Mercado Libre ya tomó una decisión respecto al teletrabajo
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Lo que antes era un lujo, o incluso visto como un "extra" en algunas propuestas laborales, ahora se volvió una necesidad. Adaptar los trabajos a las situaciones particulares de los empleados es un imperativo luego de la pandemia y ya impulsan todo tipo de cambios que permiten trabajar remotamente.
Mercado Libre tomó la decisión de permitir a sus empleados trabajar de forma híbrida por tiempo indefinido, según lo que ellos decidan.
Los empleados del gigante del e-commerce y de los pagos electrónicos podrán elegir entre ir a la oficina o quedarse en casa trabajando.
La decisión se adopta por "tiempo indefinido", lo que significa un nuevo paradigma en la relación de trabajo para la compañía.
Además, confirmaron que un jefe de cualquier equipo no podría obligar a sus empleados a concurrir a la oficina si estos quisieran trabajar de manera remota.
La compañía fue una de las primeras en adoptar el teletrabajo y gracias a su flexibilidad fue elegida en 4º lugar en la lista de "Great Places to Work" en Latinoamérica en 2021. Una de las variables que se discute en muchas compañías es la de hacer 2 o 3 días de manera presencial, para fomentar el encuentro con el equipo de trabajo y poder hacer florecer las relaciones personales, y el resto de manera virtual.
Una encuesta de McKinsey realizada a 100 ejecutivos de distintos sectores y países reveló que en el futuro, nueve de cada diez organizaciones combinarán el trabajo a distancia con el presencial. El sondeo confirmó además que durante la pandemia la mayoría de las organizaciones han visto aumentar la productividad individual y de equipo y el compromiso de los empleados, y, "quizá como resultado de este aumento de la atención y la energía, un aumento también de la satisfacción de sus clientes".
Todo no es positivo: en todas las organizaciones, los ejecutivos ya reconocen la necesidad de rediseñar los procesos para apoyar mejor a los trabajadores a distancia, y la mayoría ha identificado los procesos que requerirán un replanteamiento.
McKinsey reconoció tres riesgos del trabajo híbrido: