Prometeo es una plataforma de Open Banking para Latinoamérica. Brinda un único punto de acceso a la información bancaria, transacciones y pagos a través de más de 32 instituciones financieras en nueve países de Latinoamérica.

Esta información sirve para múltiples propósitos, por ejemplo: desarrollo de análisis crediticio, validación de cuentas bancarias, pagos de facturas centralizadas, herramientas de educación financiera, billeteras electrónicas, consolidación de cuentas bancarias, detección y seguimiento de pagos, etc. Así, los clientes de Prometeo pueden utilizar la plataforma para crear nuevos productos financieros o automatizar procesos contables, con la posibilidad de operar en múltiples países de Latinoamérica sin tener que cambiar de proveedor de tecnología y poder escalar rápidamente

Para Ximena Aleman esto presenta una oportunidad para las Fintech de la región, y que el tamaño de la industria superará los 150.000 millones de dólares en 2021: "En Latam, el 70% de la población sigue sin acceder a una cuenta bancaria, al igual que las Pymes siguen sin acceder al crédito, mientras que hay una previsión de que la penetración de smartphones será del 80% en 2025, por lo que el potencial de crecimiento de la industria es enorme".

Ximena Aleman, co-fundadora y CBDO en Prometeo

Parte de ese rol está relacionado con la evolución del "open banking", que para Aleman "es una tendencia tecnológica que ha sido regulada en el Reino Unido, la Comunidad Europea, Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelanda, Japón e Israel, pero que en Latinoamérica, la tendencia de la banca abierta tocó suelo azteca en marzo de 2018, cuando se publicó la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera o ‘Ley FinTech’. Y también ha avanzado muy rápidamente". 

A lo que agrega "Ya las dos economías más importantes de la región, México y Brasil, regularon la tendencia. Además, cada vez son más los países que se declaran a favor de regularla o inician procesos regulatorios: Chile, Colombia y Uruguay están en la lista de espera".

Aleman también asegura que el Open Banking es una tendencia que legitima el derecho de los usuarios de compartir su información financiera con terceros con el fin de obtener productos customizados, permitiendo romper con la verticalidad que existe entre las ofertas de las entidades bancarias y las necesidades de los usuarios.

"De esta manera, le permite a los usuarios proveer sus datos bancarios a empresas que estén dispuestas a proporcionarles productos y servicios más adecuados según su estilo de vida o su trabajo. Esto dinamiza mucho el sector financiero, y además genera competitividad y transparencia, dos cosas que en cualquier sector terminan siempre beneficiando al consumidor", asegura.

Por otro lado la directiva comenta que el 2020 ha sido un año de muchos desafíos, entre ellos, en particular la cadena y el sistema de pagos de usuarios y empresas tuvo que modificarse y acatar el nuevo orden: "Si bien es cierto que el comportamiento de los usuarios a la hora de pagar viene cambiando de rumbo hace un tiempo, el Covid-19 ha sido un catalizador en este proceso. Tanto los pagos con tarjetas sin contacto, como el uso de billeteras electrónicas, han facilitado el funcionamiento diario y reforzado la idea de que la tecnología sigue siendo la mejor aliada en los procesos de mejora del sistema financiero".

Las fintech tienen en la región no sólo un gran desafío, sino una gran oportunidad de desarrollo

Pero Aleman no deja de señalar que aún se requiere de nueva infraestructura para continuar expandiéndose y atender las nuevas necesidades de los usuarios: "Creo que la banca abierta es la nueva infraestructura que los usuarios necesitan para acceder a mejores servicios financieros. No se pueden construir inclusión, innovación, digitalización usando herramientas viejas. Es como pretender hacer energía eólica en pozos petroleros: nuevas formas implican nuevas herramientas". Aleman concluye que "Es importante destacar que la banca abierta trae oportunidades de crecimiento tanto para los bancos tradicionales, los usuarios y las fintech. La capacidad de generar sinergias entre las instituciones financieras y las fintech, mediante el uso de APIs, permite que la integración tecnológica sea rápida y eficiente, ayudando a los procesos de transformación digital e innovación. Hay mucho camino por recorrer a nivel de digitalización, sofisticación y customización de los productos a los que el usuario promedio accede, y para eso se hace necesario que las empresas financieras tradicionales puedan integrar procesos y productos fintech que hagan posibles tangibilizar para todos los beneficios de la innovación", indicó Cointelegraph.

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