La conectividad fue crucial para sobrevivir en la pandemia. Permitió a los argentinos seguir en contacto con familiares y amigos, adquirir productos de primera necesidad y trabajar, estudiar y entretenerse pese al confinamiento.

La preocupación de los operadores ante el repentino incremento del tráfico se fue disipando con el correr de los días, al comprobar que las redes resistieron la demanda y, salvo casos puntuales, continuaron ofreciendo las prestaciones a sus usuarios sin mayores inconvenientes.

Sin embargo, la pérdida y la disminución de ingresos de un gran porcentaje de la población afectada por la pandemia que debió recortar gastos, y la imposibilidad de incrementar las tarifas, dejó a los proveedores de servicios de telecomunicaciones en una posición complicada.

El último cimbronazo llegó con el decreto de necesidad y urgencia que declaró servicio público esencial a estas prestaciones y congeló nuevamente los precios de la telefonía fija, celular, Internet y televisión paga hasta el 31 de diciembre.

Tal como había sido pactado al principio de la cuarentena, los operadores actualizaron los precios y algunos ya habían enviado las facturas con los nuevos importes, pero fueron obligados por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) a devolver el costo extra.

Sin embargo, en el sector se encendieron las luces de alerta ante tarifas que quedaron muy detrás de la inflación y en el que el mantenimiento de la red requiere de fuertes inversiones en dólares.

Según el índice de precios del INDEC, los servicios de comunicaciones ocuparon el segundo lugar entre las menores subas del año, con 8,3%, menos de la mitad del índice general (19%) y cuatro veces inferior a indumentaria (32%), el rubro de mayor evolución en el año.

Cuánto cuesta la canasta

Si se tiene en cuenta una familia tipo integrada por dos adultos y dos adolescentes que tienen TV Paga, Internet, teléfono fijo en el hogar y un abono celular cada uno, la canasta tecnológica insume por todos los servicios entre $6.000 y $7.500, según el operador y paquete elegido.

En su página web, Claro ofrece planes control de 3GB por $1.090 mensuales que incluye roaming de datos en países limítrofes. Los dos hijos de la familia, entonces, estarían pagando por ese concepto $2.150 al mes.

Los dos adultos, en cambio, abonan $3.100 por la contratación de dos packs control 5GB ($1.550 cada uno) con roaming incluido en América. Hasta aquí, una familia tipo desembolsa la suma de $5.250 sólo por telefonía celular.

Si a esto se añaden los servicios para el hogar, serían otros $2.399 por la contratación de un plan de 50MB y telefonía fija a $999, más $1.400 mensuales por la contratación de TV HD. Pero hay letra chica: sólo está disponible en algunos partidos del Conurbano y algunas capitales del Interior. En total, esta familia estará desa$7.649 mensuales.

Movistar, por su parte, ofrece abonos de telefonía móvil de 3GB y 5GB a $1.099 y $1.649 respectivamente. Por lo tanto, el costo total de planes celulares para los cuatro miembros del hogar será de $5.496 mensuales.

En cuanto a la oferta de servicios residenciales, el operador ofrece un combo de Internet Fibra simétrica más Movistar Play Box 50MB a $4.834, que al restarle la bonificación del 60% por 12 meses se ubica en casi $2.000.

Sumados los planes de celular y los servicios hogareños –que también están sujeto a cobertura en el AMBA–, el valor total de la canasta tecnológica es de $7.430 por mes.

Por último, Telecom propone una oferta más completa en el plano residencial: es el que provee mayor cobertura geográfica en Capital, Conurbano y los principales centros urbanos del país.

Un servicio de TV, Internet y celular para una familia tipo arranca en los 5.100 pesos

Los usuarios que ya contratan Fibertel, por ejemplo, tienen la posibilidad de armar combos con descuentos que varían según la oferta y se ubican entre el 20 y el 45 por ciento.

En telefonía móvil, propone planes 3GB desde $1.100 que, con la bonificación incluida, se reducen a $550; o $1.550 ($775 con descuento) para planes 5GB. Con estos valores, una familia tipo estaría desembolsando la suma de $2.650 en concepto de servicio celular.

En el hogar, los clientes pueden acceder a abonos de Internet de 50MB a $2.606 que, con una bonificación del 25%, llegan al usuario por $2.015 mensuales. El servicio de TV clásico se ofrece por $1.505 con un descuento del 20% ($1.238 final) y Flow a $2.405 por mes.

El desembolso mensual será entonces de $3.253 (por Internet 50MB TV clásico) y, al sumar los abonos de telefonía móvil, da un total de $5.903.

Sin embargo, los abonados tienen la posibilidad de contratar combos para ajustar todavía más el valor mensual de su canasta tecnológica. Algunas de estas opciones son: Internet 50MB Flow $5.091, que con el 40% de descuento queda a $3.055, o Internet 50MB TV clásico $4.271 ($2.563 final por mes con una bonificación del 40%).

Mientras que el pack Móvil 3G Internet 50MB Flow se ofrece por $6.191 que, con un descuento del 45%, queda a $3.005. A este monto deberán adicionarse los abonos de celular de los otros tres miembros de la familia.

Oferta para aliviar la crisis

Hoy es casi imposible que un usuario no goce de algún descuento al contratar un servicio y cada vez más argentinos llaman al centro de atención de su proveedor para extender las tarifas bonificadas una vez terminada la promo.

Las últimas medidas dispuestas por el Enacom (congelamiento de tarifas, prohibición de corte del servicio y "planes inclusivos") trajeron cierto alivio a los usuarios que estaban teniendo problemas para afrontar el costo de los servicios.

Sin embargo, en el sector advierten que sostenerlas en el tiempo generará dificultades en la operación de las compañías cuyo esquema de costos tiene un alto componente en moneda extranjera.

De este modo, el DNU que declara a las telecomunicaciones como servicio público esencial causó un gran malestar entre los operadores que ya venían con un rezago en sus tarifas.

Enrique Carrier, experto en telecomunicaciones, advierte a iProUP que el valor del servicio de telefonía móvil es el más atrasado y, según cada operador, los últimos aumentos se dieron en diciembre y marzo.

Según el consultor, las empresas están impactadas por la medida en al menos dos aspectos: "Por un lado, les pega el incremento de la morosidad por el contexto y, por otro lado, la inflación del 40% anual que, sumado a las tarifas congeladas, genera que cobren cada vez menos".

Otro punto que juega en contra es el precio mayorista en dólares que las compañías de telecomunicaciones pagan por el ancho de banda o las señales de televisión.

En ese sentido, Marina Rosso Siverino, vicepresidenta del Departamento Técnico del Centro Argentino de Ingenieros y titular de la consultora TITICOM, confía a iProUP que, con las fluctuaciones del tipo de cambio, se encarecen los servicios y el costo es absorbido por los operadores.

Las empresas de comunicaciones alertan que el congelamiento de tarifas redundará en menores inversiones en la red

"Para los grandes es una reducción de la rentabilidad y para los más chicos puede llegar a ser una pérdida de la prestación", advierte.

Además, la experta añade que el aumento del combustible, casi el único incremento de precios autorizado, encarece todavía más las tareas de mantenimiento porque los técnicos se movilizan en auto.

"Es difícil la ecuación económica del proveedor. La industria de las telecomunicaciones es un ecosistema enorme donde, en general, las más grandes subcontratan el mantenimiento y son las empresas subcontratistas quienes reciben el impacto", afirma la ingeniera.

Los entrevistados coinciden que el sector telco requiere fuertes inversiones y mantenimiento y que, en el mediano plazo, el hecho de no poder fijar sus tarifas puede resultar en un freno o reducción de los desembolsos y en un atraso que será difícil de remontar.

"Salir de ese retraso es complicado porque es como acumular presión en una olla. En algún momento te quedás sin servicio como pasó con la electricidad, o después te viene un tarifazo. Son políticas que no son sostenibles en el tiempo y es difícil salir sin un gran sacudón", opina Carrier.

Rosso asegura que la morosidad a raíz de la crisis económica generada por el coronavirus golpeó más a las grandes porque, debido a su mayor estructura, "tienen una menor personalización del servicio" que los chicos, que "ofrecen planes de pago".

Si bien es probable que, de no haberse establecido el congelamiento de las tarifas los usuarios hubieran tenido todavía más dificultades para sostener el servicio en un contexto de disminución del empleo, el escenario postpandemia es incierto.

Hasta enero 2021, al menos, los argentinos seguirán pagando el mismo precio por sus prestaciones tecnológicos. Pero las tarifas congeladas, los proyectos de inversión de las compañías en stand-by y la coyuntura económica conforman un cóctel que podría afectar el nivel de servicio.

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