La invasión de Rusia a Ucrania generó una serie de sanciones económicas por parte de miembros de la Unión Europea, Gran Bretaña y los Estados Unidos contra Putin, firmas rusas y sus dueños millonarios. Y ante este panorama, las criptomonedas se convirtieron en una preocupación.
¿El motivo? Este tipo de activos digitales se transformó con el correr de los días en una vía de escape para los "castigados" y hasta para los ahorristas del país, que apelan a Bitcoin (BTC) y compañía como salvación para no perder poder adquisitivo por la devaluación de la moneda local.
Diferentes firmas especializadas remarcaron que las sanciones dispararon el interés por estos activos digitales en Rusia.
En apenas 24 horas, según el proveedor de datos de mercados digitales, Kaiko, los cambios entre la moneda rusa y las criptodivisas rozaron los 3.000 millones de rublos, unos u$s30 millones. Cifra récord.
El mercado de las criptomonedas posee dos características que complican la tarea de los sancionadores:
"No responde a ningún ente superior, por eso, es independiente de cualquier acción que puedan llevar a cabo los bancos centrales y no hay nadie que supervise las transferencias", explicó Darío García, analista financiero del bróker XTB.
Bitcoin y compañía se colocaron como una alternativa para el gobierno de Vladimir Putin logre esquivar las sanciones económicas impuestas por países europeos, los Estados Unidos y Canadá contra algunos bancos y magnates rusos.
Por tal motivo, Estados Unidos se reunió con representantes de los principales exchanges para solicitarles su ayuda para evitar que BTC sea una válvula de escape para las personas y organizaciones rusas sancionadas.
Es que la administración de Joe Biden tiene el objetivo de frustrar cualquier intento de usar criptomonedas por parte de Rusia para evadir las sanciones, pero la respuesta recibida fue negativa.