Son las acciones más poderosas actualmente, tanto que en medio de la crisis de mayor magnitud que el mundo atravesó en los últimos 90 años, ellas desafían al mercado y hasta el momento vienen ganado.

Mejores conocidas como; los "toros" de Wall Street, estas acciones se han catapultado en los últimos meses pese a la debacle del mercado por el coronavirus.

Su fuerza es tal que explica también el repunte posterior del propio mercado accionario de Nueva York en una trayectoria inusitada, como muchas de las cosas que suceden en estos tiempos.

Para los especialistas, la tecnología es la gran ganadora de la crisis. El cambio tecnológico era inevitable pero las pocas resistencias que pudieran existir se terminaron hace unos meses, y por eso es que el mercado tecnológico avasalla en estos momentos en Wall Street.

Los "toros" de Wall Street se catapultaron en los últimos meses pese a la debacle del mercado por el coronavirus

Esto se ve reflejado al grado de que los principales indicadores de la Bolsa de Nueva York tocaron el suelo y el cielo en unos cuantos meses en algo que ha sucedido muy pocas ocasiones.

Las ganadoras

Todas las acciones del sector tecnológico impulsan al mercado de valores, que de haberse concentrado únicamente en los llamados sectores "tradicionales", lo que las crónicas contarían en estos momentos sería una gran tragedia bursátil.

Apple es uno de varios, pero no es cualquier ejemplo. La empresa se convirtió la semana pasada en la primera en rebasar el valor de u$s 2 billones en capitalización, todo un hito para cualquier empresa en el mundo.

Por otro lado, Amazon también está imparable. En este año tiene una ganancia de 77.75 por ciento en el precio de su acción del mercado de Nueva York, es otro más de los "toros" al que la mayor tempestad económico-financiera de la historia reciente no ha detenido.

En la otra vereda está Microsoft que gana en el año 35.08 por ciento, Facebook tiene un repunte del 30.10 por ciento y Alphabet, empresa matriz de Google, muestra un incremento de 18.20 por ciento.

Pero, sin lugar a dudas el incremento más notable tanto en porcentaje como en la magnitud del precio es el título de Tesla.

Esta terminó el año pasado cotizando en u$s 418.33 por cada título, mientras que el cierre del viernes quien quisiera comprar un título de Tesla debería pagar u$s 2,049.98, lo que representa un incremento de 390.03 por ciento.

Lógicamente el índice accionario del sector tecnológico tiene este año una trayectoria que para nada refleja las tribulaciones económicas del mundo en general; al cierre del viernes acumula un beneficio de 26.07 por ciento.

El mercado tecnológico claramente se ha desvinculado de los otros dos indicadores de Wall Street, que sí reflejan los momentos complicados, aunque incluso estos mismos han recibido los beneficios de los "toros" del mercado.

El incremento más notable tanto en porcentaje como en la magnitud del precio es el título de Tesla.

Así, el índice S&P 500 tiene una ganancia en el año de 5.14 por ciento, mientras que el mítico Dow Jones acumula un descenso marginal de 2.13 por ciento, nada con respecto a lo que debería suceder en estos indicadores cuando nos referimos a la mayor crisis económica de Estados Unidos y del mundo entero en los últimos 90 años.

Cambio de paradigma

Mientras que el mundo busca desesperadamente una vacuna, el sector tecnológico mostró que es el antídoto para cuando menos paliar parte de los efectos de la crisis generada.

Si este virus hubiera aparecido 30 años atrás, es muy probable que la devastación económica hubiera sido total. Pero la tecnología permitió, entre muchas otras cosas, que las cadenas de suministro no se rompieran por completo.

Además, la tecnología también permitió que las comunicaciones intercontinentales no se interrumpieran con la cancelación de los viajes, que millones de trabajos puedan mantenerse a distancia, que la educación siga su curso, aunque a distancia, más una interminable lista.

Todo lo anterior, explica un fenómeno jamás visto: la presencia múltiple de "toros" en un mercado bajista, estas acciones no crecen por especulación, sino porque existen fundamentos sólidos sobre el papel que juegan en estos momentos para el mundo entero.

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