La prehistoria de Blockchain se inicia en los '90, cuando Stuart Haber y Scoot Stornetta trabajaron en la primera cadena de bloques protegida de manera criptográfica. Esto significó un hito dentro del ambito tecnológico y el puntapié inicial de una revolución informática. Pero su prueba de fuego fue en 2008, cuando el misterioso Satoshi Nakamoto, del que poco se sabe y más se especula, creó (o crearon) el Bitcoin.

A doce años de su introducción en el mundo de las criptomonedas, la blockchain está comenzando a diversificarse. A tal punto, que está dejando de ser una tecnología utilizada por los amantes de la innovación para pasar a la vida diaria.

Qué es Blockchain

Asimismo, las monedas digitales, como Bitcoin, DAI o Ether se basan en la cadena de bloques o blockchain, un registro único e inviolable de todas las transacciones realizadas en la plataforma.

 
Esta base de datos no sólo está cifrada por un poderoso algoritmo, sino que además existe una copia en la computadora de cada uno de los usuarios que descarguen el monedero oficial. Para operar, cada uno cuenta con dos claves, consistentes en dos largas cadenas de caracteres conformadas por letras, números y símbolos al azar:

- Una pública: se utiliza como identificación, como si fuera el número de cuenta, para saber desde y hacia dónde van los fondos

- Otra privada: su finalidad es similar a la de una contraseña. Se usa para firmar las transacciones y validar la propiedad de la cuenta

Pero además, los expertos del sector aseguran que estos dos datos deben guardarse en un lugar seguro, ya que no existe la posibilidad de recuperarlos como puede ocurrir con el nombre de usuario y la contraseña de otros servicios online.

Si bien usar el monedero de Bitcoin es el modo más seguro de operar, también es el más complicado para arrancar. Por eso hay fintech que ofrecen el sistema de "custodia": crean claves propias para cada usuario y les permiten operar al estilo de Mercado Pago o un home banking.

ABC de Blockchain

Por otro lado, Leo Elduayen, COO y cofounder de Koibanx explicó: "La cadena de bloques es una lista de información en constante crecimiento. Esa información se halla en bloques, y todos estos bloques están unidos entre sí. Cada bloque encaja con el precedente y el siguiente, y la información que el bloque del medio contiene se encuentra cifrada por un algoritmo mediante una función criptográfica denominada hash. Esto hace que esta información sea inviolable. Se trata de una base de datos segura, abierta y pública".

Para ilustrar el funcionamiento de la cadena de bloques, se suele usar la metáfora de un libro contable distribuido entre muchas personas. Se trataría de un gran libro donde se registran acontecimientos digitales. Lo fundamental aquí es que ese libro se encuentra "distribuido", o sea, compartido entre muchas partes diferentes (nodos). Solo puede ser actualizado a partir del consenso de la mayoría de participantes del sistema y, una vez introducida, la información nunca puede ser borrada. La cadena de bloques de Bitcoin, por ejemplo, contiene un registro certero y verificable de todas las transacciones que se han hecho en su historia.

 

Dicho de otro modo, la autenticidad del Blockchain no queda verificada por un tercero, sino por el consenso del conjunto: es la misma red de usuarios la que participa en ella. Una vez introducida, la información queda registrada en múltiples respaldos y no puede ser eliminada ni modificada. Lo único que se puede hacer es añadir nueva información, ya que los bloques están conectados entre sí, como dijimos, como si se tratara de un camino de bloques de lego. Esto le otorga gran confiabilidad al sistema: al ser inalterable, la información resulta inviolable.

El potencial de la tecnología Blockchain prácticamente no tiene límites. Y ya hace tiempo que trascendió el ámbito de las criptomonedas (en cuanto a la creación de ellas o a la habilitación de APPIS y canales que les permiten a instituciones financieras a darles acceso a criptomonedas a sus clientes). Transparencia, seguridad, distribución y trazabilidad son algunos de los numerosos atributos por los que la cadena de bloques despierta un interés cada vez mayor en los más diversos sectores como, por ejemplo, los relacionados a la salud, derecho, estado, etc., además de, por supuesto, la industria de las finanzas en general.

Asimismo, en combinación con otras tecnologías como la Inteligencia Artificial y el Big Data, el Blockchain promete alcanzar logros colosales influyendo en las más diversas esferas, desde el ecosistema Fintech al sector energético, desde la identidad digital a las operaciones logísticas, e incluso en lo referente a los procesos electorales por Internet.

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