El fundador de Aave, Stani Kulechov, volvió a Buenos Aires con una presentación que dejó un mensaje contundente para la región: la próxima gran revolución financiera no será solamente el dinero programable, sino el crédito programable.
Durante una clase magistral en DevConnect 2025, el evento anual de Ethereum que se realizó este año en Buenos Aires con cobertura de iProUP, el experto combinó historia económica, análisis tecnológico y lanzamientos concretos, el creador de uno de los protocolos más importantes de DeFi explicó por qué el crédito cripto será la infraestructura central de las finanzas globales en los próximos años.
Durante su ponencia, Kulechov destacó el rol clave de la Argentina y la región. "Vengo a Buenos Aires cada par de años. Creo que esta es la mejor comunidad hasta ahora", afirmó.
Y agregó: "En Argentina y en toda Latinoamérica es donde Ethereum y DeFi realmente muestran sus beneficios".
Su charla coincidió con el crecimiento del interés por las finanzas descentralizadas en el país, donde la inflación, el acceso restringido al crédito y la volatilidad macroeconómica impulsan la adopción de soluciones tecnológicas.
La confianza como infraestructura
Kulechov inició su explicación retrocediendo siglos en la historia financiera. "El crédito no es algo nuevo; es el mercado más grande del planeta", señaló. Pero, según él, ese mercado hoy funciona con herramientas obsoletas: sistemas fragmentados, procesos manuales y estructuras costosas que impiden la eficiencia y la competencia global.
Para justificarlo, repasó algunos hitos históricos: desde el florín de 1252, que estableció una unidad monetaria confiable, hasta las primeras redes de información de riesgo crediticio entre puertos comerciales. "Muchos de los primitivos de DeFi ya existían, solo que no teníamos los beneficios de Ethereum", explicó.
El punto central de su tesis es que el crédito siempre fue un acuerdo basado en la confianza, y que esa confianza puede hoy reconstruirse en una red abierta, transparente y global. "Tenemos los mismos ingredientes, pero ahora viven en una cadena digital sin confianza".
Para Kulechov, la blockchain no solo elimina intermediarios: redefine la competencia. "La forma en que el crédito es evaluado hoy está extremadamente dañada y debe ser completamente interrumpida".
Nueva apuesta de Aave: crédito tokenizado y liquidez global
La segunda parte de la presentación estuvo marcada por un anuncio clave: Horizon, el nuevo mercado del ecosistema Aave que busca unir los créditos del mundo real con la liquidez masiva disponible en DeFi. Se trata de uno de los movimientos más ambiciosos del protocolo en años.
"El crédito sigue siendo extremadamente local. Es lento, basado en papel y muy ineficiente", afirmó. En economías como la argentina, estas ineficiencias se vuelven un freno directo para el crecimiento: tasas altísimas, requisitos complejos y barreras de acceso que dejan afuera a millones de personas.
Horizon propone resolver ese dilema mediante tres pasos: tokenizar créditos locales, hacer públicos y auditables sus datos y conectarlos con la liquidez global de Aave. "Es el resultado más atractivo: tokenizar créditos y obtener la liquidez de DeFi", completó.
Pero eso no fue todo. Kulechov también anunció la nueva aplicación de Aave, diseñada para simplificar la entrada de usuarios tradicionales al ecosistema: "Es la manera más rápida de mover fondos de cuentas bancarias a Aave y llevar DeFi al mainstream", disparó.
El fundador incluso dejó una frase que arrancó risas en el auditorio: "Si Horizon llega a un millón, me mojaré la cabeza. Esa es una promesa".
El futuro del crédito: liquidez global, datos abiertos y competencia real
Según Kulechov, el futuro del crédito estará definido por tres factores clave: movilidad global del capital, datos verificables en cadena y competencia entre evaluadores de riesgo. "Los movimientos de liquidez pueden valorar el riesgo", aseguró.
Gracias a tecnologías como los oráculos, las pruebas de conocimiento cero (ZK-proofs) y los sistemas de identidad descentralizada, se podrá crear un mercado crediticio donde los usuarios puedan demostrar solvencia sin exponer datos sensibles. Esto podría cambiar por completo la lógica de aprobación actual, plagada de sesgos.
En países como Argentina, donde los sistemas tradicionales fallan con frecuencia, este modelo podría generar soluciones concretas para individuos y pymes.
En su cierre, Kulechov dejó una reflexión que resume su visión: "Ya resolvimos DeFi; ahora necesitamos unirlo con las necesidades financieras del mundo real. El crédito es confianza, y DeFi es la nueva arquitectura de la confianza".