Google y Apple anunciaron el pasado viernes un acuerdo para desarrollar una solución con la que detectar el contacto con casos de coronavirus cercanos a través del celular, en el que introducirán protocolos para proteger la privacidad y seguridad de los usuarios.

En un comunicado conjunto, ambas compañías estadounidenses aseguraron que sus desarrolladores de software trabajarían en esta tecnología, con el objetivo de ayudar a gobiernos, instituciones sanitarias y ONG que combaten la pandemia.

La práctica totalidad de los dispositivos electrónicos actuales, incluidos los teléfonos móviles inteligentes, cuentan con un chip Bluetooth. La tecnología de Google y Apple se basa precisamente en el protocolo Bluetooth Low Energy (BLE), creado en el año 2006 y que se distingue de la versión original en que reduce el consumo de energía necesario.

Cuando dos usuarios que lleven su teléfono se encuentren cerca durante un tiempo, el protocolo Bluetooth Low Energy permitirá que los dispositivos intercambien una información conocida como "beacons" o balizas. Estas balizas, que cambian cada 15 minutos, según explicó Apple, quedan almacenadas en un historial que recoge las personas con las que ha estado en contacto un usuario. Asimismo, se genera también una clave generada una vez por dispositivo cada 24 horas.

De esta manera, cuando una persona sea COVID-19 positivo, ella misma será la que pueda introducir esta información en una app de las instituciones sanitarias de su país o región. En este momento, las balizas y las claves se combinan, y las personas con las que el contagiado haya estado en contacto reciben una notificación de advertencia, en la que las instituciones sanitarias de su país le dirán qué hacer a continuación, informó Clarín. 

Uno de los aspectos en los que más énfasis hicieron es que "la privacidad del usuario y la seguridad serán centrales para el diseño" de esta nueva solución contra el coronavirus. Como explica Google en un documento técnico, esta herramienta necesita el consentimiento explícito de los usuarios y no recoge información con la que pueda identificarse a una persona ni los datos de ubicación.

Para preservar la seguridad, los datos no abandonan el dispositivo y las personas que dan positivo en COVID-19 no son identificadas a otros usuarios ni tampoco a Google y Apple. Asimismo, la información se usará solamente para que las autoridades sanitarias puedan informar a los usuarios de que estuvieron en contacto con una persona que dio positivo por el virus.

La herramienta de Google y Apple no es una aplicación en sí misma, sino un conjunto de interfaces de programación de aplicaciones (API). Por lo general, los dispositivos de Google y Apple usan API diferentes, pero en este caso, las soluciones para el rastreo de contagiados, que según el comunicado estarán disponibles en mayo, serán compatibles con iOS y Android.

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