En plena pandemia global de coronavirus COVID-19. un fallo del jurado popular de la ciudad de Waco (Texas, Estados Unidos) dictaminó que Intel, uno de los mayores fabricantes de microchips del mundo, fue demandado a pagar una suma de u$s2.180 millones a uno de sus competidores en el mercado VLSI Technology, por infringir dos de sus patentes.

Según la resolución judicial, Intel deberá pagar una suma inicial de u$s1.500 millones debido a la utilización de la propiedad intelectual de una de las patentes de la compañía sin autorización en un primer momento, mientras que por la segunda, la compensación asciende a u$s675 millones.

 

El fabricante de partes de computadoras con sede en Santa Clara (California, en los Estados Unidos) anticipó que apelará la sentencia. Además, Intel insistirá, tal como hizo durante el juicio, que por lo menos una de las patentes no tiene validez al momento de efectuada la demanda.

La firma demandante, VLSI, fue adquirida por la holandesa Philips en el año 1999, aunque las patentes pasaron posteriormente a ser propiedad de NXP Semiconductors, un grupo especializado en microchips que se creó a partir de activos del gigante holandés.

Sin embargo, en 2019, VLSI volvió a constituirse como empresa dentro de la propia Philips. Lo curioso es que su resurgimiento fue dado con el único objetivo, según aseguran desde Intel, de demandarles por el uso sin permiso de estas dos patentes.

Microchip perteneciente a la marca VLSI

En este sentido William Lee, abogado de Intel, remarcó que VLSI "tomó de un estante dos patentes que no se habían usado en 10 años pensó en sacar provecho 'por 2.000 millones por ellas". Para este abogado la "escandalosa" demanda de VLSI es una carga enorme para los "verdaderos innovadores".

Fundada originalmente en 1979, VLSI fue uno de los socios, junto a Apple y Acorn, del proyecto que llevó a producir los primeros procesadores ARM, sobre los cuales se desarrollaron los microchips que actualmente son usados en la fabricación de smartphones y tablets.

De las dos patentes que Intel infringió para el jurado, una se basa en el hecho de almacenar información sobre la tensión mínima de la memoria del chip en memoria no-volátil, para garantizar que la tensión suministradora de potencia sea lo suficientemente alta.

La otra patente esta enfocada en la alteración de frecuencias del reloj como técnica para reducir el consumo energético del procesador.

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