Bitcoin retrocedió por debajo de los u$s99.000 tras una caída cercana al 4% desde su máximo intradía, reflejando un deterioro visible del apetito global por el riesgo en los mercados financieros tradicionales.
El retroceso ocurre mientras señales macroeconómicas negativas, incertidumbre política estadounidense y un aumento significativo en ventas de tenedores de largo plazo amplifican la presión bajista sobre el mercado cripto en general.
Presión macro y ventas aceleradas
"El Nasdaq bajó alrededor del 2% y Bitcoin una cantidad similar, mientras los inversores digieren las consecuencias de la reapertura del gobierno estadounidense tras su cierre más prolongado", explicó Ryan McMillin, director de inversiones de Merkle Tree Capital.
Señaló que el reciente proyecto de ley de financiamiento ofrece únicamente alivio temporal, destacando que los inversores parecen concentrarse "en el daño ya causado", una percepción que intensifica las dudas sobre la estabilidad económica inmediata.
Entre los elementos más preocupantes figura la ausencia prolongada de indicadores relevantes, un sistema estadístico federal calificado como "permanentemente dañado" y la confirmación de Casa Blanca de que el reporte laboral saldrá sin la tradicional tasa de desempleo.
A estos factores se suma un repunte notable en la distribución de los tenedores a largo plazo de Bitcoin, documentado por Glassnode, cuyo informe detalla un desplome acelerado en su suministro retenido durante los últimos treinta días.
Los analistas subrayan que esta distribución creciente marca que dichos inversores están "acelerando su distribución", un comportamiento que históricamente coincide con fases de agotamiento de tendencia y genera presiones adicionales sobre el precio.
"Las ventas de tenedores a largo plazo alcanzaron uno de los niveles más altos del año hasta el momento cuando los precios alcanzaron nuevos máximos, y en ese momento la demanda comenzó a contraerse", expuso CryptoQuant en su análisis reciente.
Según estas estimaciones, estos inversores liquidaron alrededor de 815.000 BTC durante el último mes, llevando la presión de venta a máximos no vistos desde enero de 2024 y reduciendo la capacidad del mercado para absorber el flujo.
Menor demanda y riesgo de nuevos retrocesos
El escenario bajista se ve reforzado por una demanda spot debilitada, evidenciada en las salidas netas de los ETF de Bitcoin, un premium negativo en Coinbase y una contracción generalizada del interés comprador institucional, según explicó CryptoQuant.
"Las ventas de ballenas de forma aislada generalmente no son significativas. Sin embargo, lo que lo hace notable ahora es la falta de un soporte de oferta significativo en el lado comprador para absorber esa venta", señaló Charlie Shery, jefe de finanzas de BTC Markets.
El ejecutivo recordó que, "más temprano en el ciclo, los ETFs y Strategy proporcionaban demanda constante", pero sin estos compradores presentes, las ventas dominantes terminan inclinando el balance del mercado hacia movimientos bajistas prolongados.
La disminución de soporte coincide con expectativas cada vez más cautelosas, reflejadas en el mercado de predicción Myriad, donde usuarios asignaron solo un 56% de probabilidades a que Bitcoin alcance $115.000 antes que tocar $85.000.
Esa cifra representa una baja significativa respecto al 68% registrado el miércoles, indicando que el optimismo previo cedió terreno rápidamente frente al deterioro reciente del precio y la creciente fragilidad en indicadores de demanda global.
Ryan McMillin advirtió que el rango lateral que Bitcoin mantiene desde agosto podría romperse si el nivel de $98.000 falla, abriendo la puerta a un retroceso hacia la zona de $90.000, tal como sucedió en junio.
"El mercado realmente está buscando certeza para ganar fuerza, pero no está claro de dónde vendrá eso en este momento", afirmó McMillin, sintetizando la ausencia de catalizadores capaces de revertir el actual sesgo bajista.