Una Prueba de Reserva (PoR, por sus siglas en inglés) como la anunciada por Bitso días atrás consiste en presentar datos comprobables de la liquidez de una plataforma financiera, como, por ejemplo, un exchange de bitcoin (BTC) y criptomonedas.
En las mismas se puede verificar que los fondos con los que cuenta un exchange son suficientes para cumplir con sus compromisos y deudas sin necesidad de echar mano de saldo de sus usuarios.
La necesidad de este tipo de métodos de comprobación de liquidez está latente desde hace varios años, pero retumba cada vez que ocurren incidentes relacionados con el mal manejo de fondos por parte de plataformas que tienen a su disposición el dinero de sus clientes.
El Bitcoin Policy Institute define una prueba de reserva como "un método que usa técnicas de verificación criptográfica para demostrar públicamente que se poseen suficientes activos digitales para cubrir las obligaciones o pasivos".
Una prueba de reserva óptima va más allá de mostrar el saldo en las wallets del exchange, como algunas hicieron anteriormente.
Es muy importante que la plataforma sea capaz de demostrarle a sus clientes que cuentan con la liquidez financiera necesaria para cumplir con sus compromisos.
A esto se suma la capacidad de comprobar que el saldo de los usuarios no fue utilizado para otros fines y que se encuentra íntegro en las wallets de la empresa.
La importancia de las pruebas de reserva yace en el dicho bitcoiner "no confíes, verifica".
Bitcoin es una red transparente que permite a cualquier persona con conexión a internet la comprobación de la ruta que siguió cada bitcoin existente, desde su emisión hasta la última transacción que se hizo con él.
La intención de esto es que no haga falta confiar en lo que reporta un tercero que puede estar manipulando la información que muestra.
La confianza en terceros puede convertirse en algunas ocasiones en crisis financieras, como la del exchange FTX. En este caso particular, se supo que el director ejecutivo de esta casa de cambio utilizó fondos de sus clientes para rescatar a la empresa hermana de FTX, Alameda Research.
Al menos u$s4.000 millones salieron de las wallets de FTX hacia las de Alameda Research, según un informe de la agencia Reuters.
Lo más grave es que Sam Bankman-Fried pudo utilizar fondos de los usuarios de FTX en estas transacciones.
La principal ventaja que ofrecen las PoR, tanto a plataformas que manejan activos como a sus usuarios, es una relación más transparente que aumenta la confianza entre ambos; más no una confianza ciega, sino comprobable de forma fidedigna por medio de criptografía.