En el momento en el que Enric Asunción y Eduard Castañeda se pusieron manos a la obra, tenían una idea clara. De ninguna manera iban a seguir el camino de lo que estaban haciendo quienes iban a ser sus competidores.

La conversación que iniciaron desde hace unos seis años tomó forma en Wallbox y está valorada en u$s1.500 millones, al menos para los cuatro fondos de inversión liderados por Kensington Capital Partners que han decidido entrar en el capital con una inversión de u$s330 millones y acompañar a la empresa española hasta el parqué de Wall Street.

Luego de haber estado tres años trabajando en Tesla, Asunción, conoció a Castañeda, que trabajaba en el CSIC en proyectos de celdas de baterías. Ambos congeniaron y hablaron de la posibilidad de crear el mejor cargador para coches.

Luego que ambos renunciaran a sus trabajos, y que los contratos los atrasaran para poder emprender el proyecto durante unos meses, lo acabaron poniendo en marcha junto a Jordi Cano, Aleix Rull (todos ellos con cargos en la empresa) y el padre de Asunción, que había trabajado durante años en la industria auxiliar de la automoción, como accionistas.

"Los unicornios no existen. Nosotros, sí", expresó Asunción, "no nos gusta especular con el valor de la compañía, nos importa el valor a largo plazo", agregó para el medio Español El País.

"Wallbox tiene productos superiores y es un negocio superior", afirmó ante analistas el consejero delegado de Kensington, Justin Mirro. Una de las ventajas de la empresa es que sus puntos de recarga, dijo, son un 40% más baratos de lo que pueden hacerlos sus competidores.

Por otro lado, Asunción explica que esto es asi por su tecnología y por la simplicidad de diseño de su conector, que lo hace más pequeño, menos pesado y mucho más sencillo de producir.

Planes a futuro

Por otro lado, la empresa facuró el año pasado u$s24 millones y prevén este año cerrar con u$s79 millones. Tienen vendidos 8.000 puntos de recarga para la calle, su última creación, con los que tienen asegurados unos ingresos de u$s130 millones.

Pero las expectativas del vehículo eléctrico van mucho más allá ya que, según sus previsiones, hasta 2030 el mercado mundial demandará 280 millones de puntos de recarga y ellos solo prevén vender 4,5 millones hasta 2027. Para entonces, su plan de negocio prevé alcanzar los 2.100 millones de euros de facturación, habiendo superado la barrera de los u$s1.000 millones en 2025.

En esta nueva etapa, se sumó al grupo a Janus Henderson Investors, Luxor Capital y Kensington.

Los inversores

Asunción, Castañeda y Cano son hoy los principales accionistas de la compañía y quienes mantienen el control. Iberdrola es el otro mayor accionista, además de proveedor y cliente, de un grupo en el que hasta ayer estaban Seaya Ventures, Cathay Innovation y Halekulani, además de los trabajadores y family offices (plataformas de inversión que gestionan el patrimonio de familias adineradas).

En esta nueva etapa, se sumó al grupo a Janus Henderson Investors, Luxor Capital y Kensington. Este nuevo elenco sale de una selección, porque Wallbox tenía diferentes opciones sobre la mesa para hacer la ampliación de capital a través de una SPAC (empresa de adquisición de propósito especial) y colocarse en Bolsa.

Asunción asegura que la elección de cada socio no se ha basado solo en la cuantía de capital que aportaba, sino en la valía que podía dar a la dirección. "Quadis nos aportó conocimiento de ventas, José María Tarragó (Ficosa) nos da conocimiento de sector, otro nos enseñó a darnos publicidad", explicó. Pero además, el ahora confía en el plan de negocios que ha comprado Kensington y que se basa en el control del diseño de producto y su fabricación.

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