Las criptomonedas crecen como un activo de intercambio para la compraventa de bienes y servicios en algunos países a nivel mundial.
De esta forma, cada vez más naciones apuestan a estos activos en desmedro del dinero fiduciario, que cada vez está más relegado en la mente de miles de personas.
Europa se perfila como el continente con mayor cantidad de capitales y ciudades que apuntan a esta tendencia. Ahora, una más da el paso definitivo para "recompensar" a sus ciudadanos: Belfast (Irlanda del Norte).
Según Damián Di Pace, economista y director de la consultora Focus Market, Belfast (COLU), capital de Irlanda del Norte, emite su propia criptomoneda: Belfast Coin.
La idea de esta criptodivisa es alentar a los residentes a patrocinar a los comerciantes locales y promover un "sentido de deber cívico" entre los ciudadanos.
De acuerdo al economista, sorpresivamente, no hace falta viajar tantos kilometros para ver algo similar: en Argentina, la empresa de tecnología blockchain Kaya lleva a cabo un proyecto similar en Rafaela, Provincia de Santa Fe.
Se trata de un acuerdo entre el sector público y privado por el cual emiten un token de salario adicional para trabajadores públicos para que consuman en comercios locales.
Sobre su uso, Di Pace explica que Belfast Coin (COLU) puede ser obtenida por cualquier ciudadano de la capital a través de puntos que obtienen con la realización de deberes civícos como reciclado, trabajo voluntario o patrocinio de tiendas minoristas locales.
La criptodivisa se acepta como pago en todos los negocios de la ciudad, incluídos tiendas, cafés y restaurantes.
Para ser partícipes del programa, los residentes únicamente deben descargarse la aplicación oficial de Belfast Coin y conectarla posteriormente con una tarjeta de pago.
La cripto se posiciona como la primer moneda digital del Reino Unido diseñada específicamente para fomentar actividades cotidianas positivas.
Su valor equívale a 1 libra esterlina, es decir que por cada Belfast Coin que los ciudadanos obtengan, recibirán el equivalente a £1.
Otro de los "tapados" europeos en lanzar su propia criptomoneda oficial es Islandia, en donde la Autoridad Supervisora Financiera del país, único regulador financiero, aprobó la operación de Monerium.
Se trata de la primera empresa de dinero electrónico impulsada por blockchain en la nación nórdica.
"Monerium desarrolló una moneda fiduciaria basada en blockchain vinculada a la corona islandesa para pagos transfronterizos, sin intermediarios financieros que apliquen sobre esta divisa", detalla Di Pace.
Así, la corona islandesa digital, una stablecoin, es operable en toda la Unión Europea durante está etapa inicial.
Al mismo tiempo, se espera que se introduzca su uso en más países europeos, dependiendo de las políticas regulatorias con las que cuenten los respectivos territorios.
"Luego de la dramática crisis financiera en Islandia, iniciativas como Monerium buscan alinear al país con el propósito de crear una incubadora con la infraestructura necesaria para un futuro más descentralizado, autónomo e independiente", resalta el economista.
Islandia es un país que cuenta con apenas menos de 400.000 habitantes y ve con cada vez mejores ojos el ecosistema cripto.