Para los bancos que buscan captar y retener a usuarios nativos digitales en América Latina, incorporar productos basados en stablecoins se volvió un requisito cada vez más indispensable, de acuerdo con el análisis de Ben Reid, Head of Stablecoins de Bitso.

En ese marco, Reid describió un cambio estructural en la actitud de la banca internacional frente al universo cripto, y subrayó que la adopción de blockchain puede ampliar el acceso y profundizar la democratización de los servicios financieros.

La expansión de las stablecoins en la banca tradicional

Durante el último año, el mercado de stablecoins registró un crecimiento superior al 50%, elevando su capitalización desde poco más de USD 200.000 millones hasta superar los USD 308.000 millones, según cifras recopiladas por Defillama.

Buena parte de esta expansión se explica por la progresiva integración de estos activos al sistema financiero global, impulsada por bancos, entidades de pago, fintech y grandes actores financieros en múltiples regiones.

Para el sector bancario, este proceso marca una inflexión respecto de su histórico escepticismo hacia el ecosistema cripto, dando paso a estrategias más activas de exploración, desarrollo y lanzamiento de productos vinculados a stablecoins.

Entidades como Société Générale, Deutsche Bank, Santander y BBVA ya cuentan con iniciativas propias o se encuentran próximas a lanzar stablecoins, mientras que Bank of America, Caixabank, BNP Paribas e ING avanzan con proyectos y pruebas piloto.

Al evaluar este giro estratégico, Reid sostuvo que el cambio es positivo y afirmó que lo reciben "con los brazos abiertos", ya que "el ecosistema de activos digitales, y las stablecoins en particular, tiene mucho que ofrecer al mundo de la banca tradicional".

Desde su visión, el atractivo de estas tecnologías radica en su capacidad de coexistir con modelos financieros establecidos, sin necesariamente reemplazarlos, sino complementarlos mediante mayor eficiencia y alcance.

En ese sentido, Reid remarcó que "siempre habrá clientes que prefieran la estabilidad percibida de los guardianes centralizados", aunque destacó que "la belleza de los activos en blockchain es que mejoran y democratizan aún más los servicios financieros".

Según explicó, este impacto se extiende tanto a soluciones centralizadas, como las ofrecidas por bancos, como a esquemas descentralizados vinculados al universo de las finanzas descentralizadas, conocidas como DeFi.

Regulación y demanda como motores del cambio

Respecto del creciente interés bancario por las stablecoins, Reid lo atribuyó a una dinámica combinada de incentivos regulatorios y presión competitiva, a la que definió como un juego de empuje y atracción dentro del sistema financiero global.

Por un lado, señaló que la aprobación de la Ley GENIUS en Estados Unidos otorgó una señal regulatoria clara, generando un impulso competitivo que desencadenó una carrera internacional entre bancos y proveedores financieros.

Por otro, destacó "la creciente adopción por parte de los consumidores", lo que dio lugar a una demanda "de abajo hacia arriba" impulsada por clientes que exigen acceso a estos instrumentos dentro de sus servicios bancarios.

Este doble movimiento, explicó Reid, está acelerando la incorporación de stablecoins en la oferta financiera tradicional, incluso en regiones donde la banca había avanzado con mayor cautela.

Los desafíos pendientes en América Latina

Reid identificó tres desafíos centrales que las entidades financieras de América Latina deberán enfrentar para implementar y escalar soluciones basadas en criptoactivos y stablecoins de manera sostenible.

En primer lugar, señaló la necesidad de reforzar la protección contra fraudes, una problemática que, aunque es "una gran preocupación en cripto en general", representa un reto igual o mayor para los servicios financieros tradicionales.

Como segundo obstáculo, mencionó "el mosaico de marcos regulatorios" existente en la región, que constituye "un desafío para cualquier institución que ofrezca servicios financieros basados en activos digitales en múltiples jurisdicciones".

Por último, advirtió sobre el impacto de la dolarización, ya que "muchos clientes en los mercados latinoamericanos demandan stablecoins basadas en el dólar estadounidense", aunque su proliferación "sin un contrapeso basado en la moneda local" podría tensionar la soberanía financiera regional.

El BCRA evalúa que los bancos ofrezcan cripto

El Banco Central avanza para que los bancos ofrezcan criptomonedas, un servicio que habían primereado Galicia, Ualá y Brubank en 2022, pero que la autoridad monetaria desactivó dos días después mediante la comunicación A7506. Sin embargo, todo puede cambiar en unos meses.

Como viene reportando iProUP en los últimos meses, el BCRA planeaba habilitar la compraventa de cripto en bancos una vez que hayan simplificado la normativa. "Quitar las capas de cebolla regulatoria", es la figura que se atribuye al banquero central Santiago Bausili como equivalente polite de la motosierra de Javier Milei.

Pedro Inchauspe, el propio director del Banco Central, insistió más de una vez que "toda operación cripto es una operación cambiaria", argumento de fuerza para indicar que, pese al levantamiento del cepo, el mercado cambiario no estaba lo suficientemente robusto para lanzar otra "boca" de expendio de billetes verdes.

De hecho, hace unos meses, el organismo salió a desactivar la comercialización de dólar MEP en Mercado Libre y Cocos, para evitar rulos que quemen reservas por movimientos especulativos y, principalmente, masivos, debido a la gran capilaridad del unicornio. 

Pero con la vuelta de Argentina a los mercados de deuda internacionales y el nuevo bono que lanzó el Gobierno para mejorar el perfil de deuda, la estabilidad cambiaria parece estar encaminada.

Según indicó La Nación, abril sería la fecha en la que las entidades podrían volver a ofrece este servicio, algo para lo que ya se estaban preparando durante 2025. "Fijate en Linkedin, los movimientos de profesionales que hay. Cada vez más bancos están contratando expertos en cripto", advierte a iProUP una fuente del mundo fintech. El pálpito lo comparten con varias compañías que ya tienen lista su división empresa a empresa (B2B), ofreciendo cripto como servicio:

Como ya se adelantó en iProUP, los bancos accederán antes al servicio que las billeteras no cripto. Ualá y Naranja, al tener licencia bancaria y financiera, respectivamente, estarían habilitadas, pero no Mercado Pago, Personal Pay, Prex o similares, inscriptas como proveedores de servicios de pago (PSP).

Para estas, el BCRA había anunciado la creación de un sistema de categorías para evitar ofrezcan prestaciones solo habilitadas para los bancos sin tener una licencia, como cuentas sueldo, cajas de ahorro en dólares, plazos fijos y otros productos hoy vedados por la normativa.

Si bien la fórmula se guarda bajo siete llaves, el regulador examinaría la capacidad patrimonial, cantidad de usuarios y la solidez de la infraestructura tecnológica de cada billetera En la industria aseguran que el proyecto de segmentación está vivo.

"El Central nos escucha. Tenemos un diálogo honesto, pero hay presión de los bancos", revelan."Habrá una clasificación que se terminaría de cerrar este año. Se está hablando de parámetros similares a las exigencias sobre las casas de Bolsa", señalan. No sería extraño: las exchanges cripto ya poseen requisitos y tasas similares a los de las ALyC.

Ante la demora de este sistema, Mercado Pago anunció que directamente creará un banco y puede traer su Melidólar, una stablecoin propia que regala como cashback para los usuarios brasileños que compren en Mercado Libre. Pero tendrá competidores de peso: la británica Revolut adquirió el Cetelem y Cocos hizo lo propio con el VOII. Los tres esperan que el BCRA les dé el OK para comenzar a operar.

Pero en el mercado de activos virtuales quizás comiencen a competir antes. "La regulación permite a las ALyC tener un spin-off en el mercado cripto, como pasa con Cocos", advierte la fuente. En efecto, la aplicación que tiene al ex BIND Ariel Sbdar como frontman también cuenta con CocosCrypto como PSAV registrada ante CNV. 

Así, la banca podrá participar en un negocio que tiene más de 10 millones de cuentas abiertas para operar y que Chainalysis calcula en más de u$s90.000 millones.

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