Ya dejó de estar en el plano de la ciencia ficción o en los planes de algún científico, la realidad es que ya existen ejemplos de delivery automatizado y robotizado en las calles de alguna ciudad del mundo.

Las industrias logística, tecnológica y automovilística llevan años trabajando codo con codo para hacer realidad esa imagen futurista, que en los últimos meses ha sufrido un importante impulso ante las restricciones de movilidad vinculadas a las medidas de confinamiento durante la pandemia de coronavirus que, a su vez, ha provocado un despegue en los pedidos online que se suma al desarrollo de la movilidad autónoma.

Además, España no está al margen de este fenómeno, como se demostró en 2020 con la presentación por parte de Just Eat su prototipo Yape, un robot que puede transportar cargas de hasta 70 kilos en un radio de 80 kilómetros de autonomía a través de su batería eléctrica. Su desplazamiento se produce de forma totalmente autónoma y se apoya en un sistema de sensores y cámaras para moverse entre el tráfico y evitar obstáculos.

El robot Yape de Just Eat ya recorre España

El director general de Just Eat España, Patrick Bergareche, aseguró entonces que preveía que la entrega de comida con robots autónomos se generalizará, destacando que un 59% de sus usuarios están dispuestos a este cambio, aunque descartando que sustituyan a los riders humanos. "La previsión no es que en un futuro los robots sustituyan el trabajo que realizan los repartidores, sino que se podrían utilizar para dar apoyo en las horas punta cuando los restaurantes estén desbordados", destacó.

Para garantizar que la carga ha llegado correctamente a su destino, Yape está provisto de un lector que permite que solo quien haya realizado el pedido pueda acceder al depósito de carga del robot mediante un código de acceso enviado por la aplicación de comida a domicilio, que además avisa al destinatario de que el robot está cerca de su casa con 2 minutos de antelación.

El prototipo de Just Eat no ha iniciado todavía sus pruebas en España, aunque la compañía ya probó la automatización del reparto hace 4 años en Reino Unido a través de 10 prototipos del robot Starship, el primer vehículo autónomo en salir del laboratorio y que realizó las primeras pruebas de reparto robotizado en 2016, cuando realizó una prueba piloto para reforzar el servicio postal de Suiza en zonas rurales tras pruebas similares en Reino Unido y Alemania.

Desde entonces, su fabricante, Starship Technologies se ha centrado en investigar su uso en la automatización del reparto de comida a domicilio, como aseguraba su consejero delegado, Lex Bayer, destacando sus posibilidades para la entrega de pedidos de comida a través del uso de las aceras para conseguir su meta de expandirse a 100 campus universitarios de EEUU y Europa.

El robot de Starship Technologies ya transita algunos campus europeos

El robot Starship, que cuenta con una capacidad de carga de 20 kilos y una autonomía de 6 kilómetros, ya se emplea en varias ciudades, como Tallín (Estonia), el barrio londinense de Milton Keynes (Reino Unido) o en varias universidades estadounidenses, donde su uso ha aumentado considerablemente durante la pandemia, según Venture Beat, tras haber realizado pruebas piloto en más de un centenar de ciudades en 20 países.

Dentro de la industria logística, Amazon también ha desarrollado su propio prototipo de robot de reparto, denominado Scout, con un formato y un funcionamiento similar a Starship, con el que ya ha realizado pruebas desde 2019 en varios estados de EEUU como Washington, California, Georgia o Tennessee para medir su funcionamiento en diferentes entornos y condiciones climáticas.

Scout, el robot de Amazon que ya funciona desde 2019

Durante su periodo de pruebas, Scout ha sido acompañado por un operador humano, aunque desde Amazon aseguran que están trabajando en recreación de los entornos en los que tendrá que operar el robot para probar su reconocimiento del espacio y los obstáculos y dotarle de la capacidad para aprender de sus recorridos a través de inteligencia artificial.

Amazon no es la única compañía del sector logístico que se ha embarcado en la experimentación con el reparto automatizado. Este es el caso de la compañía estadounidense FedEx, que desveló a finales del año pasado a su robot Roxo, que llevaba desarrollando desde 2019 para reforzar su reparto urgente de última milla y que cuenta con un sistema de tracción de ruedas móviles que le permite subir escaleras o cuestas.

Además, como el prototipo de Amazon, su diseño ha incluido el uso de inteligencia artificial para responder a los estímulos exteriores que le proporcionan sus sensores, aprender a superar los obstáculos que surjan en su camino y seguir la ruta marcada para el llevar el pedido hasta su destino, contando además con la capacidad de llevar productos calientes. 

Esa funcionalidad también la comparte con R2, el robot repartidor de pizzas desarrollado por la startup tecnológica Nuro para Domino's Pizza, que anunciaban esta misma semana el inicio de su periodo de pruebas en la ciudad estadounidense de Houston, la cuarta más grande de EEUU, aunque con la intención de extender sus servicios a otras áreas del país tras 2 años de desarrollo de su prototipo.

El robot de la startup tecnológica Nuro para Domino's Pizza

Este robot es uno de los que dispone de una mayor capacidad de carga, con hasta 190 kilos, y al igual que otros prototipos, emplea sensores para evitar obstáculos, aunque la compañía ha reconocido que el desarrollo de R2 no supondrá la sustitución de sus repartidores humanos, a los que Domino's prevé recurrir al menos hasta la próxima década, según ha reconocido su consejero delegado, Richard Allison, a CNBC.

Mientras, el prototipo Digit, fabricado por Agility Robotics para Ford, rompe con el esquema de los pequeños vehículos autónomos de reparto con un robot bípedo y dotado de brazos que ya ha sido puesto a la venta a finales de 2020. En este caso, a sus capacidades de reparto se une la posibilidad de coger objetos y moverlos gracias a sus extremidades, que lo convierten en un sustituto robótico para las cargas de almacén.

De hecho, Ford ya ha empleado a Digit para el reparto a domicilio, montándolo en un vehículo de conducción autónoma y empleando al robot para sacar la carga del coche y llevarla hasta la puerta del destinatario para entregarle el paquete en mano, con la limitación de que su capacidad de carga alcanza los 18 kilos de peso. Una imagen futurista que nos acerca a un sector logístico plenamente robotizado y automatizado, indicó Business Insider Espana.

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