La impresión 3D ya es un nuevo rubro propio de emprendedores en Argentina. En los últimos años, y en medio de la pandemia, fueron muchos los que, en busca de un ingreso extra, decidieron apostar en el sector.
Así, crear productos a través de la impresión 3D se volvió una opción económica, fácil, y efectiva para levantar nuevos negocios y obtener un ingreso extra que, de todas formas, requieren de determinada inversión inicial.
A través de esta tecnología muchos descubrieron la manera de crear objetos únicos, personalizados y salir al mercado de forma rápida y a bajo costo. Juguetes, joyas, modelos, accesorios, objetos de escritorio, fundas para teléfonos, y hasta órganos humanos son solo algunas de las oportunidades que presentan los negocios 3D en el país.
Varias personas se animaron y vieron rápidos resultados durante su incursión en este mercado desde la pandemia.
Familia DDD es uno de estos grupos que comenzó a emprender en plena pandemia: Natusia y Ezequiel (pareja) empezaron en noviembre de 2020 ante la necesidad de un nuevo ingreso y la falta de actividad productos del encierro.
Dieron el puntapié inicial con el diseño de macetas para uso personal y, tras recibir muchos elogios desde las redes sociales, se animaron y empezaron a ofrecer distintas alternativas útiles como floreros, percheros u organizadores, entre otros productos.
"En Familia DDD nos dedicamos a construir una marca de artículos para la casa. Todos los objetos son diseñados por nosotros mismos, apostando a la calidad, la sustentabilidad y la originalidad", relata a iProUP Natusia Szurawska, una de las fundadoras del emprendimiento".
Si bien Familia DDD surgió en plena plena pandemia, Szurawska revela que ya venían trabajando en diferentes ideas y productos desde varios meses antes de lanzar el emprendimiento.
"Íbamos a fabricar artículos de madera y otros materiales tradicionales pero en aquel momento estaba todo parado y era difícil conseguir proveedores y talleres para poder materializar nuestras ideas".
Fue allí cuando la pareja aprovechó los recursos con los que contaba: una impresora 3D (de las primeras que se fabricaban en Argentina), con la que comenzaron a producir sus primeros diseños propios.
"Resultó ser una muy buena idea ya que no teníamos que depender de otros para comenzar la producción. Simplemente nuestras ideas pasaron a ser realidad gracias a la impresión 3D", prosigue Szurawska.
De acuerdo a la emprendedora, una de las ventajas de esta tecnología fue el hecho de no necesitar "ningún tipo de moldes ni herramientas adicionales" para poder crear sus piezas.
Familia DDD cuenta con una impresora 3D de tecnología FDM (Modelado por deposición fundida), un tipo de máquina que consiste en fundir un material plástico capa por capa hasta diagramar el objeto en cuestión.
También llamada matricería o inyección de plásticos, se trata de una de las tantas formas de fabricación masiva de piezas, capaz de crear grandes volúmenes en escaso tiempo. El material empleado suele ser un polímero que funde a una temperatura que ronda los 200 y 300 grados.
Irene Presti, CEO y cofundadora de 3DU Digital, confirma a iProUP que una impresora de modelado por deposición fundida puede costar entre $60.000 y $80.000, aunque depende de la marca de la misma y las fluctuaciones del mercado cambiario.
Si bien depende del material que se utilice para la fabricación, esta impresora suele ser la más empleada por emprendedores y hobbistas, ya que es de las de menor valor.
En el caso de Familia DDD, el tipo de material empleado para es filamento PLA, un ácido poliláctico termoplástico fabricado a base de recursos renovables.
Desde Familia DDD aclaran que al comienzo contaban únicamente con una máquina 3D, la mencionada, y era bastante antigua, ya que la compraron en 2015.
"Sirvió para empezar pero pronto tuvimos que comprar otras impresoras; al año tuvimos que comprar tres impresoras más. Cada una tuvo un costo de aproximadamente 60.000 pesos argentinos en aquel momento", indica Natusia.
Consultada por el target al que apuntan, la emprendedora sostiene que sus productos "están dirigidos especialmente a aquellos que les guste el diseño, interesados en el interiorismo y que buscan algo diferente para su espacio. Todo lo que hacemos es único en el sentido que no lo conseguís en otra tienda".
Las piezas y los bienes que imprimen son el resultado de una exploración de formas, figuras y colores que van en línea con las ideas de la pareja emprendedora en torno a la fabricación de materiales impresos.
"Además, queremos apuntar a las personas que prefieren las compras locales y sustentables. Es decir, personas que se preocupan por la cadena productiva que está detrás de los productos que eligen".
A modo de conclusión, detallan que su objetivo es crecer aún más y potenciar su marca, con el diseño de "más y nuevos artículos y llegar a más personas".
"Nos gustaría que Familia DDD sea una marca reconocible y se asocie positivamente con los valores como diseño independiente, sustentabilidad y accesibilidad. Creemos que, a través de la impresión 3D podemos hacer objetos de buena estética y calidad que, a su vez, sean accesibles en el sentido económico.
Su cuenta de Instagram ya cuenta con más de 8.000 seguidores y, luego de dos años en el mercado, el grupo cuenta con su propio sitio eCommerce donde publican toda su variedad de productos y hasta ofrecen descuentos para los métodos de pago.