A la hora de enfrentarte a un examen tipo test es probable que te coman los nervios, especialmente si las respuestas incorrectas restan o se trata de un formato de preguntas de opción múltiple, lo que complica todavía más la cosa. 

Si encima te encontrás con respuestas del estilo "todas las anteriores son correctas" o "todas las anteriores son falsas" es posible que tu cerebro colapse y des por sentado el temido suspenso. No te preocupes ni tampoco lo des todo por perdido: existe una sencilla pero efectiva técnica para aprobar exámenes tipo múltiple choice o test.

La clave reside en cuántas respuestas marcas

Para aprobar un examen, el número de respuestas que marcás importa a la hora de minimizar la posibilidad de desaprobar. 

Primer ejemplo 

Prestá atención a este ejemplo para poner en práctica la fórmula para aprobar un examen tipo test.

Te enfrentás a un examen de 20 preguntas, en el que cada respuesta correcta suma 0,5 puntos y cada respuesta incorrecta resta 0,125. Las respuestas en blanco no puntúan. Pues bien, en este caso deberías responder o bien a 15 preguntas o a 20, jamás otro número. Dicho de otro modo, no deberías contestar a una cantidad de preguntas superior a 15, ni tampoco a 16, 17, 18 o 19; es o 15 o 20. 

 

Estos son los motivos. En primer lugar, es indispensable contestar a 10 preguntas para aprobar: 0,5 x 10 equivale a 5, la nota necesaria para aprobar. No obstante, respondiendo solo 10 te arriesgas mucho, ya que el margen de error es mínimo, y fallando una estarías suspenso.

Algo similar sucede si contestas a 11: 10 preguntas correctas x 0,5 equivale a un 5, y restándole un 0,125 por fallo tendrías un 4,875, que no bastaría para aprobar. 

Bien, es preciso contestar entonces a un mínimo de 12 preguntas para tener mayor seguridad. Pero, ¿por qué es mejor contestar a 15 preguntas que a 14 o 13? La clave consiste en que cada vez podés permitirte errar en más preguntas. 

Es decir, que si respondés a 12 podés fallar una, si respondés a 13 podés fallar 2, y si respondés a 14 podés fallar 3. En cambio, si respondés a 15 podés fallar 4. En realidad, es pura matemática. 

Con 15 preguntas: 11 bien x 0,5 es un 5,5. El cálculo es el siguiente: 4 respuestas mal x 0,125 equivale a 0,5. Con 5,5 menos 0,5 equivale a 5, permitiéndote obtener un aprobado raspado.

Y si nos vamos al exceso en lugar de al defecto, es mejor responder 15 que 16,17,18 o 19 porque precisás tener al menos 12 respuestas correctas, pero también podés fallar más a medida que contestas a una mayor cantidad.

Fórmula para calcular el número total de preguntas

Independientemente del formato, podés calcular la cantidad de preguntas a responder para asegurar el aprobado con la siguiente fórmula: (N/2) 1 1 = número óptimo de preguntas a las que responder

Es decir, tenés que dividir entre 2 el número total de preguntas (N) y sumarle 1, más el número de preguntas que mal respondidas restan una bien. 

Por ejemplo, en el caso anterior sería así: (20/2) 1 4 (número de preguntas que respondidas mal restan una bien) = 15. Esta sería la cantidad ideal de preguntas para aprobar. 

Si sumás 1 al número óptimo quedaría así: 1 4 15 =  20. La otra alternativa ideal serían, entonces, 20 preguntas. 

Segundo ejemplo

Trasladando el truco para aprobar exámenes tipo test a una prueba de oposición, así se aplicaría la fórmula. En caso de que el examen tenga 100 preguntas, cada pregunta bien suma 0,1 y cada respuesta mal resta la tercera parte, un 0,033.

La fórmula sería la siguiente: (100 -número total de preguntas- /2) 1 3 (número de preguntas incorrectas que restarían una pregunta correcta) = 54.

Es decir, el número óptimo a responder son 54. Es posible conocer el resto de números óptimos a responder sumando 1 3: 58, 62, 66, 70, etc.

 

Tercer ejemplo

Otro ejemplo para finalizar: con un test de 40 preguntas en el que cada pregunta correcta suma 0,25 y cada pregunta incorrecta resta la quinta parte, 0,05, ¿cuántas preguntas te harían falta para aprobar? 

(40/2) 1 5= 26; 1 5 26= 32; 1 5 32= 38.

De este modo, deberías contestar a 26, 32 o 38 para aproximarte lo más posible a un aprobado seguro.

Fuente. Business Insider

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