El Gobierno porteño presentó este viernes el Presupuesto 2021 para la Ciudad de Buenos Aires, que contempla gastos por más de 612 mil millones de pesos y un nuevo impuesto del 1,2% a los compras que se hagan con tarjetas de crédito.

Según indicaron desde el Ejecutivo, para el 2021 se estipuló "un presupuesto de contingencia y con medidas transitorias" que se encuadran en un plan diseñado para equilibrar las cuentas que estaban planificadas previamente a la decisión del Gobierno nacional de redirigir un porcentaje de la Coparticipación que percibía la Ciudad.

Así y sumando también otros factores, como la posibilidad de que cambie el mecanismo de transferencia de fondos para el área de Seguridad en la Ciudad -que evalúa el Congreso nacional-, se avanzó en una reformulación del plan de Gobierno.

Cada banco decidirá si translada el impuesto al consumidor final

De esta forma el nuevo gravamen se aplicará directamente sobre el total del resumen mensual aunque excluye a los consumos con tarjeta de débito.

Sobre si los bancos trasladarán este nuevo costo a sus clientes, desde el Gobierno porteño indicaron que "lo resolverá cada entidad financiera".

Esto seguramente traerá aarejado que los usuarios comiencen a volcarse más al uso de tarjetas de débito u otro medios digitales para compras y transacciones electrónicas

A eso se le suma otra medida tomada desde este mes gravando con el Impuesto sobre los débitos y créditos bancarios a los pagos en que se usen mecanismos electrónicos efectuados por las personas y las empresas, se generó una luz roja para los contribuyentes. Los inscriptos y los consumidores finales sufrirán la retención del 1,20%, mientras que a los monotributistas se le aplicará la alícuota reducida del 0,50%, de la misma manera que se hace en los movimientos bancarios. Si la transferencia se efectúa entre dos cuentas de la misma persona no surgiría el impuesto.

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