La pandemia trajo un sinfín de complicaciones en todo el mundo, pero también obligó a que muchas tecnologías que se encontraban en fase de desarrollo incrementaran su velocidad para comenzar a ser testeadas.

Así ocurrió con el euro digital, que ya avanzó al siguiente nivel y dejó el universo de lo hipotético para ubicarse en la etapa experimental. Prueba de ello es la decisión del Banco Central de Francia de dar inicio a las pruebas de esta moneda virtual.

Una CDBC, es decir, emitida por la propia entidad (en lugar de ser respaldada por una comunidad online). Y lo cierto es que ya no hay marcha atrás: sólo restan evaluar algunas cuestiones regulatorias y analizar ciertos aspectos de índole financiero.

Tanto es así que se eligieron ocho candidatos que, por cierto, pidieron participar de los testeos del euro digital:

- HSBC

- Accenture

- Société Générale Forge

- Bank AG

- Euroclear

- Iznes

- ProsperUS

- Liquid Share

Esta movida "confirma el interés de importantes actores del mundo financiero y tecnológico por explorar las contribuciones de una moneda digital emitida por el Banco Central de Francia para mejorar el funcionamiento de los mercados ", destacan desde la propia institución.

"La verdad es que hoy la moneda ya es digital. Puede parecer una obviedad para muchos, pero siempre vale la pena reforzar este concepto", remarca a iProUP Leo Elduayén, COO y cofounder de Koibanx, firma especializada en soluciones Blockchain para gobiernos y empresas

Y añade: "La moneda de un Estado Nacional hoy ya dejó de estar respaldada mayormente por las reservas del Tesoro. Más bien, está sustentada sólo en el propio compromiso del Estado al responder por esa emisión".

Suecia y su moneda digital (e-krona) es un claro ejemplo de lo que manifiesta Elduayén. El país escandinavo ya es considerado como la sociedad sin efectivo más grande del mundo y está cada vez más cerca de alcanzar la meta de "cash cero", gracias a las diferentes regulaciones aplicadas que favorecieron a las tarjetas y las apps de pago móvil.

Tampoco debe perderse de vista los casos de Japón, China, Estados Unidos e Inglaterra que, tal como viene adviertiendo iProUP en sucesivas notas, están trabajando en esa dirección. Así como frente a las cámaras de TV comenzó una nueva carrera espacial, en el plano virtual también se está disputando otra contienda.

¿Y en Argentina para cuándo?

La propuesta no es tan descabellada como se piensa, más teniendo en cuenta que Argentina es potencia en esta materia y cuenta con firmas de prestigio global. Tanto es así que, como inidcara este medio, algunas presentaron una propuesta al Banco Central durante el gobierno de Macri: crear el Peso Digital, para ahorrar los tiempos y costos logísticos que implica la circulación de cash.

No sólo eso, Córdoba está analizando la creación de una divisa virtual que se entregaría a beneficiarios de planes de empleo para que realicen compras en comercios y hasta puedan abonar sus obligaciones impositivas provinciales.

"Debemos preguntarnos si en Argentina estamos preparados para una economía digital", reflexiona Elduayén, y resalta que "hay una gran oportunidad para incrementar la alfabetización digital y financiera y reducir los niveles de informalidad". 

"Me parece que inconscientemente ya estamos avanzando en esta dirección y lo veremos plasmado mucho antes de lo que nos imaginamos", añade. 

Manuel Beaudroit, emprendedor y especialista blockchain, anticipa que "todos los Estados irán avanzando en el uso de monedas virtuales y Argentina no debe ser la excepción", a la vez que destaca el valor que le brindará al país sumarse a este tipo de innovaciones, por el aporte a la transparencia en la implementación de diferentes políticas.

Los especialistas coinciden en que la creación de una nueva moneda, el ePeso, otorgaría mayor velocidad y transparencia, además de una reducción de costos formidable. 

"Sin dudas tendría muchísimas ventajas", señala de forma contundente el economista Estanislao Malic, quien da cuenta sobre dos características que se destacan sobre el resto:

Por su parte, Marcelo González, CEO de VeriTran, firma dedicada a brindar soluciones de banca digital y pagos, se muestra expectante del papel que jugará el Estado mediante las regulaciones que puede dictar, para impulsar el desarrollo de esta tecnología y de cómo impactaría en las transacciones habituales para el ahorrista medio.

"Sería muy interesante que, por ejemplo, las operaciones de ventas de propiedades, automóviles y otros bienes de alto valor se pudieran realizar en un formato integral con Blockchain, donde quedarían claramente establecidos todos los traslados de dominio y se simplificaría la operación en el sistema financiero", afirma a iProUP.

Ventajas y desventajas "made in Argentina"

"Desde un punto de vista de la necesidad, somos un candidato ideal. Apalancar la emisión y la política monetaria en tecnologías que agreguen transparencia y, por ende, generen confianza, es algo que suena muy adecuado y atractivo", reflexiona Elduayén.

En su visión, "el país tiene la necesidad de hacerlo por su historia inflacionaria, por la desconfianza de la población en el peso y por las erráticas políticas monetarias llevadas a cabo por los distintos gobiernos".

Además, cuenta con gran talento tecnológico para diseñar y ejecutar una tecnología como esta. En diálogo con iProUP, Matías Bari, CEO y cofundador de Satoshi Tango, una de las principales casas de cambio de monedas virtuales del país, también destaca el talento nacional en el universo cripto.

La Argentina es un "faro" en la región: posee varias empresas dedicadas a las monedas virtuales y un gran nivel de profesionales

"La Argentina es un faro en la región", afirma rotundamente, en referencia a la enorme cantidad de profesionales idóneos en el sector y resalta dos diferenciales clave:

"La implementación del ePeso traería consigo una serie de beneficios, entre los que se encuentra la posibilidad de ampliar el alcance de políticas monetarias hacia personas que tienen menos recursos", resalta Beaudroit.

Por su parte, Ramiro Marra, director de Bull Market Group, vaticina que "en el contexto del progreso tecnológico que está teniendo el mundo y la realidad monetaria de Argentina, lo utópico pasa a ser algo posible".

"Las monedas digitales es una de las revoluciones que genera mayor expectativa y por eso hay que empezar a prepararse. Generan transparencia, trazabilidad y disminuyen costos de todo tipo", señala Marra, aunque advierte que el país tiene un sistema financiero débil y un nivel de bancarización muy bajo.

Córdoba picó en punta

La Legislatura de Córdoba busca facilitarle al gobernador Juan Carlos Schiaretti un "token". Un nuevo medio de pago digital para que los beneficiarios de los diferentes planes sociales de la provincia reciban la mitad del subsidio en pesos y el resto mediante este activo, el cual estará representado por un QR dentro de una billetera virtual.

"La iniciativa apunta a reactivar la economía real apalancándose en la economía digital, a través del empleo de tecnologías innovadoras para tokenizar la recaudación futura, creando y utilizando tokens para diversos fines, dentro de los cuales el primer uso en estudio será el desarrollo y fomento de los programas de empleo", indican a iProUP el contador Martín Bertoni y los abogados Sebastián Heredia Querro y Guido Aiassa, impulsores de la idea.

Por su parte, Beaudroit destaca que uno de los aspectos positivos que tiene el proyecto radica en contar con una base de datos descentralizada, a la que solamente podrán acceder quienes sean habilitados por el gobierno cordobés.

Además, remarca que este sistema será operado dentro de un mercado cerrado definido por los límites operativos que tenga la billetera virtual que almacene esos fondos, "a diferencia de una moneda digital, cuyo ámbito es público y abierto".

El ejemplo de Córdoba puede ser un interesante puntapié inicial para que la implementación de las monedas digitales pase a estar en agenda y se atiendan las debilidades del contexto para adoptar este sistema que trae consigo una gran serie de beneficios.

El desafío estará entonces en pasar de la utopía a una realidad que esté al alcance de las manos o, mejor dicho, de todos los celulares y dispositivos electrónicos.

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