Luis Scola siempre mostró interés en todas las facetas que rodean al deporte. No sólo brilló en su carrera de basquetbolista en Europa y en la NBA, y lidera todavía a la Selección de básquetbol subcampeona del mundo, sino que sus inquietudes van desde la gestión y el marketing hasta los procesos de entrenamiento y la alimentación ideal para ser atleta de alto rendimiento. Pues bien, ahora le sumó un rasgo empresarial, porque Luifa se metió de lleno en el negocio de los NFT.
El capitán de la Selección, campeón olímpico en Atenas 2004 y medalla de bronce en Beijing 2008, es la cara más conocida de StadioPlus, el proyecto que une el mundo del deporte con el arte y que será apoyado tecnológicamente por la plataforma de blockchain Chromia ($CHR), empresa sueca referente del mundo Crypto, que desarrolla proyectos vinculados con esta tecnología desde 2012.
"La alianza con Chromia significa un gran paso para nuestra compañía. Que hayan confiado en nosotros significa que vamos por el buen camino. Queremos llevar a StadioPlus al siguiente nivel y convertirnos en una plataforma de referencia del mundo NFT", explica Scola, cofundador y presidente de StadioPlus.
Gracias a la inversión de 700.000 euros de Chromia, la idea es crear una de las mayores plataformas de NFTs del mundo y crear la siguiente generación de NFTs, uniendo el mundo del deporte con el arte.
"Queremos que el NFT que nazca desde StadioPlus pueda ser usado en mundos virtuales, videojuegos, museos digitales y otros sistemas descentralizados. Es un paso más allá del arte", explicó Ginés Sánchez Navarro, Operations and Strategy Manager de Chromia.
Este acuerdo es un paso más en el proyecto de StadioPlus, que ya tiene acuerdos firmados con varios artistas y famosos deportistas profesionales y equipos de grandes ligas como la NBA, LaLiga o la ATP. Y uno de los socios de Scola es Jon Fatelevich, CEO de la empresa y ex jugador de básquetbol.
El lanzamiento de la primera colección de NFTs será el 7 de julio e involucra a uno de los artistas digitales más importantes del mundo y a una leyenda de la historia del fútbol mundial.
El comercio digital que tiene a las criptomonedas como las grandes vedettes cuenta con ramificaciones más específicas, entre las que se encuentran los NFT, que permiten comprar artículos únicos a precios fijados por este mercado.
Adquirir un token dentro de una cadena de bloques del universo digital, o blockchain, es valerse de piezas que en el equivalente analógico llegan a compararlos con obras de arte, por el carácter único que tienen y el valor en expectativa que pueden reportar cada uno de ellos.
Por ejemplo, el primer posteo de Twitter, redactado por Jack Dorsey, uno de los fundadores y actual CEO de la red social, fue vendido como un NFT por u$s2,9 millones. Es un mensaje por entonces carente de valor, pero en la actualidad con un precio millonario por haber sido el testimonio de un momento histórico.
Los token, como las obras de arte, son no fungibles porque no hay forma de reemplazarlos. Sólo hay un primer posteo de Twitter, como sólo hay una única "La última cena", de Leonardo Da Vinci. Los NFT crean escasez entre los activos infinitamente disponibles e incluso hay un certificado de autenticidad para demostrarlo.
En marzo pasado, un columnista tech del diario The New York Times, Kevin Roose, vendió su columna en la que trata el fenómeno de los NFT por 563.400 dólares. Las posibilidades de este nuevo mercado de coleccionismo han llevado a la NBA a vender el vídeo de una volcada de Lebron James por más de u$s200.000, según informó Clarín.