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En un contexto de persistente volatilidad económica en la Argentina, la caída del poder adquisitivo se volvió una preocupación constante para los ciudadanos desde hace mucho tiempo.
Por este motivo, los argentinos buscan opciones que les permitan ahorrar y que sus ingresos no sucumban ante la devaluación y la inflación mes a mes.
En el mundo de las inversiones, uno de los instrumentos a los que se apuesta cada vez más son los botes, los cuales son una opción que permite diversificar el portafolio y generar rendimientos atractivos.
Concretamente, los botes son bonos que pagan una tasa fija, predeterminada de antemano. En el contexto de inversiones, el término "bote" se utiliza como metáfora para describir fondos o activos que actúan como refugio seguro durante tiempos de incertidumbre económica.
Durante el primer semestre de 2024, estos bonos mostraron un retorno de 110% en pesos, equivalente a aproximadamente a un 50% en dólares. Este tipo de inversiones son buscadas por su estabilidad y seguridad en épocas de volatilidad.
Generalmente, los activos considerados refugio, como bonos gubernamentales e instrumentos de renta fija, tienden a ofrecer rendimientos más modestos pero estables.
Para invertir en botes, en el contexto financiero argentino, el ahorrista argentino puede acudir a varios instrumentos como:
Certificados de Depósito Argentinos (Cedears)
Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (LECAPs)
Inversiones en Granos
Inversiones en Dólares
Existen diversas plataformas y brokers que facilitan la inversión en esta clase de instrumentos tales como:
Según expertos, en Argentina, los bonos y las acciones seleccionadas cuidadosamente pueden generar un aumento en su valor del 11% al 28%, dependiendo de las condiciones del mercado y la estrategia de inversión aplicada.