Luego de la polémica del año pasado, parece que finalmente WeWork está en conversación para volverse una empresa pública y debutar en la bolsa a través de una fusión con un SPAC (Special Purpose Acquisition Company).

La firma de Nueva York también explora la posibilidad de recaudar fondos de inversionistas privados, a poco más de un año de haber fallado en su primer intento de oferta pública inicial (OPI), de acuerdo con una fuente familiar con las negociaciones.

El plan de OPI de la startup de oficinas compartidas se implementó de forma espectacular en octubre de 2019, debido a las extensas críticas contra su modelo de negocios y el estilo gerencial de su fundador Adam Neumann.

¿Dónde está parada WeWork?

Una fuente familiarizada con el tema dijo a Reuters que la compañía había hablado con al menos tres firmas en los últimos dos meses, pero advirtió que estas negociaciones pueden no ser exitosas.

Por efecto de la pandemia y los nuevos hábitos de rabajo, WeWork se encuentra en una posición difícil para seguir operando

Por su parte, el diario Wall Street Journal reportó que WeWork estaba en charlas con un SPAC afiliado a Bow Capital Management LLC, referente a un acuerdo que podría valuar a compañía dedicada al alquiler de oficinas, cerca de los u$s10.000 millones. 

Por otro lado, una vocera de la empresa confirmó en un comunicado que la compañía analiza opciones, incluyendo un trato con una firma de cheque en blanco.

"Durante el año pasado, WeWork se ha mantenido enfocado en ejecutar nuestros planes para conseguir rentabilidad. El significativo progreso que hemos conseguido, combinado con una mayor demanda del mercado por espacio flexible, muestra signos positivos para nuestro negocio", dijo la compañía.

"Continuaremos explorando oportunidades que nos ayuden a acercarnos más a nuestras metas", agregó. 

El caso en España

La filial española del gigante estadounidense de las oficinas de coworking WeWork se encontraba con problemas de liquidez en 2019, según reconoce la empresa en las cuentas de ese ejercicio, recientemente depositadas en el Registro Mercantil. La joven empresa perdió 10,1 millones de euros ese año, que se sumaron a los 7,2 millones de pérdidas de 2018.

El auditor RSM avisa en las cuentas sobre esos problemas, aunque recoge la explicación de la empresa en la que admite que necesita de la inyección de su matriz. "La sociedad ha incurrido en pérdidas que supusieron una reducción de los fondos propios y la existencia de un fondo de maniobra negativo, factores que pusieron en duda el seguimiento del principio contable de empresa en funcionamiento y, en consecuencia, la capacidad de la sociedad para realizar sus activos y liquidar sus pasivos por los importes y según la clasificación con la que figuraban en el balance de situación, que fue preparado asumiendo que tal actividad continuaría", explica la propia WeWork en las cuentas. "El apoyo financiero de la matriz es un factor que tiende a reducir o eliminar la duda sobre la capacidad de la sociedad de continuar como empresa en funcionamiento".

El teletrabajo hogareño debido a las restriciones por el distanciamineto social también han impactado en el modelo de negocios de WeWork

La sociedad también justifica las razones de la situación de la empresa: "El déficit y las pérdidas netas de la sociedad son, principalmente, resultado de las importantes inversiones requeridas para el crecimiento del negocio, incluyendo el aumento del número de localizaciones en las que la opera la sociedad. Tras la apertura en un nuevo mercado, se esperan considerables pérdidas durante los primeros años, dada la considerable cantidad de gastos de desarrollo y alquiler que se producen en el periodo de tiempo transcurrido entre la apertura de una localización en la que se incurre en gastos, hasta que esta es capaz de generar ingresos".

Esta filial, llamada WeWork Community Workspace, reconoce también que en 2020 decidió rescindir uno de los contratos de arrendamiento suscritos durante 2019, el de la calle Llacuna 42 en Barcelona. Concretamente, corresponde a un edificio que desarrolla Inmobiliaria Colonial en el distrito 22@. En España, la empresa dispone de oficinas en alquiler en Barcelona (en seis ubicaciones) y en Madrid, con cinco sedes y la próxima apertura en la calle Goya.

El modelo de negocio de la compañía consiste en alquiler de inmuebles de oficinas que luego realquila como espacios flexibles con diseños atractivos y contratos que pueden ser de corta duración. En las cuentas de la filial española, recoge que en 2019 pagó en alquileres 15,4 millones y obtuvo unos ingresos de 22,3 millones (frente a los 8,4 millones del año anterior). La compañía también avanza que debido a la crisis causada por la pandemia, ha realizado despidos en la plantilla, con un coste de 400.000 euros en indemnizaciones, indicó El País.

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