Luego de varios días de ventas masivas que arrastraron su cotización por debajo de los u$s108.000, la principal criptomoneda retomó el impulso alcista y recuperó la zona de los u$s111.000 el lunes.
El rebote, aunque moderado, alimentó el optimismo de los traders que buscan señales de estabilidad después de una fase de corrección marcada por la volatilidad y la incertidumbre.
La mejora de Bitcoin coincidió con un clima de mayor apetito por el riesgo en los mercados globales, impulsado por datos económicos favorables en Asia y un retroceso del índice dólar, que cedió hasta los 98,40 puntos. Fue, en definitiva, un movimiento que dio aire a los activos denominados en dólares, entre ellos las criptomonedas, que aprovecharon para recuperar terreno.
En paralelo, el oro se mantuvo estable cerca de los u$s4.300, una señal que algunos analistas interpretan como un posible techo temporal, fenómeno que históricamente precedió nuevos repuntes en BTC.
El impulso del mercado cripto se vio reforzado por dos eventos en Asia que también repercutieron en Wall Street. Según el analista internacional Héctor Lucero, se debe a:
Con este contexto, los principales índices bursátiles de Estados Unidos también se movieron en terreno positivo, lo que reforzó la correlación entre Bitcoin y el S&P 500, que en los últimos meses se mantuvo en niveles históricamente altos.
A pesar del repunte reciente, analistas advierten que Bitcoin todavía enfrenta obstáculos estructurales. Para el asesor financiero Pablo Aguirre, "la falta de una recuperación sostenida no se debe a manipulación ni a factores exógenos, sino a la toma de ganancias de los holders más antiguos".
Añade que la "edad media" de las monedas vendidas aumentó en las últimas semanas, lo que sugiere que los inversores veteranos aprovecharon la suba previa para realizar beneficios. "Los datos on-chain muestran que las ganancias realizadas llegaron a u$s1.700 millones diarios, mientras que las pérdidas rondaron los u$s430 millones, el tercer nivel más alto del ciclo actual", agrega.
Esta dinámica, conocida como "oferta reactivada", refleja la rotación del suministro desde los primeros tenedores hacia nuevos inversores institucionales. Según Aguirre, "el último año de debilidad relativa de BTC se explica en gran parte por una transferencia de suministro de los veteranos hacia el dinero tradicional (TradFi)".
A nivel técnico, el gráfico diario muestra que Bitcoin recuperó la banda de costo de 0,85, una métrica que indica equilibrio entre compradores y vendedores. Este nivel, que coincide con la zona de u$s108.000 a u$s111.000, funcionó como soporte clave durante las últimas semanas.
"Las resistencias tienden a concentrarse entre u$s113.000 y u$s114.900. Una ruptura consistente por encima de este nivel abre la perspectiva de alcanzar entre u$s117.000 y u$s118.000", señala a iProUP Carolina Gama, Country Manager de Bitget en Argentina.
La experta se refiere a lo que puede ocurrir con los precios en el corto plazo: "Es probable que la lateralización continúe entre u$s109.000 y u$s114.900. Si supera los u$s115.000, BTC podría buscar el rango de u$s118.000- u$s120.000, mientras que caídas por debajo de u$s109.000 reactivarían el riesgo de una nueva prueba en los u$s105.000.
Entretanto, Glassnode advierte que, si los compradores logran mantener esta franja, puede consolidarse una base sólida para un nuevo impulso. Por el contrario, una ruptura por debajo de u$s108.000 volvería a poner en juego el rango de u$s100.000, donde se ubican órdenes de compra institucionales y zonas históricas de acumulación.
Para el analista Pablo Aguirre, "el cierre semanal por encima de los u$s108.700 resultó clave para evitar una caída más profunda". El especialista proyectó que, si se mantiene la estabilidad, BTC puede escalar hasta los u$s120.000 en las próximas semanas.
El otro factor que definirá el rumbo de Bitcoin es la Reserva Federal. El mercado descuenta casi con certeza nuevos recortes de tasas en las dos reuniones restantes del año, en octubre y diciembre. Si la inflación confirma su desaceleración, la política monetaria más laxa reactivaría la demanda por activos de riesgo, incluidos BTC y las principales altcoins.
A su vez, los grandes fondos continúan mostrando interés. Una encuesta reciente de Coinbase reveló que el 67% de los inversores institucionales mantiene una visión alcista sobre Bitcoin para los próximos tres a seis meses. En cambio, un 45% considera que el actual ciclo podría estar en su fase final antes de una corrección más amplia.
Aunque la volatilidad persiste, el comportamiento reciente del precio sugiere que el soporte sigue firme y la estructura del mercado es constructiva. La zona entre u$s108.000 y u$s111.000 es, para los analistas, el punto de inflexión que definirá el cierre de año: si el precio se sostiene, BTC volverá a testear máximos en torno a los u$s125.000.
En cualquier caso, el sentimiento general parece inclinarse hacia el optimismo. En un año en que la macroeconomía global parece cambiar de ciclo, el mercado cripto vuelve a mirar a su activo insignia como el termómetro más sensible del apetito por el riesgo mundial. Y eso no es poca cosa.