Con casi un millón de freelancers en el país, el trabajo independiente para empresas del exterior y con paga en dólares es un fenómeno en alza, especialmente entre los jóvenes.

Pero pega con mayor fuerza en el sector de la Economía del Conocimiento, por lo que se termina materializando una "fuga de talentos" que limita a las empresas nacionales el acceso a colaboradores calificados.

Por este motivo, la modalidad está bajo la lupa de empresarios locales, quienes no dudan en solicitar al Gobierno alguna solución para evitar que compañías argentinas no accedan a estos profesionales.

La denuncia al Gobierno

Luis Galeazzi, de Argencon, cámara que nuclea a compañías del Conocimiento, advierte a iProUP: "En la mesa del sector que armó el Ministerio de Desarrollo Productivo está el tema de los freelancers". 

El ejecutivo reconoce que "hay un problema entre el trabajo formal en empresas que pagan todos los impuestos y el informal o en negro, ya que crea una distorsión en el mercado". Galeazzi apunta a las plataformas que consiguen empleo a los freelancers y proveen profesionales a firmas del exterior, cobrándoles una tarifa a ambos.

En este sentido, admite que "son virtuales y están fuera de la Argentina, por lo que es muy difícil la fiscalización" y dispara que se trata de "un problema de las autoridades".

"Para las empresas nacionales que pagan costos laborales e impuestos es una competencia desleal medirse contra la informalidad de los freelancers que trabajan por fuera del sistema económico local", afirma a iProUP Sergio Candelo, de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI).

"Sin lugar a dudas, el desdoblamiento cambiario es una de las principales razones que posibilita que estas ofertas del exterior se vean muy atractivas: los colaboradores perciben remuneraciones muy elevadas gracias a que pueden convertirlas al dólar blue y la industria nacional queda en una situación muy desventajosa con respecto al mundo", agrega.

El desdoblamiento cambiario es una de las desventajas que indican desde las empresas

El ejecutivo, que además es CEO de Snoop Consulting, subraya que "esta fuga de talentos profundiza la escasez de profesionales, a la vez que provoca una pérdida de la propiedad intelectual de lo que se desarrolla en la Argentina y de las divisas que quedan afuera del circuito económico".

"Para defender los valores de las compañías de nuestro país, es necesario repensar el futuro del empleo, las relaciones laborales y la transformación que requiere el modelo de contratación de trabajo", concluye el ejecutivo.

En tanto, Pablo Iacub, CEO de Calypso, afirma a iProUP que comprende "a los que quieren trabajar para el exterior en forma directa, pero las empresas pagamos impuestos y estamos muy controladas".

"El hecho de que haya otros que puedan vender sus servicios sin cumplir las normas es competencia desleal", coincide Iacub, quien remarca que "esto afecta mucho a numerosas firmas nacionales, en concreto, a todas las exportan servicios: tienen que competir con chicos que cobran por Paypal".

De todos modos, Iacub reconoce que es un fenómeno mundial, ya que "desde España trabajan para Inglaterra, y en los Estados Unidos se mudan desde New York a Centroamérica y conservan sus empleos. Pueden venir a la Argentina y acá no tienen que pagar ningún impuesto", advierte.

"La solución punitiva es impracticable y conceptualmente no me gusta", asegura Iacub, quien aboga por crear "un régimen más amistoso y libre para este tipo de mercado".

En este sentido, el empresario afirma: "Cualquiera con una PC e Internet hoy puede vender sus servicios al otro lado del mundo y esto afecta a las empresas, a la Seguridad Social e, incluso, genera la queja de los sindicatos".

La respuesta desde las plataformas

"En Workana hay cinco millones de freelancers registrados y más de 200.000 activos en Argentina cada mes", precisa a iProUP Guillermo Bracciaforte, cofundador de Workana. 

"Tenemos 576.468 cuentas, de las cuales 536.555 son profesionales y el resto, empresas", detalla a iProUP Sebastián Siseles, vicepresidente internacional de Freelancer.com. 

Al respecto, el directivo niega que exista un vacío legal, sino que la modalidad "está regulada en el Código Civil y Comercial bajo lo que se denomina locación de servicios".

"Se trata del diseño, del desarrollo de software, pero también del trabajo independiente de todo tipo de profesionales, desde periodistas o abogados hasta de psicólogos", indica el directivo, y añade:"Si trabajan de forma equivocada tienen las sanciones del Código Civil y Comercial por mala praxis".

Para Siseles, sobrerregular a los freelancers iría en detrimento del mercado y, consecuentemente, se produciría una suba de precios.

Fenómeno mundial y Ley de Teletrabajo

"Existe actualmente un fenómeno mundial, acelerado por los efectos de la pandemia, en el que distintas empresas incorporan talentos de distintos países ", remarca a iProUP Tomás Cabanelas, del estudio D’Alessandro Tax.

Según el experto, "la Argentina cuenta con importantes recursos humanos y una moneda débil, por lo que se convierte en uno de los países más propicios para hallar freelancers dispuestos a poner en práctica sus conocimientos para empresas del exterior".

"El problema es la dificultad de aplicar las normas laborales, fiscales y previsionales argentinas a estos profesionales y a las empresas que los contratan. En especial, teniendo en cuenta la irrupción de las criptomonedas", advierte Cabanelas.

De acuerdo con el experto, "es necesaria una normativa más flexible si se pretende que su actividad no caiga en la informalidad. Pero la legislación laboral hasta ahora no ha acompañado este cambio de paradigma".

Los empresarios se quejan de que el teletrabajo no incluyó regulaciones para los freelancers

La Ley de Teletrabajo no flexibilizó la relación entre la empresa y el trabajador a distancia, sino que la endureció con nuevas regulaciones, entre las que se incluyen:

En lo que se refiere a relaciones de empleo transnacional, indica que "se aplicará al contrato de trabajo respectivo a la ley del lugar de ejecución de las tareas o del domicilio del empleador, según sea más favorable para el empleado", recuerda Cabanelas.

"El problema es que estas disposiciones resultarán de escasa aplicación a los freelancers, pues son generalmente los argentinos quienes trabajan para empresas del exterior y no al revés", añade.

Remarca que "difícilmente la Justicia de algún país extranjero con un clima amigable de negocios, donde suelen instalarse compañías que buscan talentos en todo el mundo, reconocerá la legislación o sentencia laboral argentina contra una empresa residente en su territorio".

Los freelancers y la AFIP

"A esta crisis en la relación laboral como se ha entendido históricamente en Argentina, se suman las dificultades de aplicación de las regulaciones tributaria y previsional", comenta Cabanelas.

Actualmente, para declarar lo que perciben, los freelancers deben inscribirse como trabajadores autónomos ante AFIP lo cual, según el experto, implica una detracción de 27% de sus ingresos para la Seguridad Social, en el contexto de creciente escepticismo sobre futuros haberes jubilatorios".

A esto deben sumarse el Impuesto a las Ganancias y la pesificación forzada al tipo de cambio oficial, sumado a los trámites bancarios para hacerse del dinero proveniente del exterior.

"Esta opción luce muy poco atractiva comparada con la creciente cantidad de criptomonedas y plataformas que permiten la transferencia de valor a a través de un clic a cambio de bajas comisiones", remarca Cabanelas.

Una ley para freelancers

Sobre una posible regulación que "blanquee" a los freelancers, Cabanelas considera que debería contemplar:

"Todo esto pone a la Argentina en una encrucijada: capturar dentro del circuito formal las actividades de freelancers requiere de una flexibilización de las relaciones entre estos y la AFIP", subraya.

Sin embargo, el experto advierte que "una flexibilización meramente sectorial generaría un doble estándar legal que redundaría en planteos de violación al principio constitucional de igualdad ante la ley".

Al respecto, Jorge Figueroa, director de Public Affairs y Sostenibilidad de Randstad Argentina, remarca que "más que regular con la mirada en paradigmas del pasado, necesitamos reinventar los sistemas de protección social para colocar al individuo en el centro".

"Tenemos que establecer un sistema de portabilidad de los derechos. Bajo la concepción de que el derecho es de las personas y no del puesto de trabajo o tipo de contratación", agrega Figueroa.

Según su visión, el empleado se aseguraría un "mínimo de protección social" en cada empleo que tenga a lo largo de su vida, garantizando "la universalización del trabajo y pago decente, con protección social, independientemente del formato de contratación".

"Habrá que debatir qué se contempla y qué no dentro de ese piso: salud, capacitación constante, licencias, vacaciones, días por estudio, seguro de desempleo, indemnizaciones, etc. Y desde ya, cómo se financia este sistema", puntualiza.

Trabajo en dependencia vs. autónomos

Marcelo Brandariz, de PwC Argentina, indica a iProUP que las relaciones laborales se dividen generalmente en:

"Hubo intentos por regular este trabajo", dice Brandariz, quien recuerda la reforma de 2017 que no prosperó e incluía la figura de "trabajadores profesionales autónomos económicamente vinculados, intentando crear un estatuto especial".

Según el experto, "establecer mayores regulaciones en el trabajo freelance implicaría imponer un corset y rigidez a un sistema que se caracteriza por la libertad de contratación de las partes".

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