más pesados (pesaban aproximadamente 27 kilos) y tenían que aterrizar para depositar los paquetes, ya que no se podían soltar desde cierta altura, según publicó el sitio 20 minutos.

Por otro lado, un portavoz de Amazon ha asegurado que Prime Air seguirá existiendo en el Reino Unido, a pesar de que los empleados anónimos etiquetan al proyecto como un caos organizado, disfuncional y con unos gerentes que están separados de la realidad. De momento, el proyecto sigue en el aire y quién sabe si lo veremos despegar.

¿Tiembla Amazon?

La pandemia de coronavirus COIVD-19 impulsó el comercio electrónico de los comercios a nível mundial. Amazon, Mercado Libre, Alibaba, entre tantas otras, vieron impulsadas su negocio de sobremanera durante la cuarentena, ayudadas por los canales idóneos para llegar a su público. 

Dado este auge, a su vez, son cada vez más los competidores para estas empresas. Pero ahora, y cada vez más, los competidores están empezando a ser los propios canales, es decir, las redes sociales. 

Con Facebook a la cabeza, las plataformas sociales, desde YouTube de Alphabet hasta Snap Inc y Twitter, están invirtiendo de manera creciente en herramientas de compra y venta con el fin de impulsar aún más sus negocios.

Facebook invierte cada vez más en ecommerce para acaparar cada vez más usuarios a su plataforma

Estas compañías compiten por una parte del área conocida como el comercio social, que se basa en la capacidad de los usuarios para hallar y comprar productos mediante las aplicaciones que estas manejan.

De acuerdo a datos de la investigación de la consultora eMarketer, se espera que los ingresos generados por este sector se disparen hasta los 50.000 millones de dólares desde los 36,000 millones de dólares en ventas anuales actuales para 2023 en Estados Unidos.

La orientación de los productos en función de los intereses de los usuarios es de lo que trata el comercio social y donde radica su éxito, ya que las ventas generan más datos que pueden emplearse para la publicidad y la colocación de otros bienes en el futuro.

Facebook, considerado como el líder en redes de este rubro, y Google impulsaron las ventas de los minoristas en el último trimestre. De hecho, la plataforma de comercio electrónico Shopify arrojó que la tasa de crecimiento de los bienes y servicios vendidos a través de las plataformas de ambas marcas fue "varias veces superior" a la de los sitios web gestionados por los propios comerciantes.

Las redes sociales fueron grandes impulsoras del comercio electrónico durante la pandemia

Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, aseguró que permitir el comercio y facilitar la comunicación de las empresas con los clientes mediante sus apps de las que es dueño, como Messenger y WhatsApp, era "la apuesta correcta a largo plazo".

Marcas que van desde la casa de moda de lujo Burberry hasta el gigante de la moda rápida H&M acuden a celebridades e influencers para "promocionar" su negocio y, así, conseguir que sus seguidores realicen compras a partir de historias o simples publicaciones recomendadolos.

Si bien la estrategia de las plataformas de redes para su venta online nativa todavía esta en auge, los gigantes de la industria se encuentran siguiendo de cerca los datos generados a partir de los hábitos de compra y navegación de los usuarios.

La lucha por los datos de los usuarios se volvió todavía más crucial que antes. Otros gigantes multinacionales ya toman medidas para frenar el paso hacia la privacidad de los usuarios de parte de las empresas. Por ejemplo, los recientes cambios en materia de privacidad de Apple Inc limitan la capacidad de las redes sociales para rastrear a los usuarios de iPhone y ofrecerles publicidad personalizada.

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