La Resolución General Nº1081/2025 de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que habilita la tokenización de activos tradicionales, abrió la posibilidad de un mercado financiero capaz de operar las 24 horas, en sintonía con la dinámica del ecosistema digital. Con esta medida, Argentina se posiciona como referente regional en innovación financiera.
En la primera edición de la Fintech Session, Marcos Schefer, Jefe Global de Mercados y Trading de Ripio, subrayó que la normativa publicada en agosto "habilita la conversión entre el activo tradicional y el activo digital y permite que la liquidez pueda fluir del mercado tradicional al nuevo mercado digital".
La regulación contempla la tokenización de una amplia gama de instrumentos como acciones, bonos, fideicomisos y fondos cerrados.
"El nivel de apertura y de interoperatividad que plantea la norma en Argentina no se vio afuera", señaló el ejecutivo en diálogo con Ámbito.
Schefer destacó además que el país "es punta de lanza con lo que permite esta regulación" y añadió: "En Suiza y Brasil hay ejemplos de activos que nacen tokenizados, pero no de la tokenización de un activo que ya existe".
En esa línea, mencionó que Ripio ya lanzó una versión tokenizada del bono AL30 y que la compañía planea sumar más instrumentos en el futuro.
Un mercado abierto todo el día
"La idea es que eventualmente podamos llegar a tokenizar todo el mercado", enfatizó Schefer. Y explicó que la intención de Ripio es que su exchange "se pueda transformar en el principal mercado de activos tokenizados, con el objetivo de que se nuclee la liquidez tanto de los 'players' del mercado local como los del mercado digital".
El desafío, sin embargo, es la liquidez "porque para que esté tokenizado, tiene que estar bloqueado por el activo en caja, por ende, alguien tiene que tener ese stock de activos", explicó.
En ese punto, Schefer señaló que las Alycs y sociedades de bolsa tienen una oportunidad clave: "Ahí es donde aparece la gran oportunidad para las Alycs y de los jugadores del mercado tradicional para poder traer esa liquidez, haciendo una conversión de su stock de activos tokenizados y arbitrando contra el mercado tradicional".
Para él, estas entidades podrían seguir ofreciendo servicios incluso después del cierre del mercado convencional.
No obstante, advirtió que los primeros pasos no estarán exentos de riesgos "porque si hay pocos comprando y pocos vendiendo el precio va a ser un disparate, pero a medida en que se empieza a darle liquidez, ese precio se debería ir normalizando".
Interés creciente, adopción incipiente
El interés por los activos digitales crece en la Argentina, pero el uso real todavía está lejos de consolidarse.
Una encuesta reciente de EY y Taquion muestra que cuatro de cada diez argentinos expresan interés en la tokenización de activos, pero solo el 17% admitió haber utilizado estos instrumentos para ahorro, inversión o trading.
Ese contraste abre la puerta a una oportunidad enorme para el sistema financiero: hay demanda latente, pero falta transformación real en productos accesibles y de confianza.
La misma encuesta señala que 58% de las personas desea que los bancos tradicionales ofrezcan servicios de tokenización, y esa cifra sube a 68% entre la generación Z (18-29 años).
La generación más joven marca una diferencia clara. Su expectativa de aumento de interés en activos digitales se ubica en 77% para los próximos dos o tres años.
Esa visión, contrastada con segmentos adultos, muestra que el cambio cultural ya está en marcha. Para muchos jóvenes, la adopción de criptomonedas y la tokenización no son conceptos exóticos, raros o "de nicho", sino herramientas financieras plausibles.
Entre las pymes hay una señal parecida, aunque más tibia: el 62% de las empresas considera probable o muy probable que los activos digitales se integren en la economía en los próximos años. Sin embargo, el uso actual es bajo: solo el 8% afirmó tener o utilizar cripto, y un 22% reconoció haberlo considerado, sin todavía dar el paso.
Una de las conclusiones más claras del estudio es que los encuestados confían más en los bancos que en otros intermediarios para custodiar activos tokenizados.
Cuando la pregunta estuvo relacionada con los mayores riesgos o motivos para no adoptar activos digitales, la respuesta más frecuente es el miedo a fraude o hackeo (46%), seguido por la percepción de falta de regulación clara (33%) y la dificultad de convertir activos a pesos o a dólares (26%).
Entre las pymes, los frenos son más internos que externos. El 73% admite que su conocimiento sobre activos digitales y tokenización es bajo o nulo. Los principales motivos que frenan decisiones en este segmento son:
- Falta de comprensión interna (44%)
- Riesgos de seguridad (37%)
- Incertidumbre legal (33%)