La healthtech Cromodata, especializada en infraestructura de datos de salud, cerró una ronda pre-semilla de inversión por u$s1.200.000. Lideró el desembolso PharmStars Ventures, un fondo respaldado por algunas de las farmacéuticas globales más importantes como AstraZeneca, Lilly, Novo Nordisk, Pfizer, Roche y Sanofi.

También participaron su par español Sancus Capital, y Gabriela Pittis, exdirectora de Takeda para América Latina y el Caribe, como inversora ángel.

Cómo funciona Cromodata

La startup de tecnología en salud conecta y estructura datos clínicos anonimizados provenientes de hospitales y centros de diagnóstico de América Latina, mediante tecnología propia.

Su plataforma permite a farmacéuticas, investigadores y compañías de inteligencia artificial acceder a esos datos reales de pacientes latinoamericanos, con el propósito de acelerar la búsqueda de tratamientos para enfermedades crónicas y el entrenamiento de nuevas tecnologías en salud.

"Cromodata nace de mi experiencia personal como paciente sin diagnóstico durante muchos años, porque mis datos estaban fragmentados en el sistema de salud", explica a iProUP Keila Barral Masri, su CEO y cofundadora.

Según informa, la falta de diagnóstico le dejó como secuela un tipo de epilepsia refractaria que no se controla con fármacos. En consecuencia, requiere de la asistencia de su perro "Harry", como mascota de alerta médica. En paralelo, asegura que la industria de la salud genera los datos más valiosos del mundo en la actualidad.

 "Entendimos que, si formalizábamos el mercado, íbamos a ayudar a un sistema sanitario sostenible, a crear un incentivo para generar mejores datos de salud y a poner a nuestra región en los lugares donde se hace ciencia. Hoy, de hecho, menos del 1% de los datos sanitarios utilizados para entrenar IA en el mundo provienen de América Latina", subraya.

Con la visión de que el futuro de la innovación en salud depende de la diversidad de los datos, la emprendedora fundó la iniciativa con sede en el Parque de la Innovación de la Ciudad de Buenos Aires, en enero.

Lo hizo junto con sus socios, el especialista en inteligencia artificial Matías Karlsson, CTO de la iniciativa, y el experto en infraestructura de datos Juan Pablo Merea, COO. Cuenta con siete empleados en su plantel.

Cómo funciona Cromodata: su objetivo

"La compañía ya trabaja con 47 hospitales en cinco países y ha procesado más de 20 millones de registros de pacientes anonimizados bajo estándares HIPAA, GDPR e ISO 27001", precisa Barral Masri. Las siglas corresponden, respectivamente, a las normas de EE.UU., Unión Europea e internacional que protegen la privacidad y seguridad de la información personal.

"En la Argentina, trabajamos con los tres centros oncológicos más prestigiosos, y también estamos en Brasil, Uruguay y República Dominicana. Acabamos de entrar a México, de la mano del grupo privado de salud más grande del país. Hoy, generamos una facturación de u$s27.000 mensuales de ingresos recurrentes. La empresa se había bootstrapeado con todos mis ahorros, hasta levantar una ronda a una mejor valuación y con tracción en el mercado", continúa.

El modelo de negocios de la startup monetiza los datos anonimizados provenientes de los centros de salud. "Somos el Mercado Libre de datos de salud. Nos ocupamos de anonimizar y tokenizar la identidad de los pacientes para protegerla", se entusiasma.

"Mientras todos piden interoperabilidad del sistema de salud, para que los datos puedan usarse, nosotros decidimos adaptar nuestra tecnología para el caos. Hacemos que funcione en cualquier entorno para extraer y estructurar datos", añade.

En ese sentido, observa que la ronda de inversión ratifica tal hipótesis. "Representa más que financiamiento. Es un reconocimiento a la necesidad de contar con datos de salud representativos y con infraestructura colaborativa en toda la región", señala.

Por ello, prevé destinar el capital recaudado a expandir la red de hospitales y laboratorios asociados, incorporar nuevas fuentes de datos como genómica y enfermedades raras, y fortalecer la infraestructura tecnológica y de cumplimiento regulatorio.

Cromodata: lo que viene

Gabriela Pittis, exdirectora de Takeda para América Latina y el Caribe y exinvestigadora del Hospital Garrahan, no puede más que coincidir con esa visión.

"Con el desarrollo de modelos de inteligencia artificial para establecer diagnósticos o pronósticos, es sumamente importante que estos algoritmos se entrenen con datos de la vida real. Cuanto más diversa sea la población de la cual se obtienen, más fidedigno va a ser el output", observa.

Al respecto, pone en contexto que el modelo de Cromodata ya ha demostrado ser exitoso en otras partes del mundo y afirma que "hoy encuentra en América Latina una gran oportunidad de valorizar todos los datos que se recogen en las diferentes instituciones y convertirlos en una apuesta al futuro".

En su carácter de inversora ángel en la ronda de inversión, confirma: "Cuantas más instituciones puedan conectarse, mucho más rica va a ser la fuente de información y la diversidad de datos. Eso va a aportar una variedad genética muy importante para que los usuarios de los datos dispongan de muestras representativas y a enriquecer el outcome de sus estudios o herramientas de IA".

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