Facundo Gómez Minujín, CEO de JP Morgan Argentina, afirmó que el mes de octubre será decisivo para definir el rumbo económico del país.
Con las expectativas en octubre
En su análisis, señaló que ese momento marcará un punto de inflexión, especialmente por el impacto que podrían tener los resultados electorales sobre la confianza de los mercados.
El ejecutivo también valoró el enfoque del gobierno de Javier Milei en materia de reordenamiento macroeconómico. A su criterio, el actual programa avanza en la dirección correcta, sobre todo por su decisión de achicar el Estado, liberar sectores estratégicos y buscar una mayor inserción internacional.
En ese sentido, destacó: "El Gobierno se ha enfocado en ordenar la economía, reformar el Banco Central, desintermediar movimientos sociales y abrir al país al mundo".
No obstante, advirtió que todavía persiste una importante dosis de incertidumbre en torno a la continuidad del plan económico.
Según explicó, los inversores se mantienen atentos para ver si las reformas implementadas se traducen en resultados tangibles en términos de crecimiento, generación de empleo y estabilidad política.
"Las empresas están atentas a si mejora el consumo, si aumentan los puestos de trabajo y si Milei consigue respaldo electoral en octubre. Ese es el eje de análisis", sostuvo.
Durante su participación en la Expo EFI, que se llevó a cabo en el Centro de Convenciones de Buenos Aires, Minujín remarcó que las elecciones legislativas se convirtieron en un evento clave para la comunidad empresarial y financiera. "Es un evento fundamental", aseguró en diálogo con el economista Santiago Bulat.
El titular de JP Morgan consideró que un resultado favorable en las urnas podría consolidar el esquema económico actual.
Incluso mencionó que, dentro del mercado, hay quienes opinan que el oficialismo debería completar dos mandatos para poder afianzar las reformas iniciadas.
"Argentina viene de una sucesión de crisis y ningún presidente logra la reelección. Eso genera escepticismo", advirtió, al repasar las dificultades estructurales del país.
A lo largo de su intervención, también hizo un repaso de los antecedentes económicos recientes. Mencionó los "nueve defaults" y los "22 acuerdos con el FMI", lo que, según él, ayuda a explicar la desconfianza persistente respecto de la sostenibilidad del proceso actual.
"Hay una percepción de que se está avanzando, pero no está claro si se podrá sostener en el tiempo", agregó.
Otro punto que abordó fue el elevado nivel de activos que los argentinos mantienen fuera del sistema financiero local. Según estimó, hay unos 350.000 millones de dólares entre efectivo y capital invertido en el exterior, lo cual refleja un escepticismo generalizado.
"Eso refleja que ni siquiera nosotros estamos plenamente convencidos de que esto vaya a funcionar", reconoció con franqueza.
Reformas pendientes y escepticismo del mercado
Aunque ponderó el esfuerzo por estabilizar las principales variables económicas, Gómez Minujín fue claro al señalar que aún queda mucho por hacer en materia de reformas estructurales. A su entender, el país todavía no encaró las transformaciones necesarias para consolidar el crecimiento a largo plazo.
"Las reformas que el país necesita para crecer todavía no se hicieron", aseguró, y puntualizó que una de las más urgentes es la reforma del sistema previsional, al que calificó de insostenible.
"La mitad del gasto se destina a jubilaciones de privilegio o regímenes especiales. Hay que reformarlo por completo", reclamó.
En la misma línea, insistió en la necesidad de modernizar tanto el esquema tributario como el régimen laboral. Afirmó que las empresas no pueden competir con los niveles actuales de presión fiscal.
El ejecutivo utilizó un ejemplo cotidiano para ilustrarlo: "Una Big Mac en Argentina está entre las más caras del mundo, pero si le quitás los impuestos, queda entre las más baratas. La carga tributaria es impresionante".
Proyecciones financieras y desafío social
Al referirse al panorama financiero, el CEO anticipó que el riesgo país podría seguir en descenso si se mantiene la trayectoria de estabilización. "Los bonos están muy deprimidos. Si la macroeconomía se ordena como se está ordenando, no tiene sentido que sigan en ese nivel", comentó.
Además, consideró probable que la Argentina retome el acceso a los mercados internacionales de crédito hacia principios de 2026. En lo inmediato, aclaró, no será necesario emitir deuda, ya que el país puede cumplir sus compromisos con recursos propios.
Sin embargo, advirtió que, más adelante, el financiamiento externo será indispensable. "Esa es una condición indispensable para consolidar la estabilidad", subrayó.
Finalmente, vinculó la mejora en las condiciones sociales con un proceso sostenido de crecimiento económico.
Según explicó, reducir la pobreza del 40% actual al 20% requeriría al menos una década de expansión sostenida del 5% anual.
"Ningún país con estos niveles de pobreza puede sostenerse en el tiempo. Ese es el verdadero desafío que tenemos por delante", concluyó.