El fenómeno de las impresoras 3D crece en el mercado local y, año tras año, suma nuevas compañías y emprendimientos ávidos por experimentar la infinidad de posibilidades que presenta esta tecnología.
Esta herramienta, que permite fabricar en plástico (u otros materiales según la tecnología) cualquier objeto o idea previamente modelado en programas de diseño 3D, acerca prácticamente a cualquier industria a este nicho.
Si bien cada vez son más los emprendedores que se suman al sector buscando hacerse con un nombre en el mismo a través de una marca, Argentina cuenta con sus propios "gigantes" en el desarrollo 3D.
Trideo es una empresa que nació de la mano de dos emprendedores extranjeros, un francés y un belga, que vieron en la Argentina una oportunidad en una industria prácticamente inexplorada.
Laurent Rodríguez y Nicolás Berenfeld son los fundadores de Trideo en cuestión, quienes pusieron en marcha una asociación que forjó la creación de una marca que eventualmente creció, sumó a otro francés, Simon Gabriac, y terminó por consolidar un equipo en el país.
"En Trideo desarrollamos y comercializamos impresoras 3D enfocadas en usuarios profesionales. La parte de fabricación es un desafío que siempre nos gustó, aunque también ofrecemos otros servicios a demanda y consultoría en todo lo relacionado a la implementación de esta tecnología y cómo puede cada empresa aprovecharla", adelanta a iProUP, Nicolás Berenfeld, CEO y Cofundador de Trideo.
La innovación constante, una rápida respuesta al mercado y la reducción de costos que supone esta tecnología para otros rubros, fueron los ejes "fundamentales" para asentar definitivamente su empresa en suelo criollo.
"Trideo surgió a finales de 2014, luego de que con mi socio, Laurent, descubriéramos esta tecnología. Inmediatamente empezamos a armar máquinas base para probar el mercado y ver si realmente había una demanda detrás", relata Berenfeld sobre el naciomiento de la compañía.
"Yo en ese entonces me encontraba finalizando otro proyecto que fue un fracaso a nivel financiero y me encontré con Laurent, quien también llevaba ya un tiempo en el país, para lanzar esta idea. Emprender en el país fue más que nada una consecuencia de encontrar una forma de generar ingresos y sobrevivir", agrega el emprendedor, quién vive en Argentina desde hace más de 12 años.
Con Trideo ya operando oficialmente, sus primeros modelos fueron unas Prusa i3, un tipo de máquina Open Source (código abierto) que vieron rápidamente la luz una vez que levantaron el negocio y que, posteriormente, se publicaron en Mercado Libre.
Tras concretar un par de ventas, avanzaron hacia la producción de modelos propios que llamaron PrintBox con ya cierta robustez en su estructura, más avanzada y con el foco en mejorar la experiencia de usuario.
En el transcurso de 2015 se adentraron al desarrollo de máquinas cada vez más grandes, para adaptarse a la necesidad de los clientes cada vez más industriales con los que empezaban a contar.
"El mundo industrial representó un desafío más interesante a nivel tecnología y materiales, ya que el mercado apuntaba, por aquél entonces, más que nada hacia ese lado", sostiene el ejecutivo.
Su inversión inicial se basó en ingresos provenientes de otros ámbitos en los que los fundadores se desempeñaban. Ya con los planes de lanzar su propio modelo de impresoras, efectuaron una inversión de unos u$s20.000 en 2015.
"Ese presupuesto provino de ahorros personales, de ayudas de familiares y amigos, que posteriormente devino en la apertura de nuestras propias oficinas en Villa General Mitre (CABA)".
Para la fabricación de impresoras, utilizan una amplia gama de componentes, como:
"La mayoría de estos productos son importados, ya que nos gusta trabajar con componentes de primera de primera línea, con todo lo que se haga mejor en el exterior e intentamos siempre incorporarlos a nuestros equipos para combinarlos con un buen desarrollo mecánico y así asegurarse de un producto de altísima calidad", describe Berenfeld.
El proceso de fabricación consiste en contar con la infraestructura mecánica principal primero, para luego colocar el sistema de extrusión y el cableado que se conectan a la placa electrónica, la fuente, y otros componentes.
Se trata de un armado "simple, pero que debe hacerse con mucho cuidado y siguiendo las buenas prácticas que venimos desarrollando hace tiempo", puntualiza el empresario.
En este sentido, hay que tener en cuenta que una impresora simple puede demorar hasta una semana de armado, mientras que otra de mayor tamaño y complejidad puede tardar hasta un mes.
Berenfeld sostiene que esto también depende de la complejidad del desarrollo. "Se debe asegurar de que el producto esté apto para el lanzamiento, una vez que cumpla con los requisitos básicos necesarios antes de ser lanzado comercialmente", recomienda.
Trideo cuenta con tres tipos distintos de impresoras que comercializa en el mercado:
Otro de los negocios de Trideo es su servicio de impresión a demanda llamado Factory, el brazo de la firma para desarrollar soluciones a medida y económicas para cada industria.
El equipo técnico se encarga de guiar a otros emprendedores que arrancan en el mercado con modificaciones de diseño, materiales y configuración que maximizan las probabilidades de éxito de la pieza final y así ayudan a llevar una idea desde la primera prueba a una producción importante.
Este servicio se compone de: facilitación de repuestos industriales, asesoramiento técnico, elaboración de presupuestos, servicio de diseño 3D a medida, ingeniería inversa, a los que se suma un amplio espectro de materiales técnicos con los que disponen.
Consultado sobre los materiales que utilizan para las impresiones, el ejecutivo responde que emplean polímeros más bien básicos como el PLA, PETG y hasta el ABS, uno de los más difundidos en el rubro industrial.
Luego hay otros polímeros de ingeniería o materiales súper resistentes como aquellos cargados con fibra de carbono (nylon, ABS) y otros como el Ultem, material que no se puede imprimir con cualquier impresora 3D, detalla.
Concretamente, de acuerdo a su página web oficial, Trideo cuenta con los siguientes materiales de impresión 3D:
"Hay una amplitud de materiales para identificar en cada proyecto que nos toca analizar, el trabajo que requiere cada pieza y el esfuerzo en aplicación, teniendo en cuenta el tipo de resistencia: térmica, mecánica o química", detalla el CEO de Trideo.
Entre las aplicaciones para cada material, la marca ofrece:
Dada la versatilidad de la tecnología y la variedad de frentes a los que apunta Trideo, la empresa cuenta con diversos clientes en múltiples industrias.
"Hay una amplitud de sectores que demandan nuestros productos y servicios, principalmente pymes de industrias metalúrgicas, autopartistas, estudios de diseño y cualquier grupo o emprendimiento que aplique impresión 3D en sus procesos", remarca el especialista. Otro target al que apuntan cada vez más es a la producción de productos finales, en donde se destacan rubros como diseño, decoración de interiores y arte.
A modo de conclusión, Berenfeld revela que el objetivo de Trideo a largo plazo es "ser un actor de referencia en impresión 3D a nivel regional". Recientemente, la firma abrió su sede en Brasil en 2021 y proyectan abrir oficinas en México para 2024.
"La idea es ser referentes a nivel servicios de impresión de gran tamaño, es decir, todas las piezas que superan el volumen común de i3D (20x20x20cm) y de materiales técnicos, sobre los que buscamos dominar los materiales más complejos porque son aquellos que permiten fabricar piezas de alto valor agregado y reducir tiempos y costos", concluye el cofundador de Trideo.