La volatilidad de Bitcoin (BTC) es una de sus caracteristicas fundamentales y más cuestionadas. Por lo que por estos días, sus seguidores (o bitcoiners) se mantienen alertas, ya que desde hace una semana la curva del tóken va en descenso.
La criptomoneda, al igual que durante casi toda la semana, opera este viernes con una caída pronunciada que arrasta al mercado. Según CoinMarketCap, en tan solo 24 horas, el valor del tóken se desplomó cerca de 8% y vuelve a cotizar por debajo de los u$s55.000 por unidad; mientras que Ethereum (ETH) cayó alrededor de 10% y opera en torno a los u$s4.000 por unidad.
Otras altcoins como Polkadot registraron bajas de hasta casi 12%, encabezando la lista de las criptos con más pérdidas, seguida de cerca por Solana, Cardano, XRP las cuales descendieron más de 9%. Binance Coin y Dogecoin, por su parte, bajaron 7%.
Entre las principales causas de que el mercado cripto amaneciera en rojo, en línea con los mercados tradicionales que operan con fuertes bajas, se encuentra el temor temor suscitado de la aparición de una nueva variante de Covid-19 en Sudáfrica y el avance regulatorio en EE.UU y la India.
De esta forma, la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto cotiza a u$s54.240,83 por unidad y en las últimas 24 horas la variación de precio fue del -8,22%. La capitalización de mercado de Bitcoin es de u$s1.036.771.992.162 y circulan 18.883.543 BTC.
El precio actual de las demás criptomonedas:
Antes de romper el piso de los u$s55.000 por unidad dado este retroceso, que puede considerarse sorpresiva dadas las circunstancias recientes, el mercado era optimista en torno al precio de Bitcoin pese a la alta volatilidad. Muchos inversores alcistas esperaban que su valor volviese a los números por encima de los u$s60.000 antes de que volviera a caer, pero eso no sucedió.
"Salir del nivel de u$s56.000 fue como sacar un automóvil pesado del barro", expresó Tasso Lago, especialista en criptomonedas y fundador de Financial Move. De acuerdo al gráfico de tendencia de precios de Bitcoin, el desafío es llegar nuevamente a los u$s60.000 y puede extenderse a u$s62.000 para ver un nuevo rally de la moneda digital.
De esta forma, muchos inversores mantienen sus proyecciones optimistas sobre los próximos pasos para el mercado, especialmente después de lanzarse la actualización Taproot el pasado 14 de noviembre.
Por su parte, Helena Margarido, experta cripto de Monett, destacó que el Bitcoin es más que una inversión en moneda sino en tecnología. "Simplemente pasó por una actualización masiva. La noticia presionó el precio en los últimos días, pero la ganancia de eficiencia fue mucho mayor", indicó.
Taproot es una propuesta de actualización para la red Bitcoin, con la cual se mejoraría la capacidad de la misma para la creación de scripts, alineándose con las propuestas de otras redes como Ethereum que cuentan con propiedades asociadas a la creación de contratos inteligentes.
Además de esto, Taproot también trae la posibilidad de enmascarar transacciones complejas en el Blockchain de Bitcoin, lo cual dotaría a la moneda digital de una mayor privacidad en las operaciones realizadas, acompañado de una disminución en el tamaño de las mismas a través del sistema de Firmas Schnorr.
Taproot vendría a ser uno de los cambios más importantes a implementar en la red Bitcoin desde que en 2017 tuvo lugar SegWit, solo que a diferencia de aquél acontecimiento se trataría de un Soft Fork, actualización ligera que traerá mejoras operativas al protocolo.
Bajo esta modalidad se implementa también un nuevo mecanismo de voto para aprobar este tipo de cambios, sin necesidad de llegar a acalorados debates ni interminables disputas sobre el futuro de Bitcoin, las cuales al final derivaban en versiones alternas respaldadas por quienes se sentían afines con dichas visiones, indicó Diario Bitcoin.
Estos propósitos se buscan mediante la ejecución de tres componentes.
No obstante, además "existe el riesgo de que el valor de la criptomoneda entre en una dinámica negativa, con altas probabilidades de desplome, si la actualización resulta tener 'bugs', deficiencias del código que podrían ser aprovechadas para comprometer la seguridad del sistema, tal como se produjo en marzo de 2013, cuando bitcoin se dividió brevemente en dos cadenas.
Por último, finaliza: "Las actualizaciones abren la posibilidad -extremadamente remota- de que un error entre en el sistema, lo que destruiría la confianza en todo el sistema de criptodivisa, anulándola de hecho", explicó Jason Deane, analista de Quantum Economics.
Para evitar este tipo de 'herida autoinfligida', como define Deane este hipotético escenario, las actualizaciones se revisan durante meses antes de activarse".