La noticia sobre la escasez mundial de chips, que está causa retrasos en la fabricación, cayó como un balde de agua fría en los principales fabricantes del rubro electrónico en el mundo, en un momento en el cual la demanda de este tipo de dispositivos es muy alta.

En un contexto dónde la escasez global dejó incluso a varias fábricas de vehículos inactivas, Intel Corp confirmó que se encuentra en conversaciones con compañías diseñadoras de chips para automóviles con el objetivo de iniciar la producción de semiconductores, los cuales podrían estar listos entre seis y nueve meses desde su inicio en producción.

En el marco de una reunión con funcionarios de la Casa Blanca, el presidente ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger explicó que Intel abrirá su red de fabricación a estas empresas, para brindar ayuda inmediata ante la escasez que interrumpió las líneas de ensamblaje de Ford y General Motors, y empezar a planificar una cadena de suministro.

"Esperamos que algunas de estas cosas se puedan aliviar, no requiriendo una construcción de una fábrica en tres o cuatro años, sino tal vez seis meses de nuevos productos certificados en algunos de nuestros procesos existentes. Ya hemos comenzado esos compromisos con algunos de los proveedores de componentes clave", aseguró Gelsinger a Reuters.

Intel confirmó que se encuentra en conversaciones con compañías diseñadoras de chips para automóviles con el objetivo de iniciar la producción de semiconductores

La semana pasada, General Motors anunció el recorte de su producción en plantas distribuidas en América del Norte dada la falta de semiconductores. Como consecuencia, la especialista en software previó que la falta de procesadores reduciría su utilidad operativa de 2021 entre u$s1.500 millones y u$s2.000 millones, de acuerdo la información que difundida en su reporte financiero de febrero.

Si bien el ejecutivo no nombró a los proveedores de componentes, sí mencionó que los trabajos podrían llevarse a cabo en las fábricas de Intel ubicadas en Oregon, Arizona, Nuevo México, Israel o Irlanda.

La reunión en la Casa Blanca también contó con la presencia de responsables de firmas de tecnología como Alphabet, AT&T, Dell, Samsung y la propia General Motors, las cuales se vieron afectadas por la caída en la oferta de semiconductores, componente clave en las cadenas de suministro estratégicas para el gobierno de los Estados Unidos.

Intel es una de las últimas empresas de la industria de semiconductores con fabricación propia de chips. El mes pasado la compañía confirmó su decisión de facilitar sus fábricas a clientes externos para la producción de componentes asociados.

Los planes de Intel

La decisión de inmersarse en esta industria de parte de Intel, corresponde al objetivo de contrarrestar el dominio de los fabricantes asiáticos de chips, como Taiwan Semiconductor Manufacturing y Samsung Electronics.

Así, Gelsinger también anunció sus planes de invertir hasta 20.000 millones de dólares para construir fábricas en dos nuevas fábricas en Arizona, así como otros lugares de Estados Unidos y de Europa.

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