"Errare humanum est" (errar es humano) es una expresión en latín que se utiliza para aceptar que es intrínseco a la naturaleza humana equivocarse, por lo que hay aprender de esto para evitar que se repita, y más cuando la pifia lleva a perder un millón de dólares en criptomonedas.

Esto le ocurrió al dueño de un codiciado NFT (token no fungible) que confundió ETH por wei al poner en venta una pieza de la colección Etherrock (compuesta por piedras digitales).

De esta forma, el comprador (que utilizó un bot especial que busca ofertas en el mercado) adquirió la pieza digital a un valor inferior a un centavo de dólar, cuando la intención del vendedor era recibir una suma cercana al millón.

Es que 1 ETH equivale a 1.000.000.000.000.000.000 de wei, lo que significa que el valor de esta criptomoneda es prácticamente insignificante.

Al percatarse del error, el vendedor (quien se hace llamar Rock Dust en Twitter) intentó recuperar el NFT, pero no obtuvo respuestas del nuevo dueño de la pieza de Etherrock ni logró con desde la plataforma donde se concretó la operación puedan ayudarlo.

La codiciada colección de piedras digitales

Etherrock, es una colección de piedras en formato NFT que tiene varios años en el mercado, pero se volvieron tremendamente populares en los últimos meses.

Consta de 100 piezas de distintos colores basadas en cliparts gratuitos, piedras digitales con un valor neto mayor que el diamante.

Cada una de ellas fue creada en 2017 y las ilustraciones proceden de una base de datos de imágenes prediseñadas libres de derechos de autor que se inspiraron en la moda de los juguetes Pet Rock de la década de 1970.

Todas tienen el mismo aspecto, pero algunas están pintadas de diferentes colores.

EtherRock 55, por ejemplo, es una roca que se vendió por 409.000 dólares, y es una de las cuatro únicas rocas azules.

 

Cómo tener tu propio NFT

Las dos preguntas más escuchadas por quienes desean ingresar a esta tecnología son "cómo se crean" y "qué se necesita" para obtener un rédito económico de alguna actividad artística, como imagen, un video o, incluso, una canción o poema.

"Primero se requiere de una billetera sin custodia, que puede ser Metamask, una de las más comunes; o KardiaChain Wallet", confía a iProUP Nicolás Verderosa, CEO de la plataforma de venta de NTF Kephi Gallery.

Según el ejecutivo, después "se necesita conectar esa billetera a cualquier plataforma de mercado NFT. Obviamente, deben transferirse fondos a esa billetera para pagar el gas", como se conoce a la comisión por el uso de la blockchain.

Por ejemplo, si el marketplace de NFT funciona con Ethereum, habrá que cargarla con ethers. En general, subir una obra a una plataforma cuesta cerca de 100 dólares. Las más importantes son:

Verderosa precisa que simplemente con estos pasos se crea un usuario asociado a la billetera, se crea un perfil de usuario y el artista puede subir sus obras al mercado NFT. Además, la plataforma le ofrecerá herramientas para convertir cada obra (un archivo de imagen, audio, video o documento) en un token no fungible. Se pueden generar colecciones y NFT únicos (una sola copia) o múltiples.

"Uno puede crear una colección y colocar varios NFT dentro, asociándolos o dándole una especie de línea argumental o hilo conductor. Esto tiene como ventaja que los conjuntos de obras se tienden a vender más porque los coleccionistas quieren tener todas las copias", resalta Verderosa.

En su visión, subir un NFT a alguna de las plataformas es un procedimiento tan sencillo como guardar cualquier archivo en Google Drive, Dropbox o una plataforma de almacenamiento en la nube.

Además, el 90% del valor de venta se lo lleva el artista, quien además puede –según Verderosa– fijar un monto de regalía para el mercado secundario. De esta forma:

Los NFT son una especie de activo digital diseñado para ser únicos, característica que los asemeja a coleccionables tradicionales como obras de arte, estampillas y discos de vinilo, entre otros.

La blockchain detrás de la revolución NFT es Ethereum, red creada por el ruso Vitalik Buterin que permite incorporar información adicional a cada archivo.

De este modo, deja registrado de forma permanente un sello o certificado que indica que ese es el "archivo original", a diferencia de cualquier contenido digital del que pueden hacerse múltiples copias, indistinguibles entre sí.

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