Las criptomonedas se volvieron una de las principales alternativas de inversión de millones de usuarios alrededor del planeta.
A la hora de hablar de inversión en criptos, una de las metodologías más comunes que se escuchan entre los aficionados del sector es el de trading, entendida como la compra y venta de activos cotizados con mucha liquidez de mercado.
Básicamente se trata de un tipo de operativa bursátil de carácter especulativo, por lo que está sometido a los vaivenes del mercado.
De hecho, y en medio de las fuertes correcciones que sufrió el mercado este 2022, aparecen nuevas maniobras para buscar aprovechar al máximo los rendimientos que se puedan obtener.
Según Damián Di Pace, economista y director de la consultora Focus Market, en un mercado donde las criptomonedas están a la baja y para muchos holdear tiene un costo de oportunidad importante, otro optan por realizar "scalping", entendida como la maniobra para "obtener rendimientos a partir de las oscilaciones de precio de las criptomonedas".
La estrategia de scalping requiere de un cierto grado de conocimiento en el mercado, a pesar de tratarse de una estrategia comercial a corto plazo.
Según el economista, para ganar con la diferencia entre la oferta y la demanda los "scalpers" utilizan un "spint" que implica comprar al precio de oferta y vender al precio de venta.
Un operador de scalping mantiene un activo financiero o digital durante menos de 5 minutos y, por lo general, puede mantener un trato durante 20 minutos, a diferencia de lo operadores diarios tradicionales que mantienen operaciones durante varias horas.
De acuerdo a Di Pace, hay tres fundamentos para explicar que esta sucediendo en este mercado bajista de las criptomonedas:
Estos hechos incentivaron el scalping entre los usuarios del ecosistema, quienes buscan una nueva forma de obtener rendimientos en el corto plazo.
Por otro lado, de manera paulatina, las criptomonedas desplazan al dinero fiduciario a un segundo plano en la mente de miles de inversores.
Uno de estos países que ya las implementa de esta forma es Noruega, donde una ciudad en particular suprimió definitivamente su divisa oficial en reemplazo de una criptodivisa.
Se trata de Liberstad, ubicada a 45 kilómetos de Kristiansand, una ciudad que, desde su fundación, sus integrantes decidieron eliminar por completo la capacidad de usar su moneda fiduciaria: la corona noruega.
En cambio, sus habitantes utilizan para su intercambio la criptomoneda City Coin, ejecutada a través de un protocolo blockchain llamado City Chain.
Según Di Pace, el objetivo de sus trabajadores es atraer a trabajadores que crean en el anarquismo y la no agresión.
Su finalidad es crear "ciudades privadas" a lo largo y ancho de Noruega con uso de esta criptomoneda.
A su vez, a través de la blockchain, proponen crear una ciudad inteligente donde se puedan comprar servicios de la misma y financiar todo proyecto civíco, así como pagar los salarios de sus trabajadores con la criptodivisa en Liberstad.
Mediante la atracción de inversores en la comunidad de Liberstad, está se encuentra en desarrollo de la infraestructura de este tipo de servicios, ya que no tiene un gobierno como tal y es libre de impuestos.