La Reserva Federal de Estados Unidos inició una consulta pública para evaluar un nuevo tipo de cuenta, denominada "payment account", que permitiría a instituciones elegibles acceder parcialmente a la infraestructura de pagos del banco central.
Conocidas informalmente como "skinny master accounts", estas cuentas buscan habilitar compensación y liquidación de pagos sin otorgar los beneficios completos de una cuenta maestra.
Qué son las "skinny master accounts" y cómo funcionarían
La propuesta fue presentada mediante una solicitud de información publicada por la Reserva Federal, donde se invita a comentar cómo estas cuentas podrían facilitar pagos, manteniendo límites claros sobre liquidez, intereses, sobregiros y otros privilegios tradicionales.
Según el planteo oficial, el objetivo es ofrecer acceso directo a los rieles de pago del banco central sin habilitar una interacción plena con la política monetaria, configurando una alternativa intermedia frente a las cuentas maestras vigentes.
Christopher J. Waller, gobernador republicano de la FED, afirmó que estas cuentas de pago podrían fomentar la innovación financiera sin comprometer la seguridad, y sostuvo que la consulta representa un primer paso frente a cambios estructurales.
El funcionario recordó que el concepto fue presentado inicialmente en octubre bajo el nombre "skinny master account", cuando explicó que tendría restricciones explícitas sobre intereses de saldos y privilegios de sobregiro.
Actualmente, las cuentas maestras permiten a instituciones financieras acceder directamente a los sistemas de pago de la Reserva Federal y representan el vínculo más directo con la oferta monetaria estadounidense.
Las entidades que carecen de ese acceso deben operar mediante bancos intermediarios que sí poseen cuentas maestras, lo que introduce costos, fricciones operativas y barreras regulatorias adicionales para ciertos actores financieros.
En un memorando adicional, la FED aclaró que las nuevas cuentas de pago no devengarían intereses y estarían sujetas a controles de riesgo reforzados, incluyendo reportes específicos y esquemas de supervisión.
Estos mecanismos buscarían mitigar vulnerabilidades sistémicas, evitando que el acceso limitado a la infraestructura de pagos genere riesgos operativos, regulatorios o de estabilidad financiera dentro del sistema estadounidense.
Apoyo político, críticas internas y el debate regulatorio
La iniciativa fue celebrada por legisladores alineados con la industria cripto, entre ellos la senadora Cynthia Lummis, quien definió la consulta como un "gran paso para corregir el rumbo".
En una publicación en X, Lummis sostuvo que este tipo de cuentas permitiría una innovación responsable y ayudaría a construir un sistema de pagos más rápido, económico y seguro.
Desde su visión, las "skinny master accounts" reducirían la dependencia de intermediarios bancarios tradicionales, un problema recurrente para empresas cripto que buscan operar dentro del sistema regulado.
Para el sector, el acceso directo, aunque acotado, podría representar una mejora sustancial frente a esquemas actuales que limitan escalabilidad, eficiencia y previsibilidad operativa.
Sin embargo, la propuesta también generó resistencia dentro de la propia Reserva Federal, particularmente por parte del gobernador demócrata Michael Barr.
Barr expresó que, si bien apoya explorar un prototipo de cuenta de pago para instituciones elegibles, no respalda la solicitud de información en su forma actual.
Según explicó, el documento carece de definiciones suficientes sobre salvaguardas contra lavado de dinero y financiamiento del terrorismo, especialmente cuando involucra entidades fuera de supervisión directa.
El debate expone tensiones más amplias entre innovación financiera y estabilidad sistémica, mientras la FED abrió un plazo de 45 días para recibir comentarios antes de definir el futuro de estas cuentas.