Miguel Pesce, el presidente del Banco Central (BCRA), insistió en que el dólar soja no tuvo costo para las reservas de la entidad y negó que haya una "bomba" de Leliqs.

Durante un discurso en la Cámara Baja, Pesce defendió la "desaceleración inflacionaria" que proyecta el Gobierno.

Según el funcionario, el llamado "dólar soja" de $200 para los exportadores "no tuvo un costo porque la diferencia cambiaria entre lo que se les pagó a quienes vendieron el grano y la cotización en el mercado oficial de cambio fue compensada con una letra del Tesoro".

"Sobre estas letras se están haciendo las estimaciones para su determinación, así que en breve se verá cuánto es su valor porque la cotización del tipo de cambio varió desde que comenzo el sistema hasta el 30 de septiembre", agregó.

Pesce también explicó la colocación de letras de liquidez del Banco Central (Leliqs) que para muchos constituyen una "bomba" de pesos a punto de estallar. En ese sentido, reiteró varias veces ante los legisladores que esto no ocurrirá.

El titular del Banco Central apuntó en primer término a la "formación de activos externos" entre 2018 y 2019, durante el gobierno de Juntos por el Cambio, y explicó: "Como esa posibilidad está hoy cerrada lo que hacen famlias y empresas es depositar ese dinero en bancos, especialmente en plazo fijo, que tienen un crecimiento de casi el 100%".

Pesce buscó despejar las dudas sobre las Leliqs

"Lo que expresan las Leliqs que tiene el Banco Central es el ahorro de los argentinos y de las empresas argentinas. Allí no hay ni una bomba de Leliqs ni riesgos. El crecimiento que están teniendo estos activos tiene que ver con el proceso inflacionario en el cual vivimos y con el resguardo, hasta donde se puede, del ahorro de las familias y empresas", subrayó Pesce.

En esa línea, el funcionario sostuvo que "el modo virtuoso de resolver este problema es que ese ahorro comience a convertirse en inversión a través del mercado de capitales y del mercado financiero", aunque reconoció que "hay dificultades para ello" porque debido a la expansión monetaria que hubo, tanto las familias como las empresas están líquidas y hay baja demanda de créditos (a diferencia de lo que ocurría en 2019)".

Y agregó: "Estamos esperando para el año que viene una reducción de estos instrumentos, en parte destinado a la inversión privada y en parte al financiamiento del sector público, que va a obtener financiamiento fundamentalmente en el mercado de títulos".

Esto sería así por la reducción del financiamiento del Banco Central al Tesoro que está contemplada en el proyecto de Presupuesto 2023 y que Pesce puso de relieve al defender la polémica proyección de una inflación de 60% para el año próximo que tanto opositores como economistas consideran demasiado "optimista".

Miguel Pesce, titutlar del Banco Central

"Dólar soja": Pesce defendió la medida ante la oposición

Varios diputados de la oposición le trasladaron a Pesce su preocupación por la implementación del dólar especial que el ministro de Economía, Sergio Massa, le dio a los exportadores de granos y su brecha con el tipo de cambio oficial. Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda, fue el primero en preguntarle por "el costo" de la medida para el Central.

Otro de ellos fue el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y referente del bloque PRO en materia económica, Luciano Laspina, quien subrayó que "el dólar soja representó un quebranto para el Banco Central que debió ser compensdo por un bono".

Pesce, sin embargo, defendió la aplicación del "dólar soja" y su resultado financiero, en línea con lo que fue la celebración de Massa por el ingreso de divisas a las frágiles reservas del Banco Central a partir de esta medida y a pesar del cortocircuito que hubo entre ambos por la forma de comunicar los alcances de esa política.

El titular del Banco Central destacó que gracias a ese dólar diferencial "el ingreso de dólares fue casi u$s8.000 millones" y agregó: "Tuvimos pagos por la otra rueda, la del mercado oficial de cambios donde se tramitaron todos los ingresos por exportaciones y pagos por importaciones, fue alrededor de u$s2.600 millones, lo cual dejó un resultado de u$s5.000 millones".

Pesce ratificó que para 2023 el Gobierno no espera "shocks externos como los del primer trimestre de 2021 y del 2022" y que "no hay previstas modificacones bruscas del tipo de cambio, que es otro elemento que potencia la inflación en nuestro país".

Al respecto, aseguró que "va a haber un proceso de desaceleración inflacionaria que está reflejada en el Presuupuesto, con esa estimación de 60%, y con una devaluación que está acorde a esos niveles de inflación". En uno de los tramos de su exposición el funcionario ratificó que la política económica del Gobierno mantiene firme el plan de "evitar una devaluación brusca".

Sergio Massa, el súper Ministro

En ese sentido, y luego de destacar el crecimiento de las exportaciones previsto para el año próximo, afirmó para "aquellos que tienen una visión monetaria de la inflación" el año próximo será "el año más bajo de monetización del déficit fiscal desde 2015", esto es una reducción de la emisión.

"Aún si consideramos el financiamiento que consiga el Tesoro a través de operaciones de mercado, que disminuirán el stock de letras y pases que tiene el Banco Central, esos niveles de financiamiennto del déficit van a ser menores que los de 2016 y 2017, donde la expansión monetaria provenía del endeudamiento externo y su monetización", subrayó.

Pesce ratificó un recorte de la emisión para financiar déficit al hablar de la "visión monetaria de la inflación"

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