Internet es un medio democratizador. No obstante, las redes sociales llevaron esta idea un nivel superior. Si se toma a Instagram como ejemplo, existen muchísimas cuentas que fomentan la formación en diversos campos, y uno de ellos son las finanzas.

En base a esta tendencia, y la necesidad de aprender en dónde invertir y cómo manejar los ahorros, el mundo de las finanzas empezó a poblarse de mujeres que, desde sus redes, comenzaron a compartir sus tips y vivencias a la hora de abordar este tema, que todavía es muy complejo para muchas personas.

¿Por qué es importante la educación financiera?

En una charla con iProUP, Sabrina Castelli, Founder & CEO de Mujer Financiera, destaca que "desde Mujer Financiera comprobamos que 7 de cada 10 mujeres que acceden a educación financiera logran aumentar sus ahorros o empezar a ahorrar por primera vez en sus vidas". "Esto tiene un gran impacto en primer lugar porque cuando las mujeres acceden a ahorros, luego puedo acceder a productos y servicios que, de otra forma, no sería posible", añade.

Además, Castelli, que cuenta con 176k de followers en Instagram, explica que en segundo lugar, la educación financiera es importante porque está comprobado que las mujeres reinvierten el 90% de sus ingresos en alimentación, salud y educación para sus familias, lo cuál resulta fundamental para romper el círculo de la pobreza y generar igualdad de oportunidades.

En sintonía con Castelli, iProUP también conversó con Julieta Caminetsky, economista, docente y fundadora de FinanzasFem, y resalta que piensa a la educación financiera "como una herramienta para tomar mejores decisiones y como una excusa para discutir muchos otros temas, como determinados mandatos y patrones culturales y familiares muy arraigados". Por ejemplo, que los "ladrillos" (inmuebles) son la mejor inversión, que hay que tener una casa propia o que un auto es una inversión, o qué tipo de consumo realizamos y para qué".

Por otro lado, Caminetsky agrega que hay un consenso sobre que las herramientas financieras deberían funcionar con 3 objetivos diferentes:

Además, la economista afirma que "se debe fomentar la educación financiera, dejar de creer que bancarizar a todos es inclusión financiera y, sobretodo, creer que la gente aprende sola".

"Las personas quieren estas herramientas porque saben que les van a servir para toda la vida, pero necesitan entrar a un mundo desconocido en forma paulatina y acompañadas, están poniendo en juego años de confort y su patrimonio, aparecen el miedo y la ansiedad. No sirve decirles que 'es fácil, mirá hacés así y asá y listo', ni tampoco que 'es difícil e inalcanzable'", explica.

"La educación financiera debería estar en manos de educadores con conocimientos de finanzas, y no en personas expertas en finanzas sin conocimientos de pedagogía. Entiendo que hay que enseñar a pensar para generar un pensamiento crítico y que las personas no compren recetas universales de cómo hacerse millonarias, sino que puedan tomar decisiones estratégicas aún cuando ya no estemos allí acompañándolas", suma la creadora de la cuenta, que posee 13,8k de followers en Instagram.

Para Caminetsky, es importante entender la mayor parte de su comunidad son mujeres de entre 25 y 35 años, personas que tienen ahorros y quieren organizar sus finanzas para empezar a invertir.

"Pero para poder mejorar radicalmente el indicador de analfabetismo financiero, que en Argentina es del 72% de la población adulta, también estamos trabajando con adolescentes de los últimos años de la escuela secundaria, porque a partir de los 13 años ya se puede tener una cuenta bancaria en forma gratuita. Esto nos da pie para trabajar fuertemente en educación financiera temprana y que su incursión en las finanzas sea de manera consciente y responsable", agrega.

Por su parte, Castelli expresa que: "En la Argentina la brecha de ingresos a nivel nacional entre hombres y mujeres asciende a 29,2 p.p., indicando que en promedio las mujeres tienen un ingreso que representa el 70% del ingreso de los hombres".

La especialista explica que esta brecha se replica en todas las regiones, los rangos etarios (siendo más pronunciada entre los jóvenes y los adultos mayores), los estratos de ingresos y los tipos de hogares. Pero además, se debe tener en cuanta a las diferencias en el nivel de ingresos, sumadas a las menores tasas de actividad y empleo registradas para las mujeres, repercuten negativamente en sus posibilidades de acceder a financiamiento.

"Las mujeres en la Argentina no son ajenas a lo que ocurre con sus semejantes en el mundo: (i) registran mayores niveles de desocupación (10,8% vs 8,9% de los hombres) y de informalidad (36% vs 34,2%); (ii) perciben salarios, en promedio, un 29% menores que los de los hombres, brecha que se amplía para las asalariadas informales (35,6%). Además, su principal ocupación es el servicio doméstico remunerado, representando el 21,5% de las asalariadas, y, entre las trabajadoras de casas particulares, una gran proporción no posee un empleo formal (72,4%)", señala Castelli.

Algunos tips para arrancar

Más allá del panorama que ambas especialistas brindaron, Caminetsky considera que se deben tener en cuanta varios factores a la hora de decidir si se quiere invertir o no. La economista brindó algunos tips introductorios fácil de aplicar.

"Primero hay que preguntarse si está dispuesta a cambiar algo y a resignar actitudes perjudiciales para salir de donde está, y animarse a estar un poquito mejor cada día. Después toca organizar las finanzas personales, tener una planificación de ingresos, gastos y ahorro, ahorrar siempre antes de gastar (lo mínimo posible pero antes), plantear objetivos financieros, leer el diario todos los días, conocer el nivel de riesgo que está dispuesta a asumir, evaluar las alternativas de inversión para ese perfil, para recién luego invertir diversificando en un conjunto de activos, y por último monitorear tanto los rendimientos como sus emociones para poder estar tranquila ante cierta volatilidad", apunta.

Por su parte, Castelli cree que hay 3 consejos que son  fundamentales.

Te puede interesar