El Bitcoin (BTC), la criptomoneda más popular, bajó un 20% este miércoles 19 de mayo y llegó a los u$s38.973 por unidad, tras romper el piso psicológico de los u$s40.000 por unidad que tocó en jornada anteriores. De ese modo, generó pánico en buena parte de los nuevos inversores de este mercado.
Luego de la debacle propiciada por el anunció de Elon Musk, CEO de Tesla, la semana pasada, cuando confirmó que no aceptaría más la moneda digital como medio de pago, ahora esta criptodivisa volvió a sufrir un nuevo revés: el Banco Popular de China (PBOC) emitió una declaración en la que reitera que los tokens digitales no se pueden usar como forma de pago, no considerandolas "verdaderas divisas".
Ahora, en un contexto de pánico generalizado, Musk volvió a aparecer, nuevamente en Twitter, con una sugestivo publicación. "Tesla has diamond hands", escribió el millonario en su cuenta en la red social (@elonmusk). Inmediatamente, muchos inversores salieron a preguntarse si realmente se trataba de una estrategia de salvación de parte del magnate.
En la jerga del mundo cripto, tener "manos de diamante" se traduce en el mantenimiento de la posición en unidades de cierto activo y no vender aunque que se produzca una caída abrupta (como la de hoy). Así, el empresario confirmó que su firma no se deshizo de los Bitcoins que compraba desde hace meses, hasta su terminante anuncio de la semana pasada.
Aún con el supuesto apoyo de Musk, la criptomoneda más longeva en existencia cayó más de 20% en las últimas horas y llegó hasta los u$s33.000 por unidad, al bajar de los u$s40.000 por unidad por primera vez desde principios de febrero y arrastrar, de esta manera, a la mayoría del resto de las criptomonedas.
Así como Elon Musk hizo crecer el valor de Bitcoin desde febrero de este año al anunciar que migraba parte de su tesorería a la criptomoneda, la semana pasada publicó en Twitter que ya no aceptará al activo como medio de pago, y en quedó en el ojo de la tormenta desde entonces.
"Suspendimos las compras de vehículos con Bitcoin. Nos preocupa el rápido incremento de combustibles fósiles para la minería de Bitcoin y las transacciones, especialmente el carbón, que produce peores emisiones que cualquier otro combustible", señaló Musk en la red social.
Además, indicó que "la criptomoneda es una buena idea en muchos niveles y creemos que tiene un futuro prometedor, pero este no puede llegar a un costo tan alto para el medio ambiente.
"Tesla no venderá ningún Bitcoin e intentaremos usarlo para transacciones tan pronto como la minería cambie hacia una forma más sustentable. También estamos buscando criptomonedas que usen menos del 1% de la energía que consume Bitcoin por cada operación", cerró el empresario.
Ante este accionar, muchos inversores culparon al millonario por la caída de de BTC, por lo que llegó a rumorearse de que Musk vendería los Bitcoins adquiridos por Tesla, dada la inmensa repercusión que recibió dentro del ecosistema.
Junto con las polémicas declaraciones de Musk, se dieron a conocer nuevas restricciones para la operatoria con criptoactivos en China.
El aviso, publicado en la cuenta oficial del PBOCen WeChat, remarcó que "las monedas virtuales no deben ni pueden usarse en el mercado porque no son monedas reales".
Así, las instituciones financieras, no podrán fijar el precio de productos o servicios con moneda virtual como tampoco ofrecer a los clientes ningún servicio que involucre criptomonedas, como registro, negociación, compensación y liquidación.
"Recientemente, los precios de las criptomonedas se han disparado y caído, y el comercio especulativo de criptomonedas se ha recuperado, infringiendo gravemente la seguridad de la propiedad de las personas e interrumpiendo el orden económico y financiero normal", dijeron las autoridades del país asiático en el comunicado, reproducido por la agencia Reuters.
Liu Yang, abogado del bufete de abogados DeHeng Law Offices, con sede en Pekín, comentó a la agencia Bloomberg que "el aviso fue transmitido por el banco central, pero compilado por asociaciones de la industria en lugar de funcionarios del gobierno, lo que lo hace menos poderoso".
Desde 2017, Pekín ha abolido las ofertas iniciales de monedas y ha reprimido el comercio de moneda virtual dentro de sus fronteras, lo que ha obligado a muchos intercambios en el extranjero.
El país fue una vez el hogar de alrededor del 90% de las transacciones, pero la mayor parte de la minería y los principales actores han huido al extranjero, explica el medio internacional.