Mastercard acaba de anunciar que sus tarjetas ya no contarán con la banda magnética.La medida afectará a todas las tarjetas de crédito y débito, y se implementará a lo largo de la próxima década; el plan es que, para el 2033, Mastercard no tenga ninguna tarjeta con banda magnética.
La banda magnética ha caído en desuso en la última década, por la llegada de nuevas tecnologías de identificación que permiten aceptar obtener los datos de pago sin necesidad de leerlos directamente de la banda.
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La banda magnética ha sido sustituida en gran medida por el chip EMV.
Había problemas
Pasar la tarjeta por un lector magnético siempre ha sido algo problemático, incluso desde su nacimiento en la década de los 60, especialmente conforme pasa el tiempo y la tarjeta sufre los daños propios del uso; pero en su día, era la mejor alternativa para registrar pagos de manera rápida y directa.
Estaba basada en la misma tecnología de las cintas magnéticas usadas en ordenadores para grabar información, y fue desarrollada por ingenieros de IBM. En la cinta estaba grabada la información de la tarjeta y la entidad emisora; de esta manera, no era necesario hacer una copia de la tarjeta y comprobar la información del pago manualmente con el banco, como antes.
La banda magnética ha sido sustituida en gran medida por el chip EMV, que ya ha sido adoptado por todas las plataformas de pago por su seguridad y facilidad de pago, al precisar sólo la introducción de un número PIN secreto para autorizar la transferencia. Además, en los últimos años los pagos "contactless" han ganado una gran importancia, especialmente en tiempos de pandemia.
Según Mastercard, el 86% de las transacciones en persona se realizan con el chip EMV, y los usuarios lo prefieren por la seguridad añadida, aunque aún quedan quienes prefieren el método tradicional. Por eso, el proceso de eliminación de la banda magnética será muy largo, dando oportunidad a clientes y entidades a adaptarse a los nuevos tiempos.
El proceso dará inicio en el 2024; a partir de entonces, las entidades podrán elegir no incluir una banda magnética en las tarjetas que ofrezcan a sus clientes. No será obligatoria, pero podrán seguir incluyéndola si quieren. Sin embargo, para el 2033 tendrán que realizar la transición, cuando ninguna tarjeta Mastercard de crédito y débito podrá tener banda magnética.
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De ahora en más será contacless.
Evolución de la tecnología de tarjetas de crédito
En la década de 1960 a un ingeniero de IBM llamado Forrest Parry se le atribuye la colocación de cinta magnética en la parte posterior de las tarjetas para que los consumidores "pasen" su información en un terminal de punto de venta. La cinta magnética se usó originalmente para almacenar información de audio y Parry estaba jugando con formas de que contenga información del titular de la tarjeta para colocarla en una tarjeta de crédito. Según la leyenda, fue la esposa de Parry la que sugirió que planchara la cinta sobre la tarjeta, dando así nacimiento a la banda magnética.
A medida que las tarjetas de crédito se hicieron más populares, aparecieron más estafadores que querían robar la información de otros usuarios. El fácil acceso de deslizar una tarjeta significaba que los ladrones podían usar una tarjeta que encontraron o robaron y se desarrolló un proceso llamado "skimming" en el que un ladrón podía robar la información con su propio lector para robar la información del titular de la tarjeta.
En Francia, en 1984, se desarrolló una tecnología más segura cuando se integraron microprocesadores en tarjetas que podían ser leídas por terminales de pago especializados. En 1994, todas las tarjetas de crédito y débito en Francia empleaban esta tecnología que, combinada con un PIN o número de identificación personal, agregó capas adicionales de protección al proceso de pago.
Tras estas innovaciones otros países comenzaron a crear sus propios chips para tarjetas de crédito pero que no eran compatibles entres sí.. La necesidad de un sistema de pago estandarizado se convirtió en un problema mundial y en 1994 tres procesadores de pagos internacionales, Europay, MasterCard y Visa se organizaron para desarrollar un sistema de chip globales para sistemas de pago.
En 1996, se lanzaron las primeras especificaciones para chips EMV, y las versiones posteriores se lanzaron posteriormente. El avance más significativo se produjo con la llegada de los sistemas de pago sin contacto, esto podría hacerse con Near Field Communication (NFC), un tipo de radiofrecuencia que se usaba para que el chip de una tarjeta y el punto de venta pudieran "hablar" entre sí.
Con el tiempo, la información de la tarjeta podría almacenarse en teléfonos inteligentes y dispositivos portátiles y ser leída por terminales que utilizan la misma tecnología NFC.