Bitcoin volvió a hacer lo que mejor hace en los grandes cambios de régimen: anticiparse. El criptoactivo más sensible a la liquidez global perforó la media móvil de 200 días sin resistencia alguna, un movimiento que llamó la atención no por su violencia sino por su timing.

Mientras algunos analistas hablaban de "corrección técnica", los datos de fondo muestran otra cosa: la liquidez global está cayendo a un ritmo que ya se siente en todos los activos de riesgo.

Qué está pasando en el mercado cripto

El último informe de Capital Wars es contundente: la contracción en la liquidez no es un evento aislado ni un ruido de corto plazo, sino el resultado simultáneo de tres fuerzas que se retroalimentan:

El efecto combinado es simple: menos fondos disponibles significa más presión sobre mercados más sensibles, y Bitcoin está al tope de esa lista. Los cambios en la liquidez global adelantados 13 semanas marcan un deterioro que se materializó con claridad en el precio de BTC. Como ya ocurrió en otros ciclos, la debilidad en cripto estaría marcando el camino para los activos tradicionales.

La raíz del problema está en Washington. Tras el fin del techo de deuda y el reciente shutdown, el Tesoro tuvo que reconstruir el TGA y financiar un déficit masivo mediante una avalancha de letras y deuda de corto plazo.

Ese mecanismo drena liquidez de los fondos money market y del sistema de repo, justo cuando los bancos mantienen reservas por debajo de niveles óptimos. El resultado: tensiones crecientes en el mercado de fondeo y tasas de repo que empiezan a separarse del rango objetivo de la Fed.

¿Puede la Fed aliviar este estrés? A priori sí: Capital Wars menciona un posible "No QE, QE", una forma irónica de describir que el organismo practica un Quantitative Easing (compra de deuda) aunque no lo reconozca, pero sus acciones tienen efectos equivalentes. Una intervención técnica similar al operativo de 2019 para estabilizar el repo.

Pero el informe advierte que el tamaño estimado (u$s250.000 M anuales) será insuficiente. Para recomponer las reservas bancarias y normalizar el fondeo, se necesitaría un QE de escala real, algo que hoy la Fed rechaza por motivos políticos e ideológicos.

La lectura más preocupante es que la política fiscal y la monetaria están desalineadas. El Tesoro opera un "QE implícito" a través de emisiones cortas que requieren expansión de balances bancarios, mientras la Fed insiste en sostener un balance más chico. Entre ambos ocurre lo inevitable: liquidez atrapada, reservas tensas y un mercado que siente que falta "agua en el tanque".

En ese contexto, Bitcoin actúa como sensor adelantado del régimen de liquidez, igual que lo hizo el spread repo–IORB en 2019 o el FRA–OIS antes de la crisis de 2008. Y si la lectura del informe es correcta, el estancamiento de BTC no sería un episodio aislado, sino una advertencia para los activos de riesgo en general.

¿Por qué la caída de la liquidez global impacta tan rápido en Bitcoin?

Carolina Gama, Country Manager de Bitget en Argentina, asegura que Bitcoin dejó de moverse solo por factores internos del ecosistema, como los halvings o novedades regulatorias: hoy responde directamente a las condiciones macroeconómicas globales.

"La liquidez internacional, las tasas de interés y la fortaleza del dólar influyen en su precio", indica la experta. En períodos de ajuste de liquidez, añade Gama, los inversores suelen recortar posiciones en activos de mayor riesgo y migrar hacia instrumentos más seguros, como los bonos y la renta fija.

"Que Bitcoin haya caído antes que las bolsas evidencia su sensibilidad al riesgo y, a la vez, muestra un signo de madurez del mercado: a diferencia de años pasados, cuando la criptoeconomía operaba casi aislada, hoy anticipa y refleja los cambios en el apetito global por riesgo", comenta.

Para el analista de mercados Iván Bolé, el panorama es deliberadamente confuso. "Los índices globales vuelven a merodear máximos históricos mientras aparentan cerrar una corrección de menor grado", desliza. Al mismo tiempo, se observa una rotación brusca de institucionales y tesorerías saliendo de Bitcoin, un movimiento que contrasta con la resiliencia del equity, analiza.

"El evento del 10 octubre sigue pesando: los u$s20.000 millones evaporados en futuros de Bitcoin funcionaron como una 'semi-extinción' del volumen de trading. Combinado con la contracción de liquidez, el resultado es un cóctel feroz que intensifica las caídas del mercado cripto", insiste Bolé.

Gama advierte que el retiro simultáneo de liquidez por parte de la Fed y el Banco Popular de China suscitó un escenario de presión global. Esto se debe a que la Fed tiene un efecto predominante al influir en los flujos hacia activos de riesgo internacionales, incluido Bitcoin, al reducir el capital disponible.

"El ajuste chino impacta los mercados asiáticos y contribuye a una mayor volatilidad del activo, dada la relevancia de la región en el ecosistema cripto. Esta combinación de factores muestra cómo BTC se integró al tablero macroeconómico global y ahora las decisiones de bancos centrales afectan de manera directa su comportamiento", señala Gama.

Señales a vigilar para identificar subas de Bitcoin

Bolé sostiene que Bitcoin venía perforando todas las medias móviles a diario. "Cuando el precio cotiza dos semanas o más por debajo, es razonable considerar que asoma un bear market. Incluso así, el patrón tradicional sugiere un rebote previo a una fase de capitulación, como en 2021: "Una recuperación engañosa, un último estertor alcista dentro de una tendencia bajista nueva", señala.

Desde una óptica más conservadora, también es válido pensar que no se está ante un cambio de tendencia estructural, comenta el estratega cripto, sino ante una corrección profunda que puede llevar el precio "una zona alrededor de los u$s66.000, alineada con el gran rango de soporte que de u$s74.000-u$s59.000". Las señales a vigilar son claras para el experto:

Gama asegura que cuando Bitcoin rompe la media de 200 días en un contexto de contracción de liquidez, es clave observar la reacción en niveles históricos de soporte, así como el volumen de negociación durante las caídas, ya que un aumento puede indicar entrada de compradores institucionales.

Agrega que "también conviene analizar la divergencia con los mercados tradicionales: si las Bolsas se estabilizan y Bitcoin cae, puede estar formándose un rebote". Otros signos útiles incluyen movimientos en las reservas de exchanges (disminución puede reflejar acumulación), la actividad en stablecoins como señal de liquidez disponible, y el sentimiento general del mercado, como el indicador de miedo y codicia.

"En conjunto, estas señales ayudan a identificar cuándo la presión de venta podría estar cediendo y el mercado preparándose para una recuperación sostenida", concluye Gama.

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