El mercado de Bitcoin (BTC) atraviesa un momento de tensión que va más allá de los precios, originada por una controversia alrededor de Luke Dashjr, desarrollador histórico de Bitcoin Knots y del pool OCEAN.
Es que se difundieron supuestos mensajes en los que planteaba la posibilidad de un hard fork (cambio de la red) para crear un comité capaz de modificar retroactivamente la blockchain.
La versión indicaba que ese grupo tendría la potestad de sustituir datos considerados ilícitos (como material de abuso sexual infantil) mediante pruebas criptográficas de conocimiento cero (ZKP). Un esquema de ese tipo, aunque buscaría resolver un problema técnico y legal muy sensible, colisionaría con el principio de inmutabilidad, piedra angular del diseño original de Bitcoin.
Según la filtración, Dashjr llegó a plantear que las únicas opciones eran que la divisa digital "muera o tengamos que confiar en alguien". La frase encendió las alarmas de la comunidad: si se aceptara un comité centralizado con poder de censura, se quebraría la narrativa de resistencia a la manipulación que distinguió a BTC desde sus orígenes.
Qué puede ocurrir con un hard fork de Bitcoin
El propio desarrollador salió a desmentir las supuestas afirmaciones en sus redes sociales. Aseguró que nunca propuso un hard fork y acusó al medio de difundir una "noticia falsa difamatoria". Sostuvo que su objetivo real es advertir a los usuarios sobre los riesgos de actualizar a la versión "Core30", a la que describió como una puerta de entrada para almacenar archivos ilegales en la red.
"Si tenemos apoyo de la comunidad, no es necesario un fork. Si no lo tenemos, un fork no es posible", escribió en una encuesta que él mismo compartió en la red social, dejando entrever que, aun cuando no promueve la división, reconoce que los debates internos pueden intensificarse.
¿Qué puede pasar si Bitcoin tiene un hard fork?
Como la cuestión puede resultar un tanto técnica, vale recordar qué es un hard fork (o bifurcación dura). El programador Leo Giménez define como "una actualización del protocolo de una criptomoneda que es incompatible con la versión anterior del software, lo que obliga a los usuarios y nodos a actualizar sus sistemas para continuar operando".
"Si no hay un consenso amplio, el hard fork puede resultar en una división permanente de la blockchain, creando dos cadenas de bloques distintas y dos criptomonedas diferentes", amplía el profesional.
La posibilidad de una bifurcación dura en Bitcoin parece lejana, pero no imposible. Implica un cambio en las reglas de consenso que divide a la red en dos: quienes aceptan las nuevas normas y quienes permanecen en la versión previa. En la práctica, eso daría origen a dos blockchains distintas, como ocurrió en 2017 con Bitcoin Cash.
Hoy, la discusión es si debe existir o no un ente autorizado para modificar retroactivamente transacciones. Aunque el tema parece restringido a foros y mensajes privados, marca un antecedente en un ecosistema donde la descentralización absoluta es la bandera principal.
Bitcoin también se mueve en Cardano
Mientras se debate sobre su futuro y cotiza a u$s109.600, BTC suma nuevos usos en otras redes. Strike Finance, un protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi), lanzó el trading perpetuo de Bitcoin en Cardano, funcionalidad que permite a los usuarios abrir posiciones largas o cortas con hasta 20 veces de apalancamiento directamente on-chain.
La propuesta funciona con la versión tokenizada de BTC dentro del ecosistema Cardano, de modo que los traders pueden especular con su precio sin salir de la red.
"Estos contratos no tienen fecha de vencimiento, a diferencia de los futuros tradicionales, y requieren que los participantes paguen o reciban un financiamiento periódico para mantener la operación alineada con la cotización spot", explica a iProUP la contadora y especialista cripto Juliana Pereyra.
Los usuarios deben depositar ADA como garantía y pueden operar montos de hasta u$s50.000 por posición, con una comisión inicial de 0,35%. "El modelo replica en Cardano un instrumento muy popular en exchanges centralizadas, pero en este caso respaldado por pools de liquidez descentralizados", agrega Pereyra.
El movimiento genera entusiasmo en parte de la comunidad, aunque no logra despejar las dudas sobre la verdadera tracción del ecosistema DeFi en Cardano. El valor total bloqueado (TVL) apenas supera los u$s313 millones, ubicando a la red en el puesto 25 a nivel global, muy lejos de Ethereum, que concentra más de u$s83.000 millones.
Críticos sostienen que Cardano sigue limitado al staking y que su volatilidad impide que ADA funcione como reserva de valor confiable. Sus defensores, lógicamente, ven en este tipo de desarrollos señales de diversificación y un intento por ofrecer a los usuarios herramientas avanzadas que antes solo estaban disponibles en plataformas centralizadas.
La confianza en Bitcoin
La última caída de Bitcoin no solo golpeó los gráficos de precios: también deterioró el pulso anímico de los inversores. Según el Índice de Miedo y Avaricia de las Criptomonedas, la confianza se desplomó a 28/100, el registro más bajo desde abril, reflejando un predominio del "miedo" en el mercado.
El movimiento fue abrupto: el indicador perdió 16 puntos en apenas 24 horas, coincidiendo con la caída de BTC a niveles cercanos a u$s109.000. Se trata de una señal clara de que los inversores minoristas reaccionan con pesimismo y aversión al riesgo en medio de la volatilidad.
Para Pereyra, "mientras los operadores se muestran cada vez más pesimistas, el precio aún sostiene un rango relativamente elevado frente a los mínimos del año". La última vez que el índice marcó un nivel tan bajo fue en abril, cuando BTC cotizaba cerca de u$s83.000, tras haber tocado un piso de u$s75.000.
En aquel momento, la corrección terminó siendo antesala de un rebote que devolvió fuerza al ciclo alcista. No faltan los analistas que aseguran que revisitará su máximo de 124.500 antes de fin de año, aunque los más optimistas, como Robert Kiyosaki o Michael Saylor, esperan que avance hacia los u$s200.000.