Sin duda la pandemia del Coronavirus puso en cuestionamiento la presencialidad en todos los niveles, que abordan desde oficinas, escuelas, pasando por organismos de Gobierno y locales comerciales.

No obsante, la solución encontrada, por fuerza mayor, fue optar por la virtualidad. Esta modelidad permitió seguir operando, pero a lo largo del año pasado se manifestaron las diversas limitaciones de la ausencia de presencialidad.

Según Jones Lang LaSalle (JLL), empresa global de servicios inmobiliarios comerciales, en su informe global "Barómetro de preferencias del trabajador", el trabajo 100% remoto expuso a las personas a nuevos riesgos sociales como la fatiga virtual, el agotamiento y la dificultad por separar el trabajo de la vida personal. Esta situación hace que cada vez sean más los que quieren volver a la oficina la mayor parte del tiempo. El 69% de los empleados altamente satisfechos con su lugar de trabajo habitual están extrañando la oficina.

Debido a esto, la presencialidad toma un rol fundamental. En el marco de estas nuevas necesidades de las empresas de lograr oficinas seguras y atractivas, surge NÓMADA Workspaces, la nueva unidad de negocios del Grupo NÓMADA, especializada en interiorismo corporativo. La propuesta de valor está orientada en potenciar la experiencia del usuario final y fue pensada especialmente para acompañar la transformación que requieren las oficinas en la post pandemia.

¿Cómo es el negocio de los Workspace?

En diálogo con iProUP Santiago Peña Fiorda, Business Development Manager de NÓMADA Workspaces asegura: "Creo que una de las principales particularidades radica en el hecho de que, a diferencia del mercado global donde por lo general el diseño y la construcción de los espacio de trabajo se ofrecen como servicios disociados, en Argentina cada vez más empresas optan por contratar un servicio de 'llave en mano'".

Además, el ejucutvo cuenta que desde la empresa desarrollaron un proceso en donde acompañan y asesoran a distintas organizaciones desde la conceptualización, el proyecto y la construcción de sus obras.

Las nuevas oficinas deberán crear espacios de trabajo más humanizados que nunca.

"En este sentido, nuestra búsqueda consiste en entender en profundidad la cultura y el programa de necesidades de la empresa que nos convoca, con el objetivo de no sólo volcarla en la materialidad de la obra, sino también en el diseño de los vínculos y las experiencias que vayan a suceder en el espacio una vez concluido", agrega.

En lo que respecta a lo que se debe tener en cuenta a la hora de rediseñar una oficina, remarca: "En la empresa tenemos en cuenta tres pilares principales. Primero, que las nuevas oficinas estén preparadas para un esquema híbrido de trabajo. Muchos colaboradores continuarán trabajando desde sus casas y otros volverán a su lugar de trabajo, así como algunos harán una mezcla de ambas modalidades. Para que esto funcione, la cultura de la empresa y el espacio de trabajo necesita ser inclusiva y auténtica, brindar seguridad, confort y equilibrio entre la vida laboral y personal y estar preparada para esta nueva forma de trabajo de manera orgánica y sin fricción".

A su vez, el cree que bienestar debe estar en el centro de todas las planificaciones. Las nuevas oficinas deberán crear espacios de trabajo más humanizados que nunca, que cuiden a las personas y su salud física y mental. Se vuelve crucial pensar en los detalles que hacen a la experiencia, especialmente en los programas de actividades (clases de yoga, mindfulness, meditación, entre otras).

"Una herramienta que puede resultar útil y contribuir en el bienestar y en las interacciones (que muchas empresas ya se encuentran empleando) es un semáforo emocional, que establece el nivel de comodidad de las personas en el espacio de trabajo, tanto en el contexto de pandemia como a futuro. Los diferentes colores expresan sus preferencias de espacio (verde para los que están cómodos con el contacto físico y abiertos a la colaboración, amarillo para los que prefieren una cierta distancia social y buscan un mix entre las dos puntas y rojo los que prefieren no tener ningún contacto y prefieren la autonomía y concentración)", explica.

"La pandemia nos permitió reflexionar sobre el trabajo colaborativo y la importancia de los vínculos entre compañeros de trabajo", señaló.

Pero además, el ejecutivo subraya que las oficinas deberán ser espacios flexibles que puedan adaptarse a las necesidades más diversas de cada equipo de trabajo. El espacio tendrá que amoldarse a programas de hospitalidad, colaboración, bienestar, foco, encuentro, diversión, aprendizaje y comunidad.

¿Qué dejó la pandemia?

"Para comprender cómo el ámbito laboral se ha ido transformando, especialmente a partir de la pandemia, es clave observar las etapas evolutivas que ha ido atravesando la oficina como espacio de trabajo. En un primer momento, la oficina era la 'cara visible' de la empresa, representando una mera infraestructura en donde se trabajaba", expresa.

Pero además, el ejecutivo destaca que en una segunda instancia, esto evolucionó y colocó a los colaboradores en el centro. Por último, en la instancia final que trasncurre en la actualidad, el foco estuvo en las interacciones. En este sentido, se reconoció que los vínculos son el motor para generar innovación, mejores productos, bienestar y fidelización del talento.

"En esta línea, la pandemia nos permitió reflexionar sobre el trabajo colaborativo y la importancia de los vínculos entre compañeros de trabajo. Las relaciones y las dinámicas de trabajo colaborativo tuvieron que rediseñarse de un día para el otro, y ahora, con la vuelta a la oficina, se renovarán nuevamente. Seguramente se irá conformando un espacio híbrido de trabajo, donde cada uno construya su mix perfecto entre oficina y home office, y así la oficina será un lugar para encontrarnos, más que para trabajar 9 horas cómo hacíamos tradicionalmente", desliza.

"A su vez, el bienestar de los colaboradores empezó a estar en el centro de todas las organizaciones. Nos dimos cuenta de la necesidad de pensar en empresas empresas que prioricen la salud, respeten a las personas y sus necesidades, sean más empáticas que nunca, escuchen, sean transparentes y entiendan las situaciones particulares de cada uno", concluye.

En ese sentido, será un verdadero desafío para las empresas tener en cuenta a los trabajadores que encontraron en el teletrabajo la forma de ser más productivos y que no desean regresar al trabajo de oficina

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