Hace un año, el Bitcoin tocó el cielo con las manos cuando cotizó a u$s19.500 por unidad. En ese momento y en medio de la euforia, crecían las predicciones sobre valuaciones cada vez más altas. Hasta se decía que iba a terminar siendo la moneda del futuro.

Un año después, y ya desvanecida la burbuja, su precio cayó más del 80%, al cotizar cerca de los 3.900 dólares, un nivel que sigue estando amenazado por varios efectos simultáneos:

- La ausencia de nuevos inversores que sostengan la demanda.

- El retiro de productores de equipamiento utilizado para darle vida al Bitcoin (minado de criptomonedas).

- La quiebra de un número cada vez mayor de "mineros".

Así como en los mercados formales de dinero la acuñación de determinadas monedas cuesta más que su valor de circulación, en el mundo del Bitcoin está sucediendo algo parecido: con los precios actuales, las cuentas no cierran.

 

El experto David Gerard sostiene que "los generadores de esta divisa (mineros) se aprovecharon durante la expansión de la burbuja, porque costaba mucho menos fabricar un Bitcoin de lo que se podía ganar vendiéndolo".

"Así, el incentivo estaba en ampliar la capacidad de producción, incluso con máquinas ineficientes, y gastando tanta electricidad como toda Austria. Ahora, en cambio, cuesta más minarlo que comprarlo", completa.

La consecuencia es que, desde mediados de noviembre, cuando el precio inició su última caída, la reacción fue la de sacar equipos del sistema. La "extracción" se redujo en un tercio, según los datos de blockchain.com.

Este fenómeno afecta a todos por igual. Entre quienes sufren por las actuales condiciones de mercado aparece la mayor minera de Bitcoin en el Reino Unido, Bladetech, que anunció que sus planes de inversión se frenaron de golpe.

De forma simultánea, el mercado debe enfrentar otra realidad no menos cruel, y es que el derrumbe de los precios no hizo otra cosa que espantar a quienes alimentaron el crecimiento de Bitcoin. Es decir, aquellos inversores casuales atraídos por la fuerte suba de las cotizaciones.

"Todas las personas comunes y corrientes que perdieron mucho dinero con el estallido de la burbuja se han ido. Ahora, hay mucha más presión de venta que de compra", señala Gerard.

De acuerdo con un estudio realizado por la casa de cambio BitMEX, la rentabilidad de la industria minera fue afectada por la caída de los valores que ha caracterizado al mercado desde hace ya unos meses.

Desde los inicios de noviembre de 2018, en total se "apagaron" 1,3 millones de equipos.

Si se compara este número con el de mineros desconectados, se puede tener una idea de la magnitud del negocio que se había montado. En muchos casos, una sola compañía utilizaba cientos de equipos extrayendo monedas al mismo tiempo.

Los analistas explican que los ingresos de la industria minera de Bitcoin han pasado de u$s13 millones por día (principios de noviembre) a alrededor de u$s6 millones apenas un mes después, lo que representa un descenso de más de 40%.

No obstante, hay referentes del sector que aseguran que esta salida de mineros hace a la actividad más rentable para los que se mantienen trabajando en la red.

La investigación de BitMEX aporta datos esclarecedores para el análisis: antes del descenso de los precios, la industria estaba generando márgenes de ganancia bruta de alrededor del 50%. Este porcentaje bajó a menos del 30% para el Bitcoin y 15% para Ethereum.

Huida despavorida

Tal como informó iProUP, "al menos 100.000 mineros individuales han cerrado recientemente". Se estima que alrededor de un millón y medio de servidores fueron desconectados desde principios de septiembre.

Quienes logran sobrevivir bajo las condiciones adversas que provoca este nuevo escenario son aquellos grandes jugadores con modelos de negocio muy específicos y costos de electricidad extremadamente bajos.

Según los analistas, solo se logra cierta rentabilidad cuando el Bitcoin cotiza por encima de los 4.500 dólares. Y, lo cierto es que, no ha superado ese nivel desde el 19 de noviembre.

"Tendría que volver a subir considerablemente para que la minería vuelva a autofinanciarse", afirman desde Fundstrat, un centro de investigación de mercados con sede en Nueva York.

Si bien este proceso de consolidación podría ser considerado natural en un mercado tan expandido a lo largo de todo el mundo, la contracara es que atañe un riesgo para los inversores.

¿Hay luz al final del túnel virtual?

Mike Kayamori, CEO de la firma  japonesa Quoine, sostiene: "Si hay suficientes mineros que quiebran, eso significa que el equilibrio está cerca. Cuando se observa cómo los mercados se desbordan, tanto hacia arriba como hacia abajo, se puede decir que está cerca del fondo".

"Estamos entrando en la fase en la que se está produciendo una purga del mercado", dijo Malachi Salcido, titular de Salcido Enterprises, con sede en Washington, una de las mineras más grandes de EE.UU.

Además, la llegada de nuevos equipos más potentes ha originado la desactivación de los más antiguos por no ser lo suficientemente competitivos. Pero esto se ha agravado tras la caída del Bitcoin, aspecto que afecta a las "granjas" que operan con dispositivos de los años 2016 y 2017.

Los fabricantes, también sin negocio

El consorcio japonés GMO Internet Inc., uno de los productores de hardware para minería de criptomonedas más competitivos, anunció recientemente su salida del mercado.

La compañía reportó pérdidas en su área de negocios relacionada con la extracción de criptomonedas por u$s320 millones. 

Otros fabricantes que se vieron afectados por la debacle fueron Ebang, Canaan y Bitmain, que habían anunciado sus planes para cotizar en la Bolsa, pero resolvieron aplazarla. La estadounidense Gigawatt, por su parte, presentó la quiebra en noviembre.

Al parecer, no hay espacio para máquinas más potentes en un mercado tan devaluado. Algunos equipos que eran muy buscados en plena "fiebre del Bitcoin" se están vendiendo de segunda mano para reciclarlos.

"Muchos mineros están trabajando a pérdida con los actuales precios, y ahora es más económico desconectarlos y sacarlos del rack para reducir el costo en electricidad y los gastos operativos", sintetiza Dovey Wan, cofundadora de Primitive Ventures.

¿Cuánto cuesta minar Bitcoins?

Los expertos calculan que el costo medio de minar un Bitcoin se sitúa en los u$s4.500, incluidos gastos generales y costos de depreciación.

Esta es la cifra estimada por los analistas de Fundstrat, en tanto que Gerard afirma que quienes utilizan equipos más eficientes y están ubicados en China, donde la energía está subvencionada, empiezan a ganar dinero a partir de los u$s4.000.

Muchas de estas operaciones se realizan en países como la mencionada China, Islandia, Rusia y Kazajistán, donde la energía es más barata y las bajas temperaturas actúan como un sistema natural de refrigeración para los potentes equipos.

Aunque en el pasado se creyó que el mercado de la minería de criptomonedas se limitaría a unas pocas startups y a fanáticos de las nuevas tecnologías, con el tiempo explotó de la mano de la súbita disparada del precio de la divisa, que llevó a que miles de emprendedores buscaran ampliar sus beneficios a toda costa.

En este escenario, el Bitcoin no está solo, sino que es apenas la cara más visible de un mercado que en la actualidad se conforma de casi 2.700 monedas, de las cuales la mayoría se hundió a un ritmo similar.

Según Bloomberg, el derrumbe llegó a superar al desplome del Nasdaq tras la burbuja de las 'punto com' en el año 2000.

Con menos inversores y los productores entrando en números rojos, algo tendrá que cambiar para insuflar vida de nuevo a este mercado en terapia intensiva.

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