China parece ser uno de los países más antagónicos para vivir. Sin embargo, para la empresaria Giselle Bonet, la oportunidad llegó por casualidad. En exclusiva para iProUP cuenta cómo fue su inicio y cómo decidió empezar en 2010 a importar productos desde China.
Luego de recibirse como Administradora de empresas con una mención en Recursos Humanos del Colegio universitario Monseñor de Talavera de Venezuela comenzó a sentirse atraída por las inmensas oportunidades que ofrecía el país oriental. Así, decidió animarse a cambiar y ahora también se dedica a ayudar a los hispanos que quieran iniciarse en el negocio de importar.
Después de tres años de empezar a importar productos desde Venezuela, decidió dar un cambio radical a su carrera (y a su vida) y fue ella la que decidió emigrar a China.
La ciudad que la albergó fue Guangzhou en el estado de Cantón. El arranque fue difícil: no tenía tantos clientes, y durante toda la primera etapa en el nuevo país gastó casi todos sus ahorros para subsistir. Sin embargo, resalta que nunca se le cruzó por la cabeza volver a Venezuela. Regresar no era una opción. Y la insistencia y perseverancia rindieron sus frutos.
Actualmente, Bonet es la directora de Pinchili China, y asevera que la seguridad y la modernidad son dos factores fundamentales de la vida del otro lado del mundo que más valora.
"China es la fábrica del mundo, los grandes producen aquí y lo bueno es que todo el mundo puede hacerlo, tiene una mano de obra muy económica y además es un país que está 100% industrializado y diseñado para exportar a todo el mundo, es muy fácil hacerlo por eso el 80% de los productos importados del mundo tienen su etiqueta made in China", precisa en diálogo con iProUP.
Pero Giselle quiso ir un paso más allá. Y vio en la criptomonedas un buen recurso para ampliar su negocio. "Uno de mis mejores amigos es un broker financiero en Hong Kong y me habló del tema y me invitó a invertir, como todos estoy por debajo del precio de compra, pero tengo mucha buena energía de que el mercado va a volver a subir. Por ahora invertí solamente en Bitcoin y USDT", comenta.
La empresa a cargo de Bonet funciona como una agencia que facilita las relaciones de los compradores extrajeros a las fábricas Chinas y uno sus servicios se llama pago a proveedores; los emprendedores pueden pagar a las cuentas en dólares, yuanes o en monedas digitales y ellos se encargan de pagarle a los proveedores en sus cuentas en China.
Además, agrega que en Pinchili aceptan todos los pagos en USDT. Y detalla el mecanismo: "primero hay que definir el producto que quieran importar; en segundo lugar, ubicar la mejor fábrica con el mejor precio y la mejor calidad; en una tercera instancia, pedir una muestra para verificar qué es exactamente lo que el cliente quiere. En un cuarto paso, se hace un anticipo de dinero para que la fábrica empiece a producir el producto, después se va a ir a inspeccionar la mercancía para constatar que esté en perfecto estado y cumpla con la calidad. Por último, se envía la mercancía vía marítima o aérea".
"Esta demanda de pagos en criptomonedas es una tendencia que aumenta cada vez más y les da posibilidad de financiarse. Pero se deben tener ciertos recaudos. En nuestro asesoramiento explicamos todo acerca de las soluciones en tiempo de crisis y hoy también nos pueden consultar cómo operar con criptomonedas. Hoy día, las plataformas más buscadas para vender son Amazon, Mercado Libre y Shopify", resalta Bonet.
Para realizar el pago en cripto, desde la Argentina se utiliza un plataforma como: CryptoMarket, SeSocio Ripio, Satoshi Tango. Asimismo, comenta que los rubros preferidos por los argentinos son la indumentaria y la tecnología.
"En mis 12 años de experiencia he visto que para poder tener rentabilidad, el mínimo que invierten las personas son u$s5000. Esto es en algunos productos, algunos necesitan de capitales más altos. Por ejemplo, si queres comprar bicicletas, necesitas comprar un contenedor completo, no se puede comprar algunas unidades porque va a ser más costoso comprarlo en China que directamente en tu país", aclara.
Respecto a las restricciones que rigen en China sobre las criptomonedas, la ejecutiva resalta que: "Son innecesarias y que realmente esto es algo incontrolable aunque las hayan establecidos las personas tienen otras maneras de hacer sus transacciones y operaciones en crypto monedas".
Sin embargo, China prohibió los pagos en Kripton, monedas en bancos y en plataformas digitales, pero "no las prohibió para entrar funciones individuales, lo que es muy bueno hasta este momento".