Tras lograr un nuevo programa con el FMI, el Gobierno cumplió con uno de los lemas de campaña más pedidos por la gente: levantar el cepo. Así, el billete verde se encuentra apaciguado, en el medio de las bandas que pueden disparar la intervención del Banco Central para que no salga de cauce.
Pero hay un punto que amenaza que una cotización salte el cerco de la flotación y tiene en vilo a una industria que puede perder muchas empresas.
Horas de tensión
Tal como adelantó iProUP en abril, el ecosistema cripto vive sus horas más tensas con el Gobierno. A tal punto que, esta semana, la Cámara Argentina de Fintech lanzó un comunicado para exigir una resolución sobre un tema caliente.
El problema es el impuesto a los débitos y créditos (IDC, conocido como impuesto al cheque), creado por Domingo Cavallo en 2001. Grava con 1,2% las transferencias (0,6%, tanto a quien recibe como a quien envía fondos). Bancos, billeteras, sociedades de Bolsa y exchanges cripto lograron una reducción (0,075%) apelando una alícuota reservada a transferencias electrónicas. Pero en noviembre, ARCA excluyó a las empresas de activos virtuales.
"Imaginate que, en promedio, la comisión por operación llega al 1%. El impuesto se come toda la rentabilidad", lamenta del otro lado del teléfono una fuente del sector cripto.
Según su visión, "las exchanges con menos productos para ofrecer lo sufren más. Tanto es así que muchas comentaron que tienen oxígeno hasta octubre". La fecha no es antojadiza: fuentes afirman que el Gobierno les insinuó que el tema no se liberará hasta después de las elecciones.
Claves de los impuestos a las billeteras virtuales
Desde el Ejecutivo prometieron a las compañías resolver mediante un decreto con las firmas del presidente Javier Milei y Luis Caputo, que se iba a lanzar el 17 de febrero.
"Ya está escrito, solo faltan las firmas, nos dijeron desde el Ministerio", recrean fuentes consultadas por iProUP. Pero tres días antes, un tweet del mandatario encendió el escándalo $Libra que tomó dimensión planetaria y cajoneó el DNU.
El caso avanza en Comodoro Py. La jueza a cargo, María Servini de Cubría, investiga la participación del Presidente, su hermana y otros empresarios. En La Libertad Avanza, cualquier mención a cripto es mala palabra hasta luego de las Legislativas para evitar confrontar con la oposición, que tomó a $Libra como una de sus banderas.
"No es correcto que un negocio legítimo, regulado y bajo todas las de la ley deba supeditarse al timing político. No puede marcar los tiempos de la supervivencia de las empresas ni el empleo de 10.000 personas que trabajan en el sector y de otras que lo hacen indirectamente". Pero la demora puede terminar en un efecto indeseado para el propio Gobierno.
El fantasma del Bitcoin blue
Más allá de la supervivencia de las empresas, en el sector ven con temor que el llamado dólar cripto se encarezca aún más: hoy, ya es el tipo de cambio más elevado, superando en $25 al oficial y $10 a los financieros. Y una estampida puede agitar la ansiada estabilidad cambiaria.
"Algunas exchanges absorben el costo, la incluyen en el servicio o limitan prestaciones, como transferencias a cuentas de terceros", confía a iProUP una firma top del sector, quien revela otro temor.
Según el directivo, "si se mantiene el impuesto y los usuarios no consiguen servicios que desean, se los empujará hacia plataformas irregulares o servicios P2P que no cuentan con la protección de plataformas reguladas". Algunas no tienen controles robustos y son caldo de cultivo para estafas, como el caso de Paxful que se comentó en este medio.
Es que el impuesto a los créditos y débitos se aplica sobre la cuenta bancaria "recaudadora" de la exchange, desde la cual recibe depósitos y los reparte a las cuentas virtuales de los usuarios.
En cambio, las transacciones P2P se dan entre individuos, con cuentas bancarias o fintech personales, que escapan al IDC. Pero también a los controles y responsabilidad legal de las plataformas reguladas. Una suerte de "Bitcoin blue".
Un ejecutivo del mercado cripto asegura a iProUP: "Antes, con la disparidad de los tipos de cambio, había mecanismos para saltar entre cotizaciones y ofrecer un precio competitivo pese al impuesto. Ahora que están parejos, la cotización cripto se puede disparar".
Existe otro temor que invade al sector y pone en riesgo la continuidad de varias empresas: la aplicación de la retroactividad por todos los meses, de noviembre para atrás, en la que no se pagó el tributo.
"Nos prometieron que no iba a pasar pero está pasando. Hay dos compañías a las que ya les llegó una intimación de ARCA", asegura la fuente, que recibió comentarios de dos exchanges más.
Uno de sus colegas reclama: "Nos pidieron que nos sumemos como proveedores de servicios de activos virtuales ante CNV, un registro parecido al de las ALyC, tenemos auditorías y requisitos de patrimonio como los bancos. Pero nos cobran cada vez más impuestos".
Por ello, la industria, además, exige una reforma impositiva que equipare a las criptodivisas con otros activos en Ganancias y Bienes Personales. Así, esperan una respuesta para proteger un negocio que:
- Mueve u$s91.000 millones por año
- Atrae inversiones internacionales y a gigantes del sector como Binance o Coinbase
- Mantiene el liderazgo en adopción e innovación a nivel regional y mundial
Pero entre todos los tributos, el impuesto al cheque es el "tema prioritario de 2025" en la agenda fintech que este año colisiona con el siempre ingrato calendario electoral. Y que pone presión sobre las criptomonedas, un activo que hoy ya es utilizado por más de 2,5 millones de argentinos todos los meses.