El magnate Warren Buffett, carismático inversionista conocido como el 'Oráculo de Omaha' y uno de los hombres más ricos del mundo, cerró su primera operación en la era del Covid-19 al adquirir los activos de la gasista Dominion Energy por u$s 9.700 millones, incluyendo el pago de u$s 4.000 millones y la asunción de US$ 5.700 millones en deuda de la compañía.

En la última junta de accionistas de Berkshire Hathaway, celebrada el pasado 2 de mayo, Buffett había anunciado que la firma contaba con liquidez a su disposición por importe de u$s 137.000 millones, aunque advertía entonces de que no había apreciado ningún potencial objetivo de compra, a pesar del reciente hundimiento de los mercados.

"En los últimos años, la compañía ha tomado una serie de pasos, incluidas las fusiones con Questar Corporation y Scana Corporation, y la venta de Blue Racer Midstream y los activos de generación comercial para aumentar materialmente la naturaleza regulada de nuestro perfil, fortalecer nuestro balance y mejorar la transparencia y la previsibilidad", destacó Thomas Farrell, presidente y consejero delegado de Dominion Energy.

"Esta transacción representa otro paso significativo en nuestra evolución como empresa, lo que nos permite centrarnos aún más en satisfacer las necesidades de los clientes de servicios públicos y posicionarnos para un futuro brillante y cada vez más sostenible", añadió.

Warren Buffet acordó la adquisición de los activos de la gasista Dominion Energy por u$s 9.700 millones

De este modo, Dominion Energy espera que en el futuro alrededor del 90% de sus ingresos por operaciones procederá de sus negocios regulados de servicios públicos en el suministro eléctrico y gas natural en cinco estados clave: Virginia, las Carolinas, Ohio y Utah.

"Admiro a Tom Farrell por su liderazgo excepcional en la industria de la energía, así como en Dominion Energy. Estamos muy orgullosos de agregar una cartera tan grande de activos de gas natural a nuestro ya sólido negocio de energía", apuntó, por su parte, Warren Buffett, presidente de Berkshire Hathaway.

Alerta inversores: de qué negocio huye Warren Buffet

La pandemia del coronavirus ha puesto al borde del quebranto a grandes compañías alrededor del mundo, además de generar una tragedia humana de magnitudes históricas. Es un contexto complicado en términos humanos y a nivel negocios.

Ante este panorama, no extraña que muchos cambien su mirada sobre los negocios. Tal es el caso del renombrado multimillonario Warren Buffett, que abandonó una de sus inversiones más fuertes y en la que viene insistiendo por décadas. Tal fue el viraje en su perspectiva, que Buffet incluso fue encontra de uno de sus consejos más célebres: el de no dejarse llevar por los vaivenes del mercado.

El inversor anunció que su compañía Berkshire Hathaway Inc. abandonó por completo sus participaciones en las cuatro principales aerolíneas estadounidenses

Las ventas de acciones de Delta Air Lines, Southwest Airlines, American Airlines Group y United Airlines Holdings constituyeron la mayor parte de las ventas de acciones de la compañía por 6.500 millones de dólares en abril.

Durante su reunión anual transmitida en vivo, Buffett dijo que el negocio ha cambiado fundamentalmente tras las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus. Declinó culpar a la gestión de los ejecutivos de la aerolínea, diciendo que han hecho un buen trabajo recaudando dinero para superar la crisis.

"El mundo cambió para las aerolíneas y les deseo lo mejor", dijo Buffett. Aclaró que tomó la decisión y que perdió dinero en sus inversiones. "Ese fue mi error".

La deuda de las aerolíneas podría elevarse un 28% por la crisis del coronavirus, hasta un monto total de alrededor de u$s550.000 millones al cierre del corriente año, según un informe elaborado por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).

Esta cifra supone un incremento de 120.000 millones de dólares sobre los niveles de deuda a principios de 2020.

United es una de las líneas aéreas que abandona Warren Buffett.

La contradicción de Buffet

Su habilidad para detectar grandes negocios y realizar inversiones en el momento justo le ha valido a Warren Buffet una indiscutida reputación de "gurú".

Sus consejos, considerados una guía esclarecedora por muchos, vienen siendo recopilados, recordados y analizados desde hace décadas por aquellos que buscan obtener aunque sea algo de su toque mágico para el manejo del dinero.

Sin embargo, el caso de su desinversión en las aerolíneas refleja que hasta los más expertos pueden caer en contradicciones.

En una de sus recomendaciones usualmente rememorada, Buffet sugiere invertir pensando en "un horizonte de varias décadas". Huir de ganancias rápidas, porque la idea es ganar a lo largo de nuestra vida.

En este es clave "no dejarse llevar por los vaivenes del mercado". Asimismo, insiste en que hay que permanecer fuerte antes las dificultades. Justamente, lo contrario que acaba de hacer al quitar su dinero de las aerolíneas, que atraviesan un momento crítico por las restricciones que motiva el coronavirus.

Relación complicada

Buffett ha tenido una relación complicada con la industria de las aerolíneas a lo largo de los años. Después de una inversión problemática en USAir, Buffett bromeó diciendo que llamaría al número 800 para declarar que era un "aereoalcohólico" si alguna vez volvía a tener la necesidad de invertir en aerolíneas.

Luego, en 2016, Berkshire volvió a entrar nuevamente en la industria, acumulando participaciones en las cuatro aerolíneas más grandes de Estados Unidos, con especulaciones de que algún día podría ser dueño de alguna de ellas.

Pero ahora, ha reducido esas inversiones nuevamente. Berkshire reveló en abril que al menos había recortado sus participaciones en Delta y Southwest, las cuales anteriormente habían estado por encima de un nivel de propiedad del 10%.

"El negocio de las aerolíneas, y puedo estar equivocado y espero estar equivocado, pero creo que ha cambiado de una manera muy importante", dijo Buffett. "El futuro es mucho menos claro para mí".

La revelación fue una de las más significativas en la reunión anual, que se destacó por su sensación diferente este año, ya que el evento que generalmente atrae a decenas de miles de inversores fue organizado virtualmente.

Buffet: su amistad con Bill Gates le ha permitido mantenerse al tanto de las tendencias tecnológicas.

Buffett, de 89 años, compartió el escenario con un directivo de alto rango, Greg Abel, que dirige las unidades operativas de Berkshire. El vicepresidente Charlie Munger, de 96 años, no se unió, aunque Buffett dijo que su socio de hace muchos años goza de buena salud.

Cambios en los hábitos de los consumidores

Buffett comentó que no sabía cómo cambiarán los hábitos de viaje de los consumidores después de que la pandemia disminuya, pero cualquier reducción en la capacidad de los viajes podría dejar a las aerolíneas con unos gastos fijos más altos de lo necesario. 

"La verdadera pregunta es si necesitas muchos aviones nuevos o no", dijo.

"No sé las consecuencias" de cerrar grandes partes de la economía estadounidense, afirmó Buffett, aunque las ganancias operativas de Berkshire serán "considerablemente menores" que si el virus no hubiera afectado.

Buffett dio una larga lección de historia para respaldar su afirmación de que "básicamente nada puede detener a los Estados Unidos". 

Añadió que todavía es optimista sobre la economía de Estados Unidos porque ha superado muchos obstáculos en los últimos dos siglos, aunque "no nos hemos enfrentado nada que se parezca mucho a esto".

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