La suba de las tasas de interés que atravesó la economía hasta el cierre del proceso electoral impactó de lleno en la capacidad de pago de las familias, elevando la mora crediticia tanto en bancos como, especialmente, en entidades no bancarias.
El deterioro fue más pronunciado en billeteras virtuales, financieras y cooperativas, donde el atraso en los pagos creció con fuerza en pocos meses, reflejando el estrés financiero de los hogares ante costos de financiamiento crecientes.
De acuerdo con el último Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central, procesado por la consultora EcoGo, la irregularidad crediticia en estas entidades pasó de 7,4% en noviembre pasado a 20% en octubre, casi triplicándose en once meses.
Más deuda, menos margen para los hogares
El financiamiento por fuera del sistema bancario continúa siendo una herramienta central para las familias, que mantienen niveles de endeudamiento históricamente elevados según datos oficiales del Banco Central recientemente publicados.
El stock de crédito no bancario se ubica cerca de los 12,2 billones de pesos, un monto que equivale aproximadamente al 1,3% del Producto Bruto Interno, confirmando la magnitud que alcanzó este segmento dentro del mercado financiero local.
Un análisis de la consultora EcoGo, dirigida por Marina Dal Poggetto, señala que al sumar deudas bancarias y no bancarias, el pasivo de los hogares ya representa el 137% de sus ingresos totales.
Si bien no todo ese endeudamiento se encuentra en situación irregular, el peso relativo creció con fuerza: doce meses atrás superaba apenas el 100% de los ingresos, evidenciando un deterioro sostenido de la solvencia familiar.
La situación es aún más delicada entre trabajadores informales y cuentapropistas, donde el nivel de endeudamiento alcanza el 143% de sus ingresos, reflejando mayor vulnerabilidad frente a subas de tasas y menor estabilidad laboral.
En contraste, los bancos tradicionales muestran una mora menor, del 4,4% según EcoGo, frente al 20% registrado en entidades no bancarias, una brecha explicada por mejores mecanismos de cobranza y tasas relativamente más bajas.
Por qué los bancos resisten mejor la mora
Desde el Gobierno explican que los bancos cuentan con mecanismos de cobro más eficientes, como el débito automático en cuentas sueldo o cajas de ahorro, que reducen el riesgo de incumplimiento.
Además, al ofrecer tasas de interés más bajas que las alternativas no bancarias, los clientes priorizan mantenerse al día para no perder el acceso a un canal de financiamiento más barato.
El deterioro del perfil crediticio también es evidente fuera del sistema bancario: la deuda incobrable pasó del 2,8% al 5,6% en un año, duplicándose rápidamente.
Las deudas consideradas de "riesgo alto" crecieron aún más, al pasar del 2,5% al 8% del total otorgado por billeteras virtuales, financieras, cooperativas y cadenas comerciales.
En promedio, cada cliente acumula deudas por $5,6 millones, considerando tanto créditos bancarios como fintech, en un contexto donde la tasa de interés llegó a cuadruplicar la inflación.
La señal de alerta del Banco Central
La semana pasada, el Banco Central advirtió que la mora en los créditos a los hogares volvió a incrementarse en octubre, alcanzando niveles que no se observaban desde hacía más de una década.
Según el organismo, cerca del 8% del total de préstamos otorgados por bancos tradicionales presenta problemas de cobranza, un dato que confirma el deterioro del frente crediticio incluso dentro del sistema regulado.
Al desagregar la información, el atraso en los pagos de las familias se ubicó en 7,8%, mientras que en el segmento corporativo la mora resultó significativamente menor, con un registro de apenas 1,9%.
La comparación interanual muestra un salto abrupto: doce meses atrás, la mora de los hogares apenas superaba el 2%, marcando un cambio profundo en el comportamiento del crédito minorista.
El informe oficial agregó que la mora total del crédito al sector privado llegó al 4,5% en octubre, lo que implicó una suba de 0,4 puntos porcentuales respecto de septiembre.