Los mineros de Bitcoin (BTC) en la Argentina aprovechan las ineficiencias de la economía intervencionista del país para obtener enormes beneficios, alentados por los recuerdos de las caídas de la moneda y gracias a la electricidad subsidiada por el Gobierno.
En un contexto en el que numerosos países experimentaron auges en la minería de las criptomonedas este año, las tarifas ultra bajas de los servicios públicos y la aparición de cada vez más controles de capital están ayudando a aumentar las ganancias de los mineros en territorio nacional.
Al tiempo que las personas explotan las posibilidades que les brinda el sector, empresas del calibre de Bitfarms, recientemente consagrado como unicornio en el país tras alcanzar una valuación de u$s1.000 millones, aprovechan para optimizar sus operaciones en una racha de crecimiento cada vez más exponencial.
Y es que la compañía cripto anunció que su desembarco a Paraguay y Argentina para minar en dichos territorios, esta cada vez más cerca. Bitfarms cuenta actualmente con cuatro instalaciones hidroeléctricas a escala industrial en Québec, Canadá (lugar de origen), y otra en Washington, Estados Unidos, las cuales demostraron una capacidad combinada de 69 MW. La compañía también se prepara para cotizar en Nasdaq.
"Anticipamos comenzar la producción inicial en Paraguay para fin de año", reveló Bitfarms en un comunicado. La empresa informó anteriormente que la planta funcionará con 3.000 equipos en suelo paraguayo.
Mientras que estiman comenzar a operar en Argentina a inicios de 2022, donde esperan contar con alrededor de 55.000 mineros en su inminente nueva planta en la provincia de Córdoba.
En lo que va del año, la compañía informó que logró minar, en promedio, 11 bitcoins por día, lo que se traduce en más de u$s600.000 cada 24 horas. Esto permitió la obtención de un total de 3.000 bitcoins, algo así como u$s170 millones.
La mayor parte de este ingreso se retroalimenta ya que es empleado en los gastos que requiere la minería de criptomonedas. Uno de los principales costos que implica el desarrollo de la actividad es el ligado a la electricidad, lo que motivó su expansión a Argentina y Paraguay por las cifras económicas que se pagan en ambos países.
Específicamente, Paraguay es el país con el servicio más barato de energía de todo Latinoamérica, junto a Venezuela, según un informe de Arcane Research reportado por CriptoNoticias, lo que llevó a diferentes compañías de minería de BTC a interesarse por dichas naciones para instalar operaciones. Junto con Bitfarms, otra de las que ya desembarcó es Future Fintech.
La minería de criptomonedas es un trabajo que se basa en la verificación constante de las transacciones, lo que se conoce como agrupar transacciones en bloques y agregarlas a un registro público, la blockchain. Este trabajo se hace con computadoras muy potentes que no son como las hogareñas, sino más bien data centers.
El plazo inicial del contrato con un "proveedor de energía privado argentino", según explica la compañía en un comunicado es de 8 años. "El costo efectivo es de de $ 0.022 por kWh para la electricidad durante los primeros cuatro años", explicaron.
Bitfarms firmó previamente un memorando de entendimiento en octubre para desarrollar una operación minera de bitcoins de 60 MW en la Argentina, al remarcar un "clima favorable durante todo el año" para la instalación, que según la firma será una "contribución significativa" a su objetivo de producción para fines de 2022.
Además, quieren "proporcionar diversificación geográfica de la producción para reducir el riesgo". No aclaran, sin embargo, en qué parte del país. "Nuestra expansión planificada en la Argentina es una continuación de nuestra experiencia y nuestro deseo de ofrecer valor a los accionistas", resaltó el presidente de Bitfarms, Geoffrey Morphy. "La expansión estratégica proporciona la escala y la eficiencia que buscábamos", añadió.
"Con considerable energía de bajo costo disponible para nosotros durante muchos años, podemos mejorar nuestro rendimiento de margen a corto plazo y asegurarnos de tener una operación viable con la que podamos contar hasta el próximo evento de reducción a la mitad en 2024", explicó Morphy.
"El proceso de minería se ocupa de la validación de transacciones en la red Bitcoin. Los mineros reciben recompensas por mantener la integridad de la red y se les incentiva a generar solo bloques que contengan transacciones legítimas", describió Bitfarms.
Fundada por los argentinos Emiliano Grodzki y Nicolás Bonta, la compañía se asoció con inversionistas extranjeros para apostar por la criptominería de monedas digitales.
Luego se sumaron dos canadienses, Pierre-Luc Quimper y Mathieu Vachon, razón que en parte explica por qué sus más de 16.000 servidores están en Quebec. En 2018 llegó a valer u$s1.200 millones, superando la cifra que los convirtió por un momento en "unicornios".
"Somos la primera empresa pública cuyo objeto es la minería de criptomonedas. Estamos construyendo la infraestructura para la economía del presente y del futuro. Cuando entendés de que se trata y cómo funciona, te das cuenta de que es uno de los mejores inventos de la historia de la humanidad", explicó Grodzki en una entrevista con Infobae en 2018.
El año pasado, sin embargo, se supo que la minería de bitcoins a nivel mundial ya consume más energía que toda la que consume la Argentina, lo cual está lejos de ser una buena noticia para el medio ambiente.
Bitfarms, surgida en 2007, fue el primer grupo de minería de bitcoin que comenzó a cotizar en la bolsa canadiense de Ontario en 2019. Y este año también comenzó a cotizar en Nasdaq, Estados Unidos, bajo el código BITF. De acuerdo a datos de Ínvesting una acción de la firma se cotiza a u$s7,24 en Wall Street y a u$s9,22 en la bolsa de Canadá.