Para el empresario estadounidense, la emergencia sanitaria podría terminar durante la primavera (nuestro otoño) del próximo 2021: "Para la primavera, los números van a cambiar drásticamente y se podrá volver a la normalidad", comentó el magnate durante una entrevista para NBC.

No obstante, Gates también añadió que "los próximos cuatro o cinco meses serán bastante sombríos". Esto debido a la temporada invernal (en el hemisferio norte). Además, advirtió que, aunque para la próxima primavera la situación podría ser distinta, el regreso a la normalidad será drástico. De hecho, estima que hasta finales del próximo 2021 el mundo podrá ser restablecido.

El ingreso de las vacunas será clave para el escenario de finalización de la pandemia

Otra de las predicciones que habría que resaltar es que, a mediados de septiembre, el fundador de Microsoft vaticinó que la vacuna de Pfizer sería la primera en estar disponible. Incluso, durante una entrevista realizada con la cadena CNBC, Bill Gates comentó lo siguiente: " Creo que una vez que entremos a diciembre o enero, es probable que al menos dos o tres busquen la aprobación, si son efectivas. Tenemos los ensayos de fase 3 en curso. La única vacuna que, si todo sale bien, podría solicitar entonces la licencia de uso de emergencia a finales de octubre sería Pfizer".

No obstante, el filántropo estadounidense no desestimó a otras vacunas. De hecho, comentó que, durante una segunda etapa, le seguirían a Pfizer las de AstraZeneca y la de Oxford, indicó Alto Nivel.

Bill Gates también vislubra cuál será el escenario postpandemia

Época de cambios

Un nuevo paradigma laboral podría añadir más problemas para un sector que intenta superar la fuerte caída de los ingresos con la reducción de tráfico aéreo debido a la pandemia, que podría comenzar a resolverse con la distribución masiva de la vacuna a partir de la segunda mitad de 2021.

Gates también reconoció en la conferencia celebrada hoy sus limitaciones a la hora de predecir comportamientos y confesó: "No habría pensado que llevar mascarilla se iba a convertir en algo tan controvertido" y tampoco que la administración de Donald Trump apoyara una opinión tan "salvaje y extrema" a la hora de enfrentarse a la pandemia. 

El magnate también dijo que el sentimiento antimascarilla es más fuerte en Estados Unidos que en otros países y reconoció que no está claro si esto se debe a la posición adoptada por el gobierno de Trump o por el sentimiento individualista de los estadounidenses.

La pandemia está fuera de control en la mayor parte de Estados Unidos y ha dejado ya más de 11 millones de infectados y casi un cuarto de millón de muertes, con muchos hospitales al borde del colapso.

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