Un movimiento millonario sacudió la red Bitcoin el viernes: dos direcciones clasificadas como ballenas, por poseer más de 1.000 BTC cada una, transfirieron un total de 20.000 BTC a nuevas wallets.
Esta cifra, valorada en más de u$s2.000 millones al precio actual de Bitcoin (ronda los u$s109.000 al momento de esta redacción), generó un fuerte revuelo en la comunidad cripto.
Lo más llamativo de estas transacciones es que las monedas involucradas no se movían desde el 3 de abril de 2011, hace más de 14 años, cuando el precio de Bitcoin era de apenas u$s0,78.
Esto significa que las dos ballenas inactivas acumularon una ganancia de 140.000 veces sobre su inversión inicial, una cifra que habla por sí sola del increíble crecimiento de la criptomoneda líder.
La magnitud de este movimiento despertó, como casi siempre, la especulación. Sin embargo, no hay indicios de que la finalidad sea una venta inmediata, ya que los fondos no se trasladaron a direcciones asociadas directamente con exchanges.
"Me da la pauta de una posible reorganización de activos o preparativos estratégicos por parte de estas ballenas", comenta a iProUP el analista de mercados Rodrigo Mansilla.
Según el experto, "la simultaneidad y similitud de los movimientos de ambas direcciones dormidas refuerzan la idea de que pueden pertenecer a la misma entidad, sea un inversor o una organización".
Este evento se enmarca en una tendencia que se observa en el último año: direcciones de Bitcoin inactivas por largos periodos comenzaron a movilizar sus fondos.
Ejemplos recientes incluyen una ballena que reactivó su wallet después de seis años para enviar 1.000 BTC a Coinbase Pro y un minero que trasladó 50 BTC a Binance desde una dirección que permaneció inactiva por más de 10 años.
El dólar estadounidense atraviesa un semestre para el olvido. La divisa global se debilita a niveles no vistos desde 2022 frente a las principales monedas del mundo.
La caída, según expertos, está impulsada por la creciente emisión monetaria en Estados Unidos, los constantes cortocircuitos entre Donald Trump y la Reserva Federal (Fed), y las tensiones geopolíticas.
Bitcoin es refugio de valor ante una posible escalada inflacionaria ante la mayor impresión de billetes de EE.UU. Pero también puede subir si la Fed baja las tasas, algo que Trump exigió al organismo sin éxito y planea remover a su titular Jerome Powell, ya que aumenta el atractivo en activos de riesgo..
"El valor adquisitivo del dólar está por el piso, el DXY está en una corrección durísima y sigue con perfil bajista, repuntan la libra y el euro", contextualiza para iProUP el analista Iván Bolé.
El analista internacional Héctor Lucero señala a iProUP que "se terminó la excepción que tenía Estados Unidos con respecto al dólar. Antes, podía emitir fuerte sin devaluación porque otras partes del mundo también consumían sus dólares. Pero ahora, si emitís vas a devaluar, no hay vuelta que darle".
"Es lógico que, contra dólares, Bitcoin haya y esté subiendo tanto, pero ¿es coherente medir el valor contra una moneda en declive? Es similar a medir las acciones argentinas en pesos, hay que tener mucho cuidado con el entusiasmo, ajustar por una moneda fuerte, y por inflación", agrega Bolé.
El analista pone en duda si tiene sentido seguir validando la relación y cotizar todo el tiempo a Bitcoin en relación al dólar.
La debilidad global del billete verde es "muy positiva" para todas las monedas emergentes, incluido el peso argentino, según Lucero. Esta situación permite transaccionar más barato y favorece la apreciación de las monedas locales.
"Mejora el margen de competitividad. Con lo que el peso se deprecia contra el dólar, y lo que el dólar se deprecia contra el resto de las monedas, hoy más o menos estás haciendo una devaluación en torno al 3,5% mensual nominal", detalla.
En cuanto al precio de Bitcoin para el futuro más inmediato, Bolé subraya: "Si Bitcoin hace base en u$s107.500 los bulls pueden 'insistir' con el sesgo alcista, pero hay que monitorear qué pasa con SP500 esta semana".
Los gurús más optimistas, como Robert Kiyosaki o Michael Saylor, esperan que el activo escale hasta los u$s250.000 antes de fin de año. Mientras que los pronósticos más conservadores indican que puede cerrar 2025 en valores entre 125.000 y 150.000 dólares.
"En cambio, si pierde ese nivel, el siguiente en línea es u$s105.400, donde el perfil de volumen nos indica gran cantidad de operaciones. Ese test será el que defina si hay corrección más profunda o no", concluye Bolé.