Steve Hank, profesor de economía aplicada de la Universidad John Hopkins en Baltimore, en los Estados Unidos, calculó la inflación anual argentina para el 2021 en un 91,49 % según sus últimas mediciones al 18 de febrero del 2021, pero, ¿Cómo es que sus resultados difieren tanto de los oficiales?

¿De dónde sale este cálculo?

Hank, quién también se dedica a dirigir el proyecto Monedas en problemas (Troubled Currencies) en la Universidad de Cato en Washington D.C., analiza diariamente la realidad económica de una variedad de países y establece su inflación anual según cálculos realizados utilizando datos de tipo de cambio en combinación con la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA).

Hank ha calculado la inflación anual argentina para el 2021 en un 91,49 %

Esta teoría plantea que una unidad de cualquier divisa debería poder adquirir la misma cantidad de bienes en todos los países y se basa en la ley del precio único, la cual establece que, si un mismo producto no es vendido al mismo precio en todos los mercados, existe un arbitraje y este mercado debe devolver los precios a un punto donde vuelvan a ser iguales al resto.

En el largo plazo el PPA es capaz de explicar el comportamiento de los tipos de cambio.

Según explica Hank, el modelo del PPA es muy confiable para medir la inflación en países con porcentajes mayores al 25 % y puede diferir mucho de los cálculos oficiales, los cuales en la Argentina establecen una inflación anual del 35.8 %.

Mediante el análisis de Hank, las tasas de inflación de los países y las devaluaciones de la moneda coinciden, "de hecho, ambas mediciones están unidas por la cadera como gemelos siameses", escribió el economista.

"Por lo tanto, las devaluaciones de la moneda están asociadas con un aumento de las tasas de inflación y el aumento de las tasas de inflación está asociado con tasas más lentas de crecimiento del PIB per cápita. Entonces, si se desea reducir la tasa de crecimiento del PIB per cápita (léase: prosperidad), las devaluaciones de la moneda serán suficientes", planteó Hank.

El engaño de la devaluación

Ante esto, el especialista prueba que la devaluación de las monedas no hace que un país sea más competitivo internacionalmente: "Si las devaluaciones fueran algo más que un engaño, lugares como Argentina y Brasil serían los lugares más competitivos del mundo, y obtendrían superávits comerciales y de cuenta corriente masivos", ejemplificó.

El economista se refiere a la realidad económica y política argentina de forma diaria en su cuenta de Twitter (@steve_hank), dónde se muestra a favor de la dolarización de la moneda del país.

Su último posteo sobre la actualidad argentina explicó: "después de semanas de huelga, los trabajadores de aceite vegetal de Argentina ganaron un aumento salarial del 35%. Este aumento salarial ni siquiera va a la par con la inflación, que mido en 93,27% /año. Los trabajadores exigirán más legítimamente. Ya es hora de que Argentina aplaste la inflación dolarizándose"

En su "satélite inflacionario" , el cual actualiza a diario, Hank también analiza la situación de muchos otros países con porcentajes inflacionarios superiores a 25 %, algunos de estos son: Venezuela (2285,88 %), Brasil (25,82 %) o Syria (231,27 %), entre otros.

Fuente: cronista.com

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